Jalisco

Más de un millón de personas visita a sus difuntos en la metrópoli

Zapopan, municipio con mayor cantidad de cementerios (17), también fue el que registró mayor afluencia

GUADALAJARA, JALISCO (03/NOV/2011).- Con motivo de las celebraciones por el Día de Muertos, autoridades de los diferentes municipios metropolitanos pronosticaron días previos una afluencia de 1.5 millones de visitantes tan sólo en los 41 cementerios  de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá, en especial los días martes 1 y miércoles 2 de noviembre.

Al menos en el municipio de Guadalajara se esperaba la presencia de hasta 600 mil personas en los diferentes camposantos; 500 mil en los de Zapopan; 400 mil en los ubicados en Tonalá y 60 mil en Tlaquepaque, tales expectativas fueron cumplidas  e incluso superadas en la mayoría de los municipios de la zona conurbada. Cabe destacar que en ninguna de las localidades se reportaron altercados ni incidentes, debido a que el total de ayuntamientos coincidió en asegurar que sus operativos de seguridad reportaron un saldo blanco.

Guadalajara

En el caso de la capital del Estado, conforme a los últimos reportes,  más de 500 mil personas visitaron desde el domingo  pasado y hasta ayer los seis cementerios de Guadalajara. Tan sólo en el Día de Muertos, se recibieron más de 300 mil,  siendo el cementerio de Guadalajara el que registró alrededor de 50% de la afluencia, indicó Samuel Zamora Vázquez, director de panteones del municipio tapatío.

La Dirección de Panteones de Guadalajara aunó que, si se consideran las personas que han visitado los cementerios desde el pasado domingo hasta el día martes 1 de noviembre, entonces tendrían que totalizarse 553 mil visitantes.

Zamora Vázquez destacó que en estos días, el peregrinaje de personas en busca del recuerdo de los suyos tuvo un saldo blanco. Y más allá de eso, dijo que para este año el Ayuntamiento de Guadalajara ofreció otros servicios: “regalamos agua potable para evitar deshidrataciones; en los módulos de información le pedimos a los padres de familia que etiqueten a sus niños con sus datos para evitar que los niños se extravíen. Y además prestamos sillas de ruedas a personas que por sus condiciones no puedan caminar”.

Zapopan

Por su parte, el Día de Muertos en la ex Villa Maicera se desarrolló sin incidentes y con una gran afluencia pues el municipio de Zapopan recibió más de 500 mil personas en los 16 cementerios públicos y privados, cifra que superó a la del año anterior, según informó el director de Cementerios del Ayuntamiento de Zapopan, José Luis Ortíz García.

Los principales panteones de la ex Villa Maicera lucieron repletos, sobre todo el de la Cabecera Municipal y el de la Colonia Atemajac del Valle. Sin embargo y pese a la concentración de visitantes, no se registró incidente alguno.

Por su parte, el director de Protección Civil, Luis Manuel Hurtado Ascencio, explicó que no hubo problemas de personas lesionadas o que cayeran a las tumbas, ni fueron necesarias atenciones médicas. Se acordonaron cerca de 50 criptas por representar algún riesgo a la ciudadanía, con la finalidad de evitar que alguien sufriera algún accidente.

El director de Cementerios se dijo satisfecho con el resultado que se logró con la estrategia de difusión para “rescatar” la tradición del Día de Muertos, lo que derivó en más visitantes al municipio.

Tlaquepaque

El Ayuntamiento de Tlaquepainformó que los nueve panteones municipales contaron con la presencia de alrededor de 40 mil personas que acudieron a visitar a sus difuntos.

Según el director de Protección Civil y Bomberos del municipio, Luis Enrique Mederos Flores, el saldo es considerado como blanco, y sólo se atendieron tres niños extraviados, todos ellos en el panteón de la cabecera municipal.

También se brindó atención a un par de personas que sufrieron de insolación, y fueron estabilizadas inmediatamente.  En el operativo, que inició desde el pasado 30 de octubre, participaron cerca de 100 personas de diferentes dependencias municipales.

GUÍA
Cementerios en la metrópoli

ZAPOPAN


Zapopan es el municipio con mayor cantidad de cementerios, 17 en total, entre públicos y privados. Según la dirección de Cementerios,  los panteones que más se visitan son los de Atemajac y Altagracia, le siguen los de Santa Ana y el de Zapopan. En total, recibieron 500 mil visitantes hasta el día de ayer.

GUADALAJARA

La Perla Tapatía cuenta con seis panteones, uno de ellos, el Panteón Guadalajara o Nuevo, es el segundo más grande de Latinoamérica y el que registró mayor afluencia (hasta 50% del total). El resto de panteones son: Mezquitán, San Andrés, San Joaquín, Jardín, Huentitán. Los camposantos tapatíos recibieron a 553 mil visitantes.

