Jalisco
El despoblamiento impactará a 109 municipios de Jalisco en 2030
Sólo 16 poblaciones continuarán creciendo demográficamente, por lo que urgen proyectos en 10 regiones para intentar revertir este fenómeno
GUADALAJARA, JALISCO (07/JULIO/2010).- El fenómeno del despoblamiento que enfrenta gran parte del territorio jalisciense se agravará en 2030. De los 125 municipios que conforman la Entidad, solamente 16 registrarán el aumento de habitantes en ese periodo: El Salto, Tlajomulco, Tlaquepaque, Tonalá, Zapopan, Acatlán de Juárez, Ixtlahuacán de los Membrillos, Puerto Vallarta, Jocotepec, Ocotlán, Poncitlán, Amatitán, Tequila, Zapotlán el Grande (Ciudad Guzmán), Sayula y Villa Hidalgo. Los 109 municipios restantes, incluyendo Guadalajara (que enfrenta una migración intraurbana) disminuirán en el número de pobladores.
Aunque algunos municipios comenzaron el despoblamiento en la década de los ochenta del siglo pasado, éste se remarcó en el periodo 2000-2010, destacan las estadísticas del Consejo Estatal de Población ( Coepo).
Al despoblamiento le acompañará otro ingrediente inédito y preocupante para el sistema de salud: cada día habrá menos nacimientos, más muertes y más población adulta (ver recuadro 1).
“Venimos arrastrando un modelo inercial de desarrollo centralista en el país —apunta Humberto Gutiérrez Pulido, director del Coepo—. En Jalisco, en particular ocurre en la zona metropolitana, pero es algo que va más allá de políticas gubernamentales y aspectos socioculturales. Vemos el caso de la industria tequilera que tiene sus industrias en diversos municipios, pero sus áreas administrativas están en Guadalajara. Tenemos que fortalecer las políticas públicas involucrando a la sociedad. En Guadalajara, la calidad de vida empeorará y los tiempos de traslado aumentarán, entonces los gobiernos y la población deben impulsar el desarrollo regional”.
— ¿Por qué la mayoría de municipios en Jalisco muestra una tendencia hacia el despoblamiento y, por otra parte, una mayor concentración en dos polos de desarrollo: la zona metropolitana y Puerto Vallarta?
— Tenemos claro que 63% de la población de Jalisco vive en la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero más de dos millones no viven en Guadalajara, entonces es una población importante que debemos fortalecer, acercando servicios de educación, como lo hizo la Universidad de Guadalajara, porque la gente se mueve de los municipios en búsqueda de oportunidades de dinero, educación, salud, servicios y cultura. Con éstos podremos retener más gente en esas poblaciones.
— ¿El aspecto económico es fundamental para evitar el despoblamiento?
— La parte más difícil es la promoción y desarrollo económico, que tiene que venir desde políticas nacionales y estatales, así como involucrar en la agenda de los municipios el impulso de esos proyectos. Muchas veces el presidente municipal se concentra en obra pública, pero con estas tendencias es claro que ese tipo de ejercicio de gobierno no es suficiente, entonces hay que cambiar el modelo para romper esa inercia que viene desde 1950, 1960 y 1970, cuando todo se centró en Guadalajara. Necesitamos una acción de los tres órdenes de Gobierno, involucrando a los empresarios y a la sociedad; tenemos que apostarle más al desarrollo regional.
— ¿Mientras eso ocurre, qué deben hacer los municipios que tienen una población de menos de 20 mil habitantes?
— Tenemos que apostarle al trabajo coordinado entre ayuntamientos, a nivel de regiones. Esto se viene haciendo, pero debemos hacerlo más; si no, muchos municipios se quedarán cada día con menos población, lo cual es algo preocupante. Si las tendencias detectadas de 2005 hacia atrás continúan, la proyección 2030 es la que estamos plasmando. Lo mejor que ocurriría es que las previsiones no se cumplieran, sobre todo en la parte del despoblamiento, pero eso depende de la acción pública y social, de los empresarios.
