Jalisco

Niños y personas de la tercera edad piden respetar sus derechos

Realizan una caminata para dar a conocer los actos de discriminación de los que son víctimas

ZAPOPAN, JALISCO (15/JUN/2013).- Dos generaciones se mezclaron en medio de un paisaje verde. Entre árboles y tierra, por un costado de una camioneta que esperaba a una funcionaria municipal y frente a las cámaras que los seguían paso a paso, niños y adultos mayores realizaron una caminata con la intención de rechazar la explotación infantil y la discriminación hacia las personas de la tercera edad.

El Parque Metropolitano fue el punto de encuentro. Pasadas las 10:00 horas, ya se veía a la gente con playeras y cabello blanco; antes de que diera comienzo la actividad física, aprovechaban para escribir sus consignas en algunas cartulinas. Que quede registro de cada una de las exigencias.

Para los que esperaban sentados, llegó la hora de levantarse. Una integrante del DIF Zapopan los invitó a ponerse de pie y a formar un círculo que llegó a ser extenso —al final participaron unas 250 personas— y, una vez que estuvieron todos acomodados, imitaron los movimientos de cadera, pies, hombros, rodillas y hasta de trompa que les indicaba la misma persona desde el centro del círculo. Como si fuera una clase de baile, las señoras y niñas eran las más animadas y hábiles al momento de estirar los músculos, mientras que los hombres iban a su propio ritmo, tratando de parecer lo menos tiesos que fuera posible.

Hora de caminar. El trayecto que estaba por recorrerse era de unos 15 minutos de idea y vuelta. Menos mal: con el calor que todo lo envolvía, las caminatas largas eran innecesarias. Niños y adultos tomaron sus respectivas cartulinas, las sostuvieron a la altura del pecho y comenzaron a andar su camino.

La integrante del DIF municipal que minutos antes puso el ejemplo de cómo "bailar", ahora los animaba a cantar:

— ¿Se saben la de Cielito Lindo?
— ¡De la sierra morena, cielito lindo, vienen bajandooooo...!

Así, sin decir sí o no, arrancó un coro de señoras que fue contagiando a las filas que venían atrás y de repente todo fue cielito lindo y lunares junto a la boca.

— ¡Aaaayyyy, aaayyyy, aaay, aaaay, canta y no lloreeeees...!

Mientras tanto, los niños que no caminaban en silencio, apenas hablaban en voz baja. Entre dos llevaban cartulinas que decían "No soy invisible, existo y tengo derecho a vivir y a crecer sano", "No me quites mi infancia" y "Sin cariño no hay salud"; para ellos quizá el cielito lindo sea la canción que acostumbran recitar los adultos en alguna festividad.

Pasados unos minutos, el grupo frenó y comenzó a caminar en dirección contraria. Los últimos pasaron a ser los primeros. Sus mantas también tenían una mezcla de sugerencia/reclamo/exigencia: "Los adultos mayores tenemos toda la experiencia que la mayoría no tiene. Sólo por eso deberían respetarnos más", "Yo te cuidé de pequeño (un corazón dibujado); ahora protégeme con cariño (otro corazón)" y "La soledad es el peor enemigo de la vejez".

— ¿Cuál canción quieren cantar?— preguntó la misma mujer al grupo que ahora encabezaba la caminata. Como respuesta, obtuvo canto que salía de un hombre de voz grave: "Qué chulos ojooooos, los que tiene esa mujeeeer".

Al canto se unieron las señoras que rodeaban al hombre que inició la canción. A paso lento pasaron otra vez a un costado de la camioneta y se dirigieron hacia los toldos; más precisamente, a las mes que estaban colocadas debajo de ellos, donde una mujer repartía lonches y agua de sabor. El objetivo del decanos posterior a la caminata, dijeron, era que adultos mayores y niños convivieran.

EL INFORMADOR/ ROBERTO MEDINA

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