Jalisco
Cuestionan centralización de recursos para educación y salud
La iniciativa hacendaria del Gobierno de la República quita a los estados 292 mil 583 millones que se reparten vía FAEB
GUADALAJARA, JALISCO (17/SEP/2013).- El Gobierno de la República pretende una
reforma hacendaria que quitaría a los estados las transferencias económicas del
Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), que este año representan 278 mil 503 millones de pesos. De aprobarse las modificaciones en el Congreso de la Unión, el Ejecutivo dejaría de transferir a los estados 292 mil 583 millones para el siguiente año, de los cuales más de 16 mil serían para Jalisco.
La Secretaría de Hacienda afirma que la propuesta para recentralizar la nómina de los maestros a la Federación es una petición de los propios gobernadores para evitar conflictos con los sindicatos magisteriales, principalmente de Oaxaca, donde domina la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
La Federación pretende modificaciones a las leyes de Coordinación Fiscal y General de Contabilidad Gubernamental. Propone eliminar el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) por “diversos problemas” que se arrastran, como el que los recursos sean utilizados para crear un número excesivo de plazas y el hecho de que los presupuestos sean ejercidos para financiar el resultado de dobles negociaciones salariales realizadas por los maestros (con la Federación y con los estados). Por eso la iniciativa propone sustituir el FAEB por el Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), que generaría un control administrativo de la nómina de los maestros transferidos a las entidades.
“El proceso de descentralización comenzó con Reyes Heroles. Primero se hicieron delegaciones y después vino un proceso de negociación que comenzó Manuel Bartlett, con la mira en descentralizar toda la educación. Por circunstancias desconocidas, el proceso termina cuando Ernesto Zedillo entra a la Secretaría de Educación a finales de 1991 y en mayo de 1992, todos los gobernadores, con excepción de Baja California (lo aprobó después) y el Distrito Federal, firman la transferencia de la operación de la educación a las entidades federativas”, recuerda Miguel Agustín Limón, ex secretario de Educación en Jalisco y ex titular de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.
— ¿Centralizar de nuevo el recurso del FAEB es un avance o un retroceso?
— Muchos estados manejaron la descentralización eficientemente. Hubo otros estados que no supieron manejarlo. Aquí se generó un problema que ya era viejo: algunos estados concedieron prestaciones muy fuertes, como aguinaldos de 90 días, y eso sí distorsionó el sistema. Así como hubo estados que tuvieron las condiciones para formar un proyecto efectivo, otros no. De los 32 estados, en la mayoría el proceso es exitoso. Para las entidades que lo hicieron bien o que están luchando por hacerlo bien para tomar su propio rumbo, no está bien (que se dé marcha atrás a la descentralización).
En 1992 entró en vigor el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal firmado por los gobiernos federal y estatales, así como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Los componentes del acuerdo incluían transferir la operación de los servicios educativos federales a los gobiernos locales e incorporaba un amplio programa de reforma pedagógico-curricular de la educación básica y una reforma docente. Hoy todo es cuestionado por el Gobierno federal.
Anomalías millonarias
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) documentó anomalías en Jalisco por cuatro mil 232 millones de pesos en desvíos, subejercicios, pagos indebidos y erogaciones para “aviadores” en el periodo 2006 y 2011, principalmente en pagos a comisionados (que cobran como maestros, pero realizan funciones sindicales).
Las anomalías se desprenden de las observaciones hechas a los ejercicios fiscales del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), el mismo que la Federación pretende quitar a los estados con su reforma hacendaria.
En la última fiscalización aplicada a Jalisco (en el año 2011), la Auditoría resolvió que había recuperaciones probables por 509 millones de pesos del Fondo. En 2012, las autoridades de la Secretaría de Educación en el Estado aseguraron que no había irregularidades.
El DATO
Golpe al presupuesto
De aprobarse las modificaciones, los 20 mil millones de pesos que dejaría de administrar el Estado representarían una cuarta parte de su presupuesto anual. La Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas de Jalisco no concedió una entrevista para hablar sobre las iniciativas.
FONDO DE APORTACIONES PARA AL EDUCACIÓN BÁSICA Y NORMAL (FAEB)
Presupuesto histórico para los principales estados
Estado 2008 2009 2010 2011 2012 2013
México 18,903.8 21,689.2 23,613.3 26,046.04 28,667.07 31,249.3
Veracruz 15,758.3 16,656.5 17,572.6 18,279.2 19,014.8 19,726.7
Jalisco 10,462.8 11,613.7 12,540.3 13,664.5 14,872.4 16,042.7
Chiapas 10,856.3 11,668.8 12,310.5 12,993.7 13,852.9 14,697.8
Puebla 9,275.2 10,325.4 11,159.1 12,154.8 13,196 14,214.8
Oaxaca 11,145.08 11,780.3 12,428.2 12,925.4 13,377.6 13,845.9
…
Nacional 204,026.9 220,332.6 234,357.7 248,571.8 263,625.1 278,503.05
RECURSOS PARA EJERCER EN LA ENTIDAD
Presupuesto total en educación para Jalisco
2008 2009 2010 2011 2012 2013
Jalisco* 25,567.9 28,584.5 31,514.6 32,789.7 35,562.9 35,001.6
FAEB 10,462.8 11,613.7 12,540.3 13,664.5 14,872.4 16,042.7
* Incluye aportaciones del FAEB, UdeG, SEJ y organismos descentralizados.
PRESUPUESTO PARA LA SALUD
Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA)
Presupuesto histórico de Jalisco
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
FASSA 2,592.2 2,620.5 2,860.7 3,012.4 3,280. 63,414.58 3,627.6
*Secretaría de Salud 4,204.1 4,580.6 7,050.8 7,877.2 8,580.9 9,622.1 8,658.3
Incluye presupuesto para la Secretaría de Salud, FASSA, Seguro Popular, Hospitales Civiles y organismos descentralizados.
MÁS EFECTO DE LA REFORMA
Cerca de cuatro mil millones menos en salud
El Gobierno federal también pretende una reforma hacendaria similar en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA). “Hay que reconocerlo: hoy, en México no estamos gastando ni con eficiencia ni con suficiente transparencia, ni en materia educativa ni en materia de salud”, sentenció la semana pasada Luis Videgaray, secretario de Hacienda.
Del gasto federalizado en salud afirmó que los recursos transferidos a los estados no llegan a su destino. Prueba de ello, aseguró, es que en clínicas y hospitales no hay medicinas ni se pagan salarios al personal médico.
En 1995, el Gobierno de Ernesto Zedillo inició un proceso de descentralización de sus servicios de atención a la salud para dar una mayor eficiencia a la operación del sector. En 2013, la Federación transferirá a los estados 67 mil 871 millones de pesos a través del FASSA. Si el Congreso de la Unión aprueba las reformas planteadas, el Gobierno de Peña Nieto quitaría a las entidades 72 mil 045 millones el próximo año.
“Me parece muy lamentable que habiendo logrado mayores recursos para la salud, ahora encontremos que allí ha habido mucha corrupción en algunas entidades federativas”, lamenta Juan Ramón de la Fuente.
Quien fiscaliza los recursos, añade, debe hacerse responsable ante la sociedad. “Con una fiscalización estricta de los recursos públicos y una rendición de cuentas clara y contundente”. Si esto no ocurre, “de nada sirve que sigamos a través de reformas diciendo que canalizaremos más recursos para la salud, si éstos no llegan a donde deben llegar.
La Secretaría de Hacienda afirma que la propuesta para recentralizar la nómina de los maestros a la Federación es una petición de los propios gobernadores para evitar conflictos con los sindicatos magisteriales, principalmente de Oaxaca, donde domina la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
La Federación pretende modificaciones a las leyes de Coordinación Fiscal y General de Contabilidad Gubernamental. Propone eliminar el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) por “diversos problemas” que se arrastran, como el que los recursos sean utilizados para crear un número excesivo de plazas y el hecho de que los presupuestos sean ejercidos para financiar el resultado de dobles negociaciones salariales realizadas por los maestros (con la Federación y con los estados). Por eso la iniciativa propone sustituir el FAEB por el Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), que generaría un control administrativo de la nómina de los maestros transferidos a las entidades.
“El proceso de descentralización comenzó con Reyes Heroles. Primero se hicieron delegaciones y después vino un proceso de negociación que comenzó Manuel Bartlett, con la mira en descentralizar toda la educación. Por circunstancias desconocidas, el proceso termina cuando Ernesto Zedillo entra a la Secretaría de Educación a finales de 1991 y en mayo de 1992, todos los gobernadores, con excepción de Baja California (lo aprobó después) y el Distrito Federal, firman la transferencia de la operación de la educación a las entidades federativas”, recuerda Miguel Agustín Limón, ex secretario de Educación en Jalisco y ex titular de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.
— ¿Centralizar de nuevo el recurso del FAEB es un avance o un retroceso?
— Muchos estados manejaron la descentralización eficientemente. Hubo otros estados que no supieron manejarlo. Aquí se generó un problema que ya era viejo: algunos estados concedieron prestaciones muy fuertes, como aguinaldos de 90 días, y eso sí distorsionó el sistema. Así como hubo estados que tuvieron las condiciones para formar un proyecto efectivo, otros no. De los 32 estados, en la mayoría el proceso es exitoso. Para las entidades que lo hicieron bien o que están luchando por hacerlo bien para tomar su propio rumbo, no está bien (que se dé marcha atrás a la descentralización).