El sustento
Las proyecciones del Coepo están sustentadas en el trabajo de una Comisión Interinstitucional del Consejo Nacional de Población ( Conapo), donde participan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Colegio de México y académicos reconocidos, quienes estudian los escenarios previsibles de la evolución de fenómenos como las tasas de natalidad y mortalidad.
“En resumen —añade Humberto Gutiérrez Pulido—, se modelan las tendencias de la natalidad, mortalidad y migración en todos sus componentes, y con base en eso y un modelo matemático se proyectan los escenarios previsibles para el país o las entidades. No se trata de adivinar sino proyectar para prever demandas de empleo, vivienda, educación y salud, así como la dinámica de la población. El margen de error en las proyecciones es mínimo. (Por ejemplo), si algún municipio registró menos población que la proyectada, seguro se debió a una dinámica económica diferente que afectó. El único componente que puede contradecir la proyección es la migración, la cual es más vulnerable a la situación económica, pero las tasas de natalidad y mortalidad son muy sólidas, son comportamientos de la población”.
En el libro “2 décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010”, que presentó el Gobierno del Estado el pasado 17 de febrero, la especialista Ofelia Woo Morales destaca en el tema de “Migración” que “en 2006, la población jalisciense en Estados Unidos sumaba cuatro millones”. Y destaca que la Entidad tiene 25 municipios con un grado de intensidad migratorio “muy alto”, 56 “alto”, 32 “medio” y 11 “bajo”.
“En algunos casos se puede entender la migración como resultado de las brechas significativas en las regiones con bajos índices de desarrollo humano, rezago social y alta marginación; sin embargo, está relacionada a otros factores, como tradición, cultura migratoria y las redes sociales. Pero también la migración se entiende a partir de los rezagos para mejorar el nivel de vida de la población rural y urbana”.
Mario Alejandro Muñoz de Loza
Sólo 44 municipios tienen más de 20 mil habitantes
Sólo 44 de los 125 municipios que conforman Jalisco tienen más de 20 mil habitantes, por lo que mantienen ese rango de acuerdo con la Ley del Gobierno y Administración Pública Municipal del Estado. En el resto, el Poder Legislativo tiene facultades para declarar la extinción o comenzar con los trabajos para fusionar poblaciones; sin embargo, por cuestiones políticas y culturales, la ley queda en letra muerta.
El Artículo Sexto de la Ley en mención es claro: “(Constituir un municipio requiere que) la población que habite en esa superficie territorial (no menos de 180 kilómetros cuadrados), sea mayor de 20 mil habitantes”. De lo contrario, agrega el ordenamiento, “el Congreso puede declarar la extinción o la fusión de los municipios cuando no alcancen la población requerida, modificando para ello los límites de los municipios existentes y concediendo previamente el derecho de audiencia y defensa a los ayuntamientos”.
Jesús Casillas, diputado presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso del Estado, habla sobre los vacíos de la legislación: “No hay ninguna forma para desaparecer los municipios. Sí hay forma para que desaparezca el ayuntamiento, pero no el municipio. Sin embargo, desaparecer o fusionar municipios es muy difícil por los arraigos de la gente; los jaliscienses son muy regionalistas, no aceptarán ni siquiera la fusión. En lugar de desaparecer o fusionar hay que aumentar la inversión pública en esas regiones y detonar el desarrollo. El problema del despoblamiento es porque quedó en letra muerta el desarrollo regional por parte del Gobierno del Estado, no hay inversión suficiente en infraestructura carretera, con el propósito de atraer inversiones y evitar que la gente salga de sus poblaciones”.
Y recuerda que el Congreso continúa valorando la petición de la delegación de Capilla de Guadalupe, que pretende desincorporarse de Tepatitlán de Morelos para convertirse en el municipio 126. “La solicitud continúa en estudio en la Comisión de Gobernación”.
