Jalisco
Living Lakes demanda acciones para Chapala
Ambientalistas aseguran que no quieren 10 años más de análisis
CHAPALA, JALISCO.- En el marco de la inauguración del décimo tercer Congreso de la red Living Lakes, en
Chapala, en el que se dan cita ambientalistas de 27 países para discutir los problemas que amenazan al lago como fuente de vida, la idea es la misma que con el
Río Santiago: pasar del papel —de la firma de convenios y elaboración de estudios— a las acciones.
“No queremos 10 años más de análisis, sin ninguna acción, como ha sucedido hasta hoy”, apuntó Marion Hammer, presidenta del Global Nature Fund.
Y es que a pesar de haber sido declarado sitio Ramsar, el Lago de Chapala todavía enfrenta problemas de abastecimiento y contaminación. Cerca de 91% de las concesiones para utilizar el agua son de actividades agrícolas, y persisten prácticas como la utilización de agroquímicos y la sobreexplotación de acuíferos.
Estos esquemas deben cambiar para garantizar la sustentabilidad del lago, y por eso contemplan en las líneas de acción de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otras medidas como controlar el crecimiento urbano hacia el lago, pues hay invasiones en zonas federales, y no existen monitoreos confiables de las descargas urbanas e industriales que se vierten aguas arriba.
Además, las autoridades municipales coincidieron en no tener recursos suficientes para operar las plantas y entregar agua limpia al lago.
Agricultura y descargas residuales, principales amenazas para Chapala
De acuerdo con el diagnóstico más reciente del Lago de Chapala, algunas de sus principales amenazas —sin tomar en cuenta las de la Cuenca Lerma— son la agricultura, las descargas de industrias y zonas urbanas (ninguna de las 17 plantas de tratamiento de las poblaciones aledañas funcionan totalmente), y el “desorden” en la entrega de títulos de concesión de agua y de zonas federales.
Así lo asegura la doctora en derecho ambiental Raquel Gutiérrez Nájera, una de las autoras del Programa de Manejo que se revisa estos días en el Congreso de Living Lakes, y que próximamente será analizado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
La académica de la Universidad de Guadalajara explica que en el diagnóstico encontraron que en los 11 municipios, hicieron una caracterización por zonas. La primera incluye desde Poncitlán hasta Ocotlán, y su principal actividad económica es la industria y la agricultura. La segunda es Chapala y Jocotepec, dedicada mucho más al turismo y a la agricultura. Y finalmente, todo lo que es Tizapán, Tuxcueca, Briseñas y el resto de municipios, que tienen como eje el sector agrícola.
Esto arrojó que alrededor del lago, la principal actividad es la agricultura, seguida del comercio, la pesca, la industria y muy poco, la ganadería. “De ahí partimos para hacer el diagnóstico, porque era importante saber para qué se usa el agua”, señaló la investigadora en entrevista, después de presentar a grandes rasgos el Programa de Manejo en el municipio de Chapala.
Esto se refuerza al revisar las concesiones de agua, pues de las nueve mil 482 que existen, casi 91% son para la agricultura, sin tomar en cuenta lo que le extrae la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La actividad industrial no impacta en el número de concesiones (sólo hay 28), pero sí en el aporte de contaminantes. “Una de las líneas de acción que se tienen que realizar es un diagnóstico de la industria mueblera, pues utilizan muchos químicos y no sabemos qué tanto están descargando”.
Raquel Gutiérrez Nájera agrega que hicieron algunos talleres con las poblaciones y la constante fue la mención de que hay una ausencia de las autoridades federales como la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Las autoridades de los municipios ribereños coincidieron en que las plantas de tratamiento funcionan de manera irregular o simplemente no operan, porque para todos implica altos costos que no pueden solventar.
Esto “preocupa”, porque están descargándose aguas crudas al Lago de Chapala, del cual se abastece la zona metropolitana, se riegan cultivos y se obtienen peces para el consumo humano.
Y aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dice que el índice de la calidad del agua es para consumo, la directora del Instituto de Derecho Ambiental (Idea) resalta que faltan estudios recientes de la totalidad del sitio Ramsar.
“Lo más actualizado que hay es de la cuenca alta y no tenemos idea de lo que sucede en la totalidad del cuerpo de agua, porque si lo cuadriculamos, en cada orilla la calidad será distinta, dependiendo los arrastres de agroquímicos, de descargas domésticas o de los puntos donde llegan todos los contaminantes del Lerma”.
Por todo lo anterior, es prioritario realizar estudios del agua del centro del lago hacia afuera, reconvertir los modelos de agricultura que demandan gran cantidad de agua y utilizan agrotóxicos, que se revisen todas las concesiones y que se implemente un programa de inspección y vigilancia en las industrias, a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Conagua.