TLAQUEPAQUE

Los panteones de Tlaquepaque se encuentran establecidos en la cabecera municipal, así como en San Pedrito, Tateposco, San Martín de las Flores, Santa Anita, Santa María Tequepexpan, San Sebastianito, Toluquilla y López Cotilla (nueve en total), en conjunto, recibieron 40 mil visitantes tan sólo en los dos días más fuertes.

TONALÁ

Los nueve panteones ubicados en Tonalá pronosticaban la recepción de 400 mil personas en torno a las celebraciones del Día de Muertos, los panteones Nuevo y Viejo en la Cabecera Municipal fueron los más populares, le siguieron los de Santa Cruz de las Huertas, El Rosario, Zalatitán, Puente Grande, Tolotlán, Coyula, San Gaspar de las Flores, así como dos panteones privados camino a Rancho de la Cruz.

CRÓNICA
La democrática muerte


¿Qué será la muerte? Que ni a los muertos deja descansar. Estamos en el cementerio de Guadalajara y ni el ayuntamiento tapatío sabe cuántos muertos viven aquí. Quizá sean miles, quizá millones. El cementerio de Guadalajara, al Poniente de la ciudad, es un lugar que se mofa de la muerte. Sus calles tienen nombres de santos pero su avenida principal se llama Calzada de los Muertos. Y da risa. Desde el domingo pasado hasta hoy suman 300 mil personas que recorren esta calle en busca de un recuerdo que los haga regresar a casa a esperar otro día de muertos.

Javier Becerra, Gregorio Rosas y José Becerra son “Los Diferentes”, un grupo norteño que hace las veces de como buitres pero sobre los vivos. Corretean a los deudos para que les entonen las últimas estrofas que al muerto, estando vivo, le gustabna. La más tocada es aquella que Rocío Durcal entonaba con mariachi, y que hacía vibrar hasta al más serio. “Como quisiera, ay, que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca, y estar mirándolos.”

Si le preguntan a Gregorio, el más anciano de los tres, que cuánto cobran por canción, esquiva la respuesta diciendo que “no hay un precio fijo, nos ajustamos a las necesidades del cliente”. ¿Formas de pago? Se le cuestiona. “Pues dependiendo cómo los vemos, les ofrecemos una en 40 o tres por 100 pesos, eso ya depende, eda”.

La muerte no cobra, no embellece, ni enaltece. La muerte es democrática, a todos llega por igual. Pero a los vivos les gusta disfrazarla y por eso en el panteón Guadalajara, un terreno de 24 hectáreas, lucen por igual las fosas comunes que los mausoleos estrepitosos, casones que denotan estar saqueados que criptas con los  últimos deseos de sus deudos escritos sobre mármol.

Todos los mensajes hablan de un camino que nadie sabe a ciencia cierta dónde es. En una de las criptas un escudo de las Chivas rayadas del Guadalajara y en otro lugar pequeños diablitos rojos que enmarcan la muerte de un niño. Las figuras, quizá por travieso.

Es porque este día nos escuchan

Teresa de la Torre Nuño es una señora de edad avanzada a la que le gusta venir a visitar a sus padres quienes fallecieron hace 35 años. Viene acompañada de su hijo, su nuera y sus dos pequeños nietos. Procedente de Tonalá, de pelo rizado, anteojos  de cristal grueso y blusa airosa para este calor de 25 grados; la mujer está atareada bajo el sol esparciendo flores de cempasúchil en la tumba de sus finados progenitores.

“Pues nosotros seguimos la tradición porque es un buen momento para recordarlos; venimos, les rezamos un misterio y les hablamos, porque dicen que hoy es cuando nos pueden escuchar, bueno siempre nos escuchan pero hoy más”.

De 10 a 70 pesos los floristas hoy pueden hacer su agosto con los ramos, los objetos más codiciados. Y no sólo ellos tienen ganancias. Hombres jóvenes que ven a un grupo de personas caminar entre las tumbas llegan y ofrecen en un hablar muy tapatío “¿ocupas agua?”. Por una propina lavan, recogen, y limpian las lozas. El agua es para las flores que casi siempre son amarillas pero que hoy la moda impone que los cempasúchiles también son morados.

Jaime Sabines lo dijo en uno de sus poemas: “¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir”.

Qué será la muerte si Sabines tampoco está. Ni los padres de Teresa. Y Gregorio tiene pinta de que mucho ya no ha de durar. La muerte no cobra, no embellece, ni enaltece. La muerte es democrática, a todos llega por igual.

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