Jalisco
Adultos mayores, más expuestos al abandono en Hospital Civil
Cuando los familiares no regresan por su paciente, el hospital se hace cargo mientras le consigue un albergue
GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2014).- Para muchos pacientes dentro de hospitales, la soledad llega a ser uno de sus peores malestares. De hecho, la cifra de enfermos que fueron abandonados por sus familiares en el Hospital Civil asciende a 115 en los últimos cuatro años (poco menos de la mitad en 2013), según una solicitud vía Ley de Transparencia.
La mayoría son personas de la tercera edad. “Si antes el promedio era de un paciente geriátrico abandonado al mes, hoy son dos por mes”, explica el jefe del Servicio de Geriatría del Fray Antonio Alcalde, David Leal Mora.
Detalla que el olvido del adulto mayor se acompaña de otras complicaciones: “El anciano que tendría que haber permanecido hospitalizado entre cinco y ocho días al ser dado de alta, se pasa aquí hasta cuatro o seis semanas en tanto se le localiza algún lugar de asistencia social, lo que incrementa el riesgo de adquirir una infección hospitalaria”.
También, al no regresar los familiares, el nosocomio debe asumir los costos mientras el paciente es acomodado en un albergue. “Los costos son muy elevados, tanto para el hospital como para la sociedad. El recurso de una cama es importantísimo porque en lugar de destinarse al cuidado de la salud termina convirtiéndose en una cama de asistencia social”, afirma Leal Mora.
Mientras se le canaliza a una instancia de asistencia o llega algún cosaguíneo, el hospital se encarga de proporcionarles atención médica, alimentos y cuidados: “Seguimos viendo al internado y estando al pendiente de que no vaya a tener algún accidente o recaída, de que no vaya a contraer alguna infección”.
Refiere que la edad promedio del paciente abandonado en el Servicio de Geriatría es de 84 años y que entre las causas más comunes de hospitalización destacan las enfermedades crónico-degenerativas, descompensadas o agudizadas; así como las infecciosas. “Dentro de las principales tenemos la diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica agudizada, embolias, las infecciones de vías respiratorias y gastroenteritis”.
El especialista sostiene que en el desamparo del paciente geriátrico intervienen diversos factores. “Vemos a familias con problemas económicos para seguir sosteniendo los gastos, desgraciadamente la carga económica de los ancianos recae en las familias porque este país no ha acabado de solucionar una jubilación mínima indispensable para que los ancianos sean autosuficientes”.
Pero tampoco existen lugares que concedan cuidados completos de asistencia social a donde las personas de la tercera edad puedan acudir, “los pocos asilos que existen están saturados y dejan mucho que desear”. Agrega que también el factor de las relaciones interpersonales propicia el abandono, aunque lo que más se ha detectado son las dificultades económicas para sortear su manutención.
“Muchas veces el familiar quiere hacerse responsable pero económicamente le es imposible, y tiene como prioridades a sus hijos”, dice el jefe de Geriatría del Hospital Civil.
Aunado a ello, la jefa de Trabajo Social del nosocomio, María Guadalupe Macías Villagrán, señala que no hay una legislación que proteja realmente al adulto mayor.
Por otro lado, refiere que en el Civil no hay un presupuesto específico para la atención de estas personas, que necesitan sillas de ruedas o prótesis, “está la cobertura del Seguro Popular pero sigue siendo endeble”.
El director general del Organismo Público Descentralizado Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, destacó en el Simposio Internacional de Geriatría y Gerontología celebrado en 2013, que en la población mayor de 60 años se invierte hasta 40 por ciento más que en el común de los pacientes hospitalarios.
“Se destina más porque el paciente anciano no solamente viene por la enfermedad que lo aqueja; si tenemos un paciente joven en comparación con un anciano y los dos llegan con neumonía, el segundo se va a los cinco días, pero es más fácil que se complique la situación del paciente anciano, lo que prolonga la estancia hospitalaria y el costo de atención”, explica el jefe de Servicio de Geriatría, Leal Mora.
Detalla que los pacientes recibidos en el nosocomio llegan en muy malas condiciones, sin haber visto a un médico en los últimos tres años, dejando que la enfermedad evolucione hasta llegar en estado gravísimo. Además están quienes llegan solos, que representan a dos de cada 10 pacientes.
PROTECCIÓN
La ley sanciona el olvido
La Ley del Adulto Mayor, que entró en vigor en 2011, advierte que serán objeto de sanciones económicas quienes realicen cualquier acto de abandono, humillación, discriminación, burla, mofa, exploten, maltraten o abusen sexualmente de los adultos mayores. También prevén sanciones para quienes no compartan con los adultos mayores alimentación y cuidados.
FRASE
"Se destina más dinero al paciente anciano porque no sólo viene por enfermedad; es más fácil que se complique un paciente anciano, lo que prolonga la estancia hospitalaria "
David Leal Mora, jefe Geriatría.
CARENCIA DE ESPACIOS
Promueven estancias diurnas para cuidado de adultos mayores
Hasta hace 20 años, explica el jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, David Leal Mora, los programas de salud en Estados Unidos y Canadá favorecían a los ancianos para que vivieran en asilos, “hoy el enfoque ha cambiado y lo ideal es que el paciente tenga un lugar con quien vivir en su familia el mayor tiempo posible, cuesta menos mantenerlos saludables en sus casas”.