En 1992 entró en vigor el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal firmado por los gobiernos federal y estatales, así como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Los componentes del acuerdo incluían transferir la operación de los servicios educativos federales a los gobiernos locales e incorporaba un amplio programa de reforma pedagógico-curricular de la educación básica y una reforma docente. Hoy todo es cuestionado por el Gobierno federal.
Anomalías millonarias
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) documentó anomalías en Jalisco por cuatro mil 232 millones de pesos en desvíos, subejercicios, pagos indebidos y erogaciones para “aviadores” en el periodo 2006 y 2011, principalmente en pagos a comisionados (que cobran como maestros, pero realizan funciones sindicales).
Las anomalías se desprenden de las observaciones hechas a los ejercicios fiscales del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), el mismo que la Federación pretende quitar a los estados con su reforma hacendaria.
En la última fiscalización aplicada a Jalisco (en el año 2011), la Auditoría resolvió que había recuperaciones probables por 509 millones de pesos del Fondo. En 2012, las autoridades de la Secretaría de Educación en el Estado aseguraron que no había irregularidades.
El DATO
Golpe al presupuesto
De aprobarse las modificaciones, los 20 mil millones de pesos que dejaría de administrar el Estado representarían una cuarta parte de su presupuesto anual. La Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas de Jalisco no concedió una entrevista para hablar sobre las iniciativas.
FONDO DE APORTACIONES PARA AL EDUCACIÓN BÁSICA Y NORMAL (FAEB)
Presupuesto histórico para los principales estados
Estado 2008 2009 2010 2011 2012 2013
México 18,903.8 21,689.2 23,613.3 26,046.04 28,667.07 31,249.3
Veracruz 15,758.3 16,656.5 17,572.6 18,279.2 19,014.8 19,726.7
Jalisco 10,462.8 11,613.7 12,540.3 13,664.5 14,872.4 16,042.7
Chiapas 10,856.3 11,668.8 12,310.5 12,993.7 13,852.9 14,697.8
Puebla 9,275.2 10,325.4 11,159.1 12,154.8 13,196 14,214.8
Oaxaca 11,145.08 11,780.3 12,428.2 12,925.4 13,377.6 13,845.9
…
Nacional 204,026.9 220,332.6 234,357.7 248,571.8 263,625.1 278,503.05
RECURSOS PARA EJERCER EN LA ENTIDAD
Presupuesto total en educación para Jalisco
2008 2009 2010 2011 2012 2013
Jalisco* 25,567.9 28,584.5 31,514.6 32,789.7 35,562.9 35,001.6
FAEB 10,462.8 11,613.7 12,540.3 13,664.5 14,872.4 16,042.7
* Incluye aportaciones del FAEB, UdeG, SEJ y organismos descentralizados.
PRESUPUESTO PARA LA SALUD
Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA)
Presupuesto histórico de Jalisco
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
FASSA 2,592.2 2,620.5 2,860.7 3,012.4 3,280. 63,414.58 3,627.6
*Secretaría de Salud 4,204.1 4,580.6 7,050.8 7,877.2 8,580.9 9,622.1 8,658.3
Incluye presupuesto para la Secretaría de Salud, FASSA, Seguro Popular, Hospitales Civiles y organismos descentralizados.
MÁS EFECTO DE LA REFORMA
Cerca de cuatro mil millones menos en salud
El Gobierno federal también pretende una reforma hacendaria similar en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA). “Hay que reconocerlo: hoy, en México no estamos gastando ni con eficiencia ni con suficiente transparencia, ni en materia educativa ni en materia de salud”, sentenció la semana pasada Luis Videgaray, secretario de Hacienda.
Del gasto federalizado en salud afirmó que los recursos transferidos a los estados no llegan a su destino. Prueba de ello, aseguró, es que en clínicas y hospitales no hay medicinas ni se pagan salarios al personal médico.
En 1995, el Gobierno de Ernesto Zedillo inició un proceso de descentralización de sus servicios de atención a la salud para dar una mayor eficiencia a la operación del sector. En 2013, la Federación transferirá a los estados 67 mil 871 millones de pesos a través del FASSA. Si el Congreso de la Unión aprueba las reformas planteadas, el Gobierno de Peña Nieto quitaría a las entidades 72 mil 045 millones el próximo año.
“Me parece muy lamentable que habiendo logrado mayores recursos para la salud, ahora encontremos que allí ha habido mucha corrupción en algunas entidades federativas”, lamenta Juan Ramón de la Fuente.
Quien fiscaliza los recursos, añade, debe hacerse responsable ante la sociedad. “Con una fiscalización estricta de los recursos públicos y una rendición de cuentas clara y contundente”. Si esto no ocurre, “de nada sirve que sigamos a través de reformas diciendo que canalizaremos más recursos para la salud, si éstos no llegan a donde deben llegar.