Jalisco
Chantaje presupuestal
¿Necesita más dinero el Congreso? La verdad no
En el Congreso trabajan mil 300 personas, es decir que hay 33 empleados por cada diputado. Por supuesto que los 33 no trabajan directamente para un diputado. Cada diputado tiene cuatro plazas comisionadas más un presupuesto de 105 mil pesos mensuales para asesores personales, que en promedio significan de tres a cinco por legislador. Pero además hay 10 comisionados por fracción parlamentaria, esto es, el del Verde que es uno solo, tiene 10 plazas más a su disposición; los del PRD que son dos, cinco y cinco, etcétera. Por si fuera poco, cada Comisión tiene presupuesto para asesores de los órganos técnicos: la de Hacienda, por ejemplo tiene un presupuesto de 200 mil pesos al mes para asesores, con lo que pueden pagar entre ocho y 10 achichincles más.
La suma es aberrante, y eso sí y sólo sí pensamos bien de los diputados, porque siendo un poco mal pensados resulta que muchos de ellos contratan gente por una cantidad y les exigen que regresen la mitad del sueldo al diputado que lo contrató. En el Congreso aparecen en la nómina con 10 mil pesos pero de esos, cinco son para el diputado, y el empleado tiene que completar el chivo por otro lado. Por si fuera poco, existe la famosa partida secreta de la que los señores legisladores, esos que gritan y exigen transparencia en la tribuna, nunca dan cuentas.
¿Necesita más dinero el Congreso? La verdad no. Lo que tiene es más que suficiente para operar y operar bien, pero no les ajusta para pagar todo lo que quieren pagar y con toda la gente que quieren tener en la nómina. Los empleados del Congreso no aportan a la actividad legislativa, aportan si acaso al trabajo político de los diputados, y eso no tenemos por qué pagarlo nosotros. Más o menos gente no significa más ni mejor trabajo legislativo. Lo que estamos viendo es un simple y llano chantaje entre poderes. Como el gobernador no tiene mayoría en el Congreso (no hay seguridad de que sean suyos los votos de su partido) necesita de los votos de todos ellos para que le aprueben su presupuesto, y eso cuesta.
¿Cuánto? 350 millones de entrada, más los reacomodos presupuestales que le van a exigir después. Y claro, la culpa de la mala imagen de los diputados es de los medios.