El Programa de Manejo plantea la necesidad de crear una Dirección Local que tendría la atribución de dar seguimiento a las acciones y de administrar el agua y las zonas federales.
Otro punto fundamental es trabajar en la cultura ambiental de la población de la Zona Conurbada de Guadalajara, principalmente, de manera que se establezca un pago voluntario para financiar lo que requiera el Lago de Chapala.
El Programa de Manejo se complementará con estrategias aguas arriba. Una parte fundamental para la salud de vaso lacustre dependerá de ello.
Líneas de acción
La Semarnat tiene actualmente en consulta pública la “Estrategia general para el rescate ambiental y sustentabilidad de la Cuenca Lerma-Chapala”, que tiene como objetivo resolver las problemáticas de la región e implementar acciones inmediatas para realizar el próximo año en las 12 subcuencas de la zona.
Específicamente para la Subcuenca de Chapala, plantea las siguientes acciones:
-Reforzar el Programa Nacional de Auditoría Ambiental, como programas de Municipio, Cuenca e Industria Limpia.
-Diseñar planes de desarrollo urbano que controlen la expansión del crecimiento urbano hacia la zona del lago y revisar las concesiones en terrenos del lago.
-Establecer buenas prácticas de administración.
-Crear consejos de planeación para el desarrollo municipal.
-Actualizar las normas ambientales.
-Instrumentar en la Región Ciénega el Programa de Ordenamiento Ecológico.
-Desarrollar mecanismos de regulación que obliguen a los centros de producción pecuaria a que tengan uso más eficiente del agua, así como a tratar sus excretas.
-Vigilar los acuerdos de cuotas con las cuencas del Alto Lerma, para que lleguen las cantidades adecuadas para recargar los acuíferos.
-Monitorear descargas urbanas que se vierten aguas arriba en las subcuencas Lerma y Alto Lerma.
-Construir rellenos sanitarios en todas las cabeceras municipales.
-Construir 20 plantas de tratamiento en los municipios ribereños.
-Detener el avance de la agricultura hacia zonas de laderas de colinas y piedemontes y contrarrestar este tipo de erosión, promoviendo cubiertas vegetales.
-Sustituir agroquímicos que no cumplan con las regulaciones internacionales.
-Incorporar técnicas de manejo de suelos, para aminorar consumo de agroquímicos.
-Establecer el Sistema Estatal de Áreas Naturales Protegidas.
-Capacitar en producción agrícola orgánica.
-Programas de reforestación.
“No queremos 10 años más de análisis, sin ninguna acción, como ha sucedido hasta hoy”, apuntó Marion Hammer, presidenta del Global Nature Fund.
Y es que a pesar de haber sido declarado sitio Ramsar, el Lago de Chapala todavía enfrenta problemas de abastecimiento y contaminación. Cerca de 91% de las concesiones para utilizar el agua son de actividades agrícolas, y persisten prácticas como la utilización de agroquímicos y la sobreexplotación de acuíferos.
Estos esquemas deben cambiar para garantizar la sustentabilidad del lago, y por eso contemplan en las líneas de acción de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otras medidas como controlar el crecimiento urbano hacia el lago, pues hay invasiones en zonas federales, y no existen monitoreos confiables de las descargas urbanas e industriales que se vierten aguas arriba.
Además, las autoridades municipales coincidieron en no tener recursos suficientes para operar las plantas y entregar agua limpia al lago.
Agricultura y descargas residuales, principales amenazas para Chapala
De acuerdo con el diagnóstico más reciente del Lago de Chapala, algunas de sus principales amenazas —sin tomar en cuenta las de la Cuenca Lerma— son la agricultura, las descargas de industrias y zonas urbanas (ninguna de las 17 plantas de tratamiento de las poblaciones aledañas funcionan totalmente), y el “desorden” en la entrega de títulos de concesión de agua y de zonas federales.
Así lo asegura la doctora en derecho ambiental Raquel Gutiérrez Nájera, una de las autoras del Programa de Manejo que se revisa estos días en el Congreso de Living Lakes, y que próximamente será analizado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
La académica de la Universidad de Guadalajara explica que en el diagnóstico encontraron que en los 11 municipios, hicieron una caracterización por zonas. La primera incluye desde Poncitlán hasta Ocotlán, y su principal actividad económica es la industria y la agricultura. La segunda es Chapala y Jocotepec, dedicada mucho más al turismo y a la agricultura. Y finalmente, todo lo que es Tizapán, Tuxcueca, Briseñas y el resto de municipios, que tienen como eje el sector agrícola.
Esto arrojó que alrededor del lago, la principal actividad es la agricultura, seguida del comercio, la pesca, la industria y muy poco, la ganadería. “De ahí partimos para hacer el diagnóstico, porque era importante saber para qué se usa el agua”, señaló la investigadora en entrevista, después de presentar a grandes rasgos el Programa de Manejo en el municipio de Chapala.
Esto se refuerza al revisar las concesiones de agua, pues de las nueve mil 482 que existen, casi 91% son para la agricultura, sin tomar en cuenta lo que le extrae la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La actividad industrial no impacta en el número de concesiones (sólo hay 28), pero sí en el aporte de contaminantes. “Una de las líneas de acción que se tienen que realizar es un diagnóstico de la industria mueblera, pues utilizan muchos químicos y no sabemos qué tanto están descargando”.
Raquel Gutiérrez Nájera agrega que hicieron algunos talleres con las poblaciones y la constante fue la mención de que hay una ausencia de las autoridades federales como la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Las autoridades de los municipios ribereños coincidieron en que las plantas de tratamiento funcionan de manera irregular o simplemente no operan, porque para todos implica altos costos que no pueden solventar.
Esto “preocupa”, porque están descargándose aguas crudas al Lago de Chapala, del cual se abastece la zona metropolitana, se riegan cultivos y se obtienen peces para el consumo humano.
Y aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dice que el índice de la calidad del agua es para consumo, la directora del Instituto de Derecho Ambiental (Idea) resalta que faltan estudios recientes de la totalidad del sitio Ramsar.
“Lo más actualizado que hay es de la cuenca alta y no tenemos idea de lo que sucede en la totalidad del cuerpo de agua, porque si lo cuadriculamos, en cada orilla la calidad será distinta, dependiendo los arrastres de agroquímicos, de descargas domésticas o de los puntos donde llegan todos los contaminantes del Lerma”.
Por todo lo anterior, es prioritario realizar estudios del agua del centro del lago hacia afuera, reconvertir los modelos de agricultura que demandan gran cantidad de agua y utilizan agrotóxicos, que se revisen todas las concesiones y que se implemente un programa de inspección y vigilancia en las industrias, a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Conagua.
El Programa de Manejo plantea la necesidad de crear una Dirección Local que tendría la atribución de dar seguimiento a las acciones y de administrar el agua y las zonas federales.
Otro punto fundamental es trabajar en la cultura ambiental de la población de la Zona Conurbada de Guadalajara, principalmente, de manera que se establezca un pago voluntario para financiar lo que requiera el Lago de Chapala.
El Programa de Manejo se complementará con estrategias aguas arriba. Una parte fundamental para la salud de vaso lacustre dependerá de ello.
Líneas de acción
La Semarnat tiene actualmente en consulta pública la “Estrategia general para el rescate ambiental y sustentabilidad de la Cuenca Lerma-Chapala”, que tiene como objetivo resolver las problemáticas de la región e implementar acciones inmediatas para realizar el próximo año en las 12 subcuencas de la zona.
Específicamente para la Subcuenca de Chapala, plantea las siguientes acciones:
-Reforzar el Programa Nacional de Auditoría Ambiental, como programas de Municipio, Cuenca e Industria Limpia.
-Diseñar planes de desarrollo urbano que controlen la expansión del crecimiento urbano hacia la zona del lago y revisar las concesiones en terrenos del lago.
-Establecer buenas prácticas de administración.
-Crear consejos de planeación para el desarrollo municipal.
-Actualizar las normas ambientales.
-Instrumentar en la Región Ciénega el Programa de Ordenamiento Ecológico.
-Desarrollar mecanismos de regulación que obliguen a los centros de producción pecuaria a que tengan uso más eficiente del agua, así como a tratar sus excretas.
-Vigilar los acuerdos de cuotas con las cuencas del Alto Lerma, para que lleguen las cantidades adecuadas para recargar los acuíferos.
-Monitorear descargas urbanas que se vierten aguas arriba en las subcuencas Lerma y Alto Lerma.
-Construir rellenos sanitarios en todas las cabeceras municipales.
-Construir 20 plantas de tratamiento en los municipios ribereños.
-Detener el avance de la agricultura hacia zonas de laderas de colinas y piedemontes y contrarrestar este tipo de erosión, promoviendo cubiertas vegetales.
-Sustituir agroquímicos que no cumplan con las regulaciones internacionales.
-Incorporar técnicas de manejo de suelos, para aminorar consumo de agroquímicos.
-Establecer el Sistema Estatal de Áreas Naturales Protegidas.
-Capacitar en producción agrícola orgánica.
-Programas de reforestación.