Poblaciones de mil 705 habitantes
Los 81 municipios que no cumplen con la población exigida para mantener este rango varían entre 19 mil 229 (Magdalena) y mil 705 habitantes (Ejutla). Mientras tanto, la proyección no es alentadora. En 2030 se estima que habrá una mayor concentración en zonas urbanas y un remarcado despoblamiento en 10 de las 12 regiones que conforman la Entidad. En resumen, solamente las regiones Centro (donde se encuentra la Zona Metropolitana de Guadalajara) y Costa Norte (Puerto Vallarta) tendrán aumento de población en términos generales. La primera pasará de cuatro millones 559 mil 559 a cinco millones 548 mil 161 habitantes en el periodo 2010-2030; la segunda, de 253 mil 561 a 360 mil 375 en el mismo lapso.
Las demás regiones —Ciénega, Valles, Sur, Altos Norte, Altos Sur, Sierra de Amula, Norte, Sureste, Costa Sur y Sierra Occidental— registrarán una disminución considerable en el total de localidades integrantes, aunque en algunas de éstas hay municipios que tendrán leves incrementos.
Más de 63% de la población jalisciense (siete millones 070 mil 555 habitantes en total) se concentra en la Zona Metropolitana de Guadalajara, convirtiéndose en el principal polo de crecimiento. El segundo sitio de atracción es Puerto Vallarta.
Mientras una centena de municipios no alcanza la población exigida para tener esta categoría, en los dos polos referidos hay nueve localidades o colonias que rebasan los 25 mil habitantes (podrían convertirse en municipios si los vecinos se lo propusieran, al cumplir con la población requerida; sin embargo, deben tener el territorio exigido en la Ley): Tesistán y Nuevo México, en Zapopan; Hacienda Santa Fe, San Sebastián el Grande, Santa Cruz del Valle y San Agustín, en Tlajomulco; Las Pintitas y Las Pintas, en El Salto, así como Ixtapa, en Puerto Vallarta.
En una entrevista realizada en febrero pasado a Patricia Arias, historiadora de la Universidad de Guadalajara, coincide en que sólo hay dos polos de crecimiento en Jalisco: “El resto de las regiones presenta problemas demográficos, sobre todo la Sierra de Amula y la Sierra Occidental, así como la Ciénega y Valles, que están estancadas. Dejaron de crecer. Lo anterior nos dice que todas las actividades tradicionales en el campo, la agricultura y ganadería, han entrado en crisis y no hay otras que las sustituyan. Hay un vaciamiento de actividades en las regiones y tenemos un fenómeno de migración brutal a la zona urbana o a Estados Unidos. En zonas rurales hay un agudo proceso de envejecimiento en la población, mientras los jóvenes emigran”.
En 1950, cuando Jalisco tenía un millón 746 mil 777 habitantes, solamente cinco municipios registraban más de 15 mil habitantes: Guadalajara reportaba 380 mil 226 (21.77% de la población total del Estado); Ciudad Guzmán, 23 mil 630 (1.35%); Tlaquepaque, 20 mil 821 (1.19%); Ocotlán, 16 mil 824 (0.96%), y Tepatitlán de Morelos, 15 mil 053 (0.86%). En 2010 suman 46 localidades con una población superior a los 20 mil habitantes, pero sólo 25 tienen el rango de municipio.
Hay que apuntalar proyectos productivos: Coparmex
El despoblamiento se debe a políticas centralistas. La actividad económica y el empleo se concentran en las grandes urbes. Esto pasa en el país, pero en Jalisco es preocupante. Con Alberto Cárdenas Jiménez se inició un proyecto de regionalización para impulsar proyectos productivos al interior del Estado, pero no se le dio seguimiento.
Algunas de las actividades agrícolas se han trasladado a poblaciones cercanas a la zona metropolitana, mientras el turismo se concentra en Puerto Vallarta, entonces sólo tenemos dos polos de crecimiento. La Región de Los Altos, que se había caracterizado por una zona innovadora y productiva, no ha tenido los apoyos suficientes, sobre todo en infraestructura para seguir creciendo en las actividades agrícolas y porcícolas.
(La iniciativa privada tiene responsabilidad en este fenómeno), es una corresponsabilidad porque tampoco hemos generado inversiones en otras zonas. Nos fuimos por la situación más cómoda.
Para solucionar esto hay que generar proyectos productivos, pero también infraestructura. Se necesitan proyectos como la Ruta 80 en Tala, los desarrollos turísticos y el Tren de Los Altos, entre otros. Sólo así generaremos polos de crecimiento.
Pablo Lemus Navarro, presidente de Coparmex Jalisco.
El Proyecto de Movilidad es una prioridad: Víctor Manuel González
Súper concentración de intereses
La población de Guadalajara y Puerto Vallarta está creciendo, pero el poder económico, cultural y todo lo demás está en la metrópoli. Hay una súper concentración de intereses.
Un proyecto del Fondo Metropolitano alcanzaría para todos los municipios del resto del Estado, pero hay una inversión muy fuerte en esta ciudad. El año pasado se invirtió 52% fuera de la metrópoli y 48% en la ciudad; fue récord la inversión, pero hay quien dice que debería invertirse más de 65% en la ciudad (por la población existente). Por parte de la iniciativa privada, creo que se invirtió 12% fuera de la zona metropolitana, y casi estoy seguro que la mayoría se fue para Puerto Vallarta.
En la ciudad estamos creciendo 150 mil habitantes por año, crece anualmente casi el tamaño de la siguiente población más grande de Jalisco, que es Puerto Vallarta. Esto es descomunal.
Otro problema es la baja densificación: nos estamos expandiendo mucho, con el aumento de 150 mil automóviles al año en la metrópoli. Por eso todos necesitamos recorrer más tiempo en automóvil. El Proyecto de Movilidad del Gobierno es una prioridad.
En los tres años de Emilio (González) se ha invertido más en los proyectos de regionalización que en las dos administraciones pasadas juntas. Lo que hizo Alberto Cárdenas fue el concepto de regionalización, fue metodológico, y se unió con (el proyecto de nuevos centros de) la Universidad (de Guadalajara), que se adelantó.
Víctor Manuel González Romero, secretario de Planeación del Gobierno.
Proyectos regionales
Los municipios deben coordinarse: Coepo
Desaparecer o fusionar municipios (como lo establece la Ley) es un asunto políticamente complejo por cuestiones de identidad o cultura. Tenemos 19 municipios con menos de cinco mil habitantes, y en su tamaño está su debilidad para desarrollarse y crecer. Esa alternativa sería radical, sería muy difícil que se concretara.
No hay de otra: los propios municipios vecinos deben coordinarse para fortalecerse, para desarrollar mejoras en seguridad pública y sus haciendas públicas con el apoyo del Gobierno estatal.
Humberto Gutiérrez Pulido, director del Coepo.
Aunque algunos municipios comenzaron el despoblamiento en la década de los ochenta del siglo pasado, éste se remarcó en el periodo 2000-2010, destacan las estadísticas del Consejo Estatal de Población ( Coepo).
Al despoblamiento le acompañará otro ingrediente inédito y preocupante para el sistema de salud: cada día habrá menos nacimientos, más muertes y más población adulta (ver recuadro 1).
“Venimos arrastrando un modelo inercial de desarrollo centralista en el país —apunta Humberto Gutiérrez Pulido, director del Coepo—. En Jalisco, en particular ocurre en la zona metropolitana, pero es algo que va más allá de políticas gubernamentales y aspectos socioculturales. Vemos el caso de la industria tequilera que tiene sus industrias en diversos municipios, pero sus áreas administrativas están en Guadalajara. Tenemos que fortalecer las políticas públicas involucrando a la sociedad. En Guadalajara, la calidad de vida empeorará y los tiempos de traslado aumentarán, entonces los gobiernos y la población deben impulsar el desarrollo regional”.
— ¿Por qué la mayoría de municipios en Jalisco muestra una tendencia hacia el despoblamiento y, por otra parte, una mayor concentración en dos polos de desarrollo: la zona metropolitana y Puerto Vallarta?
— Tenemos claro que 63% de la población de Jalisco vive en la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero más de dos millones no viven en Guadalajara, entonces es una población importante que debemos fortalecer, acercando servicios de educación, como lo hizo la Universidad de Guadalajara, porque la gente se mueve de los municipios en búsqueda de oportunidades de dinero, educación, salud, servicios y cultura. Con éstos podremos retener más gente en esas poblaciones.
— ¿El aspecto económico es fundamental para evitar el despoblamiento?
— La parte más difícil es la promoción y desarrollo económico, que tiene que venir desde políticas nacionales y estatales, así como involucrar en la agenda de los municipios el impulso de esos proyectos. Muchas veces el presidente municipal se concentra en obra pública, pero con estas tendencias es claro que ese tipo de ejercicio de gobierno no es suficiente, entonces hay que cambiar el modelo para romper esa inercia que viene desde 1950, 1960 y 1970, cuando todo se centró en Guadalajara. Necesitamos una acción de los tres órdenes de Gobierno, involucrando a los empresarios y a la sociedad; tenemos que apostarle más al desarrollo regional.
— ¿Mientras eso ocurre, qué deben hacer los municipios que tienen una población de menos de 20 mil habitantes?
— Tenemos que apostarle al trabajo coordinado entre ayuntamientos, a nivel de regiones. Esto se viene haciendo, pero debemos hacerlo más; si no, muchos municipios se quedarán cada día con menos población, lo cual es algo preocupante. Si las tendencias detectadas de 2005 hacia atrás continúan, la proyección 2030 es la que estamos plasmando. Lo mejor que ocurriría es que las previsiones no se cumplieran, sobre todo en la parte del despoblamiento, pero eso depende de la acción pública y social, de los empresarios.
El sustento
Las proyecciones del Coepo están sustentadas en el trabajo de una Comisión Interinstitucional del Consejo Nacional de Población ( Conapo), donde participan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Colegio de México y académicos reconocidos, quienes estudian los escenarios previsibles de la evolución de fenómenos como las tasas de natalidad y mortalidad.
“En resumen —añade Humberto Gutiérrez Pulido—, se modelan las tendencias de la natalidad, mortalidad y migración en todos sus componentes, y con base en eso y un modelo matemático se proyectan los escenarios previsibles para el país o las entidades. No se trata de adivinar sino proyectar para prever demandas de empleo, vivienda, educación y salud, así como la dinámica de la población. El margen de error en las proyecciones es mínimo. (Por ejemplo), si algún municipio registró menos población que la proyectada, seguro se debió a una dinámica económica diferente que afectó. El único componente que puede contradecir la proyección es la migración, la cual es más vulnerable a la situación económica, pero las tasas de natalidad y mortalidad son muy sólidas, son comportamientos de la población”.
En el libro “2 décadas en el desarrollo de Jalisco 1990-2010”, que presentó el Gobierno del Estado el pasado 17 de febrero, la especialista Ofelia Woo Morales destaca en el tema de “Migración” que “en 2006, la población jalisciense en Estados Unidos sumaba cuatro millones”. Y destaca que la Entidad tiene 25 municipios con un grado de intensidad migratorio “muy alto”, 56 “alto”, 32 “medio” y 11 “bajo”.
“En algunos casos se puede entender la migración como resultado de las brechas significativas en las regiones con bajos índices de desarrollo humano, rezago social y alta marginación; sin embargo, está relacionada a otros factores, como tradición, cultura migratoria y las redes sociales. Pero también la migración se entiende a partir de los rezagos para mejorar el nivel de vida de la población rural y urbana”.
Mario Alejandro Muñoz de Loza
Sólo 44 municipios tienen más de 20 mil habitantes
Sólo 44 de los 125 municipios que conforman Jalisco tienen más de 20 mil habitantes, por lo que mantienen ese rango de acuerdo con la Ley del Gobierno y Administración Pública Municipal del Estado. En el resto, el Poder Legislativo tiene facultades para declarar la extinción o comenzar con los trabajos para fusionar poblaciones; sin embargo, por cuestiones políticas y culturales, la ley queda en letra muerta.
El Artículo Sexto de la Ley en mención es claro: “(Constituir un municipio requiere que) la población que habite en esa superficie territorial (no menos de 180 kilómetros cuadrados), sea mayor de 20 mil habitantes”. De lo contrario, agrega el ordenamiento, “el Congreso puede declarar la extinción o la fusión de los municipios cuando no alcancen la población requerida, modificando para ello los límites de los municipios existentes y concediendo previamente el derecho de audiencia y defensa a los ayuntamientos”.
Jesús Casillas, diputado presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso del Estado, habla sobre los vacíos de la legislación: “No hay ninguna forma para desaparecer los municipios. Sí hay forma para que desaparezca el ayuntamiento, pero no el municipio. Sin embargo, desaparecer o fusionar municipios es muy difícil por los arraigos de la gente; los jaliscienses son muy regionalistas, no aceptarán ni siquiera la fusión. En lugar de desaparecer o fusionar hay que aumentar la inversión pública en esas regiones y detonar el desarrollo. El problema del despoblamiento es porque quedó en letra muerta el desarrollo regional por parte del Gobierno del Estado, no hay inversión suficiente en infraestructura carretera, con el propósito de atraer inversiones y evitar que la gente salga de sus poblaciones”.
Y recuerda que el Congreso continúa valorando la petición de la delegación de Capilla de Guadalupe, que pretende desincorporarse de Tepatitlán de Morelos para convertirse en el municipio 126. “La solicitud continúa en estudio en la Comisión de Gobernación”.
Poblaciones de mil 705 habitantes
Los 81 municipios que no cumplen con la población exigida para mantener este rango varían entre 19 mil 229 (Magdalena) y mil 705 habitantes (Ejutla). Mientras tanto, la proyección no es alentadora. En 2030 se estima que habrá una mayor concentración en zonas urbanas y un remarcado despoblamiento en 10 de las 12 regiones que conforman la Entidad. En resumen, solamente las regiones Centro (donde se encuentra la Zona Metropolitana de Guadalajara) y Costa Norte (Puerto Vallarta) tendrán aumento de población en términos generales. La primera pasará de cuatro millones 559 mil 559 a cinco millones 548 mil 161 habitantes en el periodo 2010-2030; la segunda, de 253 mil 561 a 360 mil 375 en el mismo lapso.
Las demás regiones —Ciénega, Valles, Sur, Altos Norte, Altos Sur, Sierra de Amula, Norte, Sureste, Costa Sur y Sierra Occidental— registrarán una disminución considerable en el total de localidades integrantes, aunque en algunas de éstas hay municipios que tendrán leves incrementos.
Más de 63% de la población jalisciense (siete millones 070 mil 555 habitantes en total) se concentra en la Zona Metropolitana de Guadalajara, convirtiéndose en el principal polo de crecimiento. El segundo sitio de atracción es Puerto Vallarta.
Mientras una centena de municipios no alcanza la población exigida para tener esta categoría, en los dos polos referidos hay nueve localidades o colonias que rebasan los 25 mil habitantes (podrían convertirse en municipios si los vecinos se lo propusieran, al cumplir con la población requerida; sin embargo, deben tener el territorio exigido en la Ley): Tesistán y Nuevo México, en Zapopan; Hacienda Santa Fe, San Sebastián el Grande, Santa Cruz del Valle y San Agustín, en Tlajomulco; Las Pintitas y Las Pintas, en El Salto, así como Ixtapa, en Puerto Vallarta.
En una entrevista realizada en febrero pasado a Patricia Arias, historiadora de la Universidad de Guadalajara, coincide en que sólo hay dos polos de crecimiento en Jalisco: “El resto de las regiones presenta problemas demográficos, sobre todo la Sierra de Amula y la Sierra Occidental, así como la Ciénega y Valles, que están estancadas. Dejaron de crecer. Lo anterior nos dice que todas las actividades tradicionales en el campo, la agricultura y ganadería, han entrado en crisis y no hay otras que las sustituyan. Hay un vaciamiento de actividades en las regiones y tenemos un fenómeno de migración brutal a la zona urbana o a Estados Unidos. En zonas rurales hay un agudo proceso de envejecimiento en la población, mientras los jóvenes emigran”.
En 1950, cuando Jalisco tenía un millón 746 mil 777 habitantes, solamente cinco municipios registraban más de 15 mil habitantes: Guadalajara reportaba 380 mil 226 (21.77% de la población total del Estado); Ciudad Guzmán, 23 mil 630 (1.35%); Tlaquepaque, 20 mil 821 (1.19%); Ocotlán, 16 mil 824 (0.96%), y Tepatitlán de Morelos, 15 mil 053 (0.86%). En 2010 suman 46 localidades con una población superior a los 20 mil habitantes, pero sólo 25 tienen el rango de municipio.
Hay que apuntalar proyectos productivos: Coparmex
El despoblamiento se debe a políticas centralistas. La actividad económica y el empleo se concentran en las grandes urbes. Esto pasa en el país, pero en Jalisco es preocupante. Con Alberto Cárdenas Jiménez se inició un proyecto de regionalización para impulsar proyectos productivos al interior del Estado, pero no se le dio seguimiento.
Algunas de las actividades agrícolas se han trasladado a poblaciones cercanas a la zona metropolitana, mientras el turismo se concentra en Puerto Vallarta, entonces sólo tenemos dos polos de crecimiento. La Región de Los Altos, que se había caracterizado por una zona innovadora y productiva, no ha tenido los apoyos suficientes, sobre todo en infraestructura para seguir creciendo en las actividades agrícolas y porcícolas.
(La iniciativa privada tiene responsabilidad en este fenómeno), es una corresponsabilidad porque tampoco hemos generado inversiones en otras zonas. Nos fuimos por la situación más cómoda.
Para solucionar esto hay que generar proyectos productivos, pero también infraestructura. Se necesitan proyectos como la Ruta 80 en Tala, los desarrollos turísticos y el Tren de Los Altos, entre otros. Sólo así generaremos polos de crecimiento.
Pablo Lemus Navarro, presidente de Coparmex Jalisco.
El Proyecto de Movilidad es una prioridad: Víctor Manuel González
Súper concentración de intereses
La población de Guadalajara y Puerto Vallarta está creciendo, pero el poder económico, cultural y todo lo demás está en la metrópoli. Hay una súper concentración de intereses.
Un proyecto del Fondo Metropolitano alcanzaría para todos los municipios del resto del Estado, pero hay una inversión muy fuerte en esta ciudad. El año pasado se invirtió 52% fuera de la metrópoli y 48% en la ciudad; fue récord la inversión, pero hay quien dice que debería invertirse más de 65% en la ciudad (por la población existente). Por parte de la iniciativa privada, creo que se invirtió 12% fuera de la zona metropolitana, y casi estoy seguro que la mayoría se fue para Puerto Vallarta.
En la ciudad estamos creciendo 150 mil habitantes por año, crece anualmente casi el tamaño de la siguiente población más grande de Jalisco, que es Puerto Vallarta. Esto es descomunal.
Otro problema es la baja densificación: nos estamos expandiendo mucho, con el aumento de 150 mil automóviles al año en la metrópoli. Por eso todos necesitamos recorrer más tiempo en automóvil. El Proyecto de Movilidad del Gobierno es una prioridad.
En los tres años de Emilio (González) se ha invertido más en los proyectos de regionalización que en las dos administraciones pasadas juntas. Lo que hizo Alberto Cárdenas fue el concepto de regionalización, fue metodológico, y se unió con (el proyecto de nuevos centros de) la Universidad (de Guadalajara), que se adelantó.
Víctor Manuel González Romero, secretario de Planeación del Gobierno.
Proyectos regionales
Los municipios deben coordinarse: Coepo
Desaparecer o fusionar municipios (como lo establece la Ley) es un asunto políticamente complejo por cuestiones de identidad o cultura. Tenemos 19 municipios con menos de cinco mil habitantes, y en su tamaño está su debilidad para desarrollarse y crecer. Esa alternativa sería radical, sería muy difícil que se concretara.
No hay de otra: los propios municipios vecinos deben coordinarse para fortalecerse, para desarrollar mejoras en seguridad pública y sus haciendas públicas con el apoyo del Gobierno estatal.
Humberto Gutiérrez Pulido, director del Coepo.