Jalisco
Alistan nuevo Centro Jalisco en Chicago
El nuevo lugar será inaugurado este domingo por Aristóteles; no precisaron el presupuesto que se destinará para su mantenimiento
CHICAGO, ILLINOIS (26/MAY/2016).- El barrio de Pilsen, uno de los puntos más emblemáticos para la comunidad mexicana en Chicago, Illinois, será la nueva sede de la Casa Jalisco, que llevará por nombre Centro Jalisco en Chicago, como parte de la estructura del Instituto Jalisciense del Migrante.
La inauguración se tiene contemplada para el próximo domingo, por parte del gobernador del Estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, y hasta el momento, la asistencia de 140 personas, entre organizaciones ciudadanas y autoridades de Chicago.
En una visita de este medio en el domicilio, ubicado en la esquina de la calle Blue Island y la calle 19, se pudo constatar que faltan los últimos detalles para abrir el centro, tales como la colocación de la alfombra, la construcción de un muro contra incendios que separa al recibidor del área principal, entre otros detalles.
El representante del gobierno de Jalisco en Chicago, Dante Gómez Martínez, no precisó con exactitud qué presupuesto se destinará para este nuevo centro, sin embargo, aseguró que será mucho menor que lo que actualmente se paga en la Casa Jalisco Chicago, cuyo mantenimiento oscila los ocho millones de pesos anuales.
Según sus propias estimaciones, contando pago de luz, renta, predial, seguridad, internet, telefonía, entre otros servicios, podrían requerirse alrededor de 80 mil dólares anuales para el mantenimiento del Centro Jalisco en Chicago; esto sin contar el pago de salarios de personal, que se requieren al menos 10 empleados.
Tan sólo en el gasto del predial, la diferencia es contundente: en la actual Casa Jalisco se paga 150 mil dólares anuales, mientras que en Pilsen se pagará alrededor de cinco mil dólares.
A diferencia de la Casa Jalisco que opera desde 2011 en en Melrose Park (a más de dos horas del centro de Chicago), el nuevo Centro Jalisco en Chicago está a 10 minutos del Consulado Mexicano, tiene una ubicación privilegiada para las comunidades de ciudadanos jaliscienses, así como acceso a transporte público.
“El hecho de que estamos aquí, facilita que la gente llegue del Consulado en cinco o 10 minutos y eso nos incrementa en automático la demanda; además estamos rodeados de una serie de organizaciones y agencias de servicios comunitarios”.
El representante advirtió que una vez cerrada la Casa Jalisco de Melrose Park, se dejará de erogar una gran cantidad de dinero por concepto de electricidad, agua, retiro de nieve, recolección de basura, servicios y seguros, entre otras cosas, por lo que mantenerla mientras que se logra su venta, requerirá un presupuesto menor que el actual.
En una primera etapa, el Centro Jalisco en Chicago ocupará únicamente la planta baja de los tres pisos que tiene la finca, para la atención de jaliscienses en un área de usos múltiples y la realización de actividades.
A mediano plazo se tiene el plan de lograr instalar en el segundo piso, una incubadora de proyectos de innovación y tecnología que apoye a jaliscienses que radiquen en la llamada “Ciudad de los Vientos”.
Casas de representación en Chicago, más eficientes que la de Jalisco
Con menos presupuesto, con fincas y mobiliarios más austeros, las casas de representación de Michoacán, Guanajuato y Guerrero, en Chicago, operan de mejor manera que la Casa Jalisco, por la cual se erogan ocho millones anuales para su manutención.
Este medio dialogó con los representantes de las tres casas, y se pudo comprobar que su operación y atención al migrante es mayor, debido a que los domicilios donde están ubicadas representan una ventaja por encima de la de Casa Jalisco, que está a más de dos horas del centro.
Mientras que cada día se atiende en promedio a 10 personas en la Casa Jalisco de Melrose Park, en la casa Guerrero, mejor ubicada en referencia con el Consulado Mexicano y las comunidades de ciudadanos mexicanos, atiende el doble.
Su representante, Manuel Martínez, advierte que los guerrerenses son la segunda comunidad mexicana más importante en Chicago, sólo por debajo de la michoacana. La manutención de la Casa Guerrero es de cerca de 1.2 millones de pesos anuales, con tres empleados, y con una respuesta inmediata en materia de entrega de documentos.
Ellos cuentan con una máquina de expedición de documentos como actas de nacimiento, que en 30 segundos y por 15 dólares, se entregan a los guerrerenses en Chicago.
En el caso de Guanajuato, la representante del gobierno, Adriana González, refirió que la Casa Guanajuato opera desde el 2002 y uno de sus mayores logros es haber simplificado los trámites, que antes eran más “engorrosos”, como el traslado de restos humanos y la obtención de documentos.
Esta casa fue la primera de representación mexicana en Chicago, y recientemente se cambió de sede a un lugar más accesible.
Por su parte, la Casa Michoacán está justo a unos metros de lo que será el nuevo Centro Jalisco en Chicago, en el barrio de Pilsen.