Ante el incremento de la esperanza de vida y la inversión de la pirámide poblacional, los expertos recomiendan buscar alternativas. Una de ellas son las estancias de día para el cuidado integral del adulto mayor.
Leal Mora refiere que si bien en Jalisco la mayoría de los adultos mayores viven con sus familiares, “el problema es que ahora ambos padres trabajan, los niños se van a la escuela y no hay quien cuide del anciano; es un problema que ya estamos viviendo actualmente y que se va a agudizar más”.
“No tenemos estancias, y los asilos de día tanto públicos como privados no admiten a los ancianos que requieren realmente de cuidados. Si quieres llevar a un familiar que se alimenta por sonda. Y si tiene úlceras, parálisis de medio cuerpo, no puede hablar, o padece demencia, difícilmente te lo aceptarán en un asilo, mucho menos en una estancia de día”, explica el jefe del Servicio de Geriatría.
De acuerdo con el doctor tampoco existen estancias de cuidados prolongados para los pacientes que tienen algún problema de salud, y que no se valen por sí mismos: “El problema es que no tenemos albergues, no podemos darlos en adopción, podríamos pero nadie los quiere, esa no es la solución”.
Para bajar la tasa de pacientes en desamparados, la jefa de Trabajo Social del Civil del nosocomio, María Guadalupe Macías Villagrán, coincide en la necesidad de guarderías sociales que reciban a los adultos mayores durante el día, “donde reciban atención médica en tiempo y forma, su alimentación de acuerdo a sus necesidades, terapias ocupacionales, rehabilitación física, actividades recreativas manuales”.
Para Leal Mora, la autoridad debe legislar para ofrecerle a este sector poblacional las necesidades que requieren, y así tengan dónde estar y quién los cuide, al menos una pensión mínima indispensable para su soporte. “Penalizar a los familiares no va a resolver el problema, incluso puede agudizarlo, porque luego sucede que el que debería de cuidar al anciano se va a la cárcel, quedando éste desprotegido”.
La trabajadora social Macías Villagrán expresa que debe asignarse un presupuesto específico para su atención y seguimiento: “Está el programa que les da una mensualidad pero cuando platicamos con los pacientes nos encontramos con que algunos lo reciben pero su familiar es el que lo distribuye, o en ocasiones no alcanzan a cubrir los requisitos”.
VOCES
Testimonios desde la camilla del hospital
Desde hace 52 días, Erick Gálvez García se encuentra postrado en la cama 33 de la Sala Francisco Macías Gutiérrez del Hospital Civil, luego de que un camión con grava le pasara por encima de su pierna derecha. Desde entonces no ha recibido visitas, sus familiares ni siquiera saben que está hospitalizado.
Hace dos años perdió la otra pierna al caer a las vías del tren cuando se dirigía a Culiacán a la siembra de chile. Antes, cuando tenía dos piernas, estuvo trabajando en Michoacán, Guanajuato, Distrito Federal, Chihuahua, y también en Estados Unidos.
“Iba hasta arriba del tren, y me caí con varios compas, mi pierna se quedó en las vías del tren, y gracias a Dios estoy vivo”.
A Guadalajara llegó ya en muletas, “así como estoy no puedo hacer mucho pero alcanzo a vender flores, chapulines y todo eso para poder agarrar pa mi comida y todo”. Hasta el día en que se accidentó, una pareja en Tlajomulco le daba hospedaje, ellos lo trajeron y se llevaron su maleta con todas sus pertenencias: unos cambios de ropa, una cobija y los números de teléfono de su familia, a la que no ha visto desde años nueve años que dejó su natal Tierra Blanca, en Veracruz.
Pero el ánimo nunca lo pierde y lo primero que hará al salir es ponerse a vender cualquier cosa: “No me puedo tirar para abajo, esté como esté tengo que hacer lo posible porque la vida me está dando muchas oportunidades y tengo que cambiar”.
De su familia no sabe nada, “así no puedo llegar porque mi jefa es diabética y si me mira amputado se va para atrás”, por eso, lo único que pide es una prótesis poder regresar a casa, al hogar que dejó tiempo atrás. Una prótesis para trabajar más, “yo puedo tejer, se hacer amacas; puedo hacer cualquier cosa, trabajar en la construcción, en el campo, el arte también me gusta”.
Casi diez años han pasado desde que dejó de ver a sus hijos. “Tengo una señora, pero es como si no tuviera nada porque lo perdí también todo con ella, tengo tres hijos en Veracruz. Lo mejor para mí era irme a trabajar para olvidar, pero a mis hijos nunca los olvido, ella cambió el número y ya no puedo comunicarme con ellos.
Eric sólo agradecer estar vivo y espera algún día volver a ver a los suyos. Por lo pronto, seguirá postrado en la cama 33 hasta que lo den de alta y pueda caminar con el único pie que le queda.
Erick Gálvez García , 45 años
Por tercera ocasión, Marta Carrasco ha sido hospitalizada en el Civil. Primero se contagió de VIH, luego le salió un tumor cancerígeno. “Me han puesto varias veces quimioterapia, pero no me ha servido, no me