La representante, Lourdes Arreola, menciona que esto beneficiará mucho tanto a Jalisco como a Michoacán, pues este último atendía o derivaba a los ciudadanos jaliscienses que requerían de algún trámite, pero les era prácticamente imposible trasladarse hasta la Casa Jalisco e Chicago, en Melrose Park.
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR
La inauguración se tiene contemplada para el próximo domingo, por parte del gobernador del Estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, y hasta el momento, la asistencia de 140 personas, entre organizaciones ciudadanas y autoridades de Chicago.
En una visita de este medio en el domicilio, ubicado en la esquina de la calle Blue Island y la calle 19, se pudo constatar que faltan los últimos detalles para abrir el centro, tales como la colocación de la alfombra, la construcción de un muro contra incendios que separa al recibidor del área principal, entre otros detalles.
El representante del gobierno de Jalisco en Chicago, Dante Gómez Martínez, no precisó con exactitud qué presupuesto se destinará para este nuevo centro, sin embargo, aseguró que será mucho menor que lo que actualmente se paga en la Casa Jalisco Chicago, cuyo mantenimiento oscila los ocho millones de pesos anuales.
Según sus propias estimaciones, contando pago de luz, renta, predial, seguridad, internet, telefonía, entre otros servicios, podrían requerirse alrededor de 80 mil dólares anuales para el mantenimiento del Centro Jalisco en Chicago; esto sin contar el pago de salarios de personal, que se requieren al menos 10 empleados.
Tan sólo en el gasto del predial, la diferencia es contundente: en la actual Casa Jalisco se paga 150 mil dólares anuales, mientras que en Pilsen se pagará alrededor de cinco mil dólares.
A diferencia de la Casa Jalisco que opera desde 2011 en en Melrose Park (a más de dos horas del centro de Chicago), el nuevo Centro Jalisco en Chicago está a 10 minutos del Consulado Mexicano, tiene una ubicación privilegiada para las comunidades de ciudadanos jaliscienses, así como acceso a transporte público.
“El hecho de que estamos aquí, facilita que la gente llegue del Consulado en cinco o 10 minutos y eso nos incrementa en automático la demanda; además estamos rodeados de una serie de organizaciones y agencias de servicios comunitarios”.
El representante advirtió que una vez cerrada la Casa Jalisco de Melrose Park, se dejará de erogar una gran cantidad de dinero por concepto de electricidad, agua, retiro de nieve, recolección de basura, servicios y seguros, entre otras cosas, por lo que mantenerla mientras que se logra su venta, requerirá un presupuesto menor que el actual.
En una primera etapa, el Centro Jalisco en Chicago ocupará únicamente la planta baja de los tres pisos que tiene la finca, para la atención de jaliscienses en un área de usos múltiples y la realización de actividades.
A mediano plazo se tiene el plan de lograr instalar en el segundo piso, una incubadora de proyectos de innovación y tecnología que apoye a jaliscienses que radiquen en la llamada “Ciudad de los Vientos”.
Casas de representación en Chicago, más eficientes que la de Jalisco
Con menos presupuesto, con fincas y mobiliarios más austeros, las casas de representación de Michoacán, Guanajuato y Guerrero, en Chicago, operan de mejor manera que la Casa Jalisco, por la cual se erogan ocho millones anuales para su manutención.
Este medio dialogó con los representantes de las tres casas, y se pudo comprobar que su operación y atención al migrante es mayor, debido a que los domicilios donde están ubicadas representan una ventaja por encima de la de Casa Jalisco, que está a más de dos horas del centro.
Mientras que cada día se atiende en promedio a 10 personas en la Casa Jalisco de Melrose Park, en la casa Guerrero, mejor ubicada en referencia con el Consulado Mexicano y las comunidades de ciudadanos mexicanos, atiende el doble.
Su representante, Manuel Martínez, advierte que los guerrerenses son la segunda comunidad mexicana más importante en Chicago, sólo por debajo de la michoacana. La manutención de la Casa Guerrero es de cerca de 1.2 millones de pesos anuales, con tres empleados, y con una respuesta inmediata en materia de entrega de documentos.
Ellos cuentan con una máquina de expedición de documentos como actas de nacimiento, que en 30 segundos y por 15 dólares, se entregan a los guerrerenses en Chicago.
En el caso de Guanajuato, la representante del gobierno, Adriana González, refirió que la Casa Guanajuato opera desde el 2002 y uno de sus mayores logros es haber simplificado los trámites, que antes eran más “engorrosos”, como el traslado de restos humanos y la obtención de documentos.
Esta casa fue la primera de representación mexicana en Chicago, y recientemente se cambió de sede a un lugar más accesible.
Por su parte, la Casa Michoacán está justo a unos metros de lo que será el nuevo Centro Jalisco en Chicago, en el barrio de Pilsen.
La representante, Lourdes Arreola, menciona que esto beneficiará mucho tanto a Jalisco como a Michoacán, pues este último atendía o derivaba a los ciudadanos jaliscienses que requerían de algún trámite, pero les era prácticamente imposible trasladarse hasta la Casa Jalisco e Chicago, en Melrose Park.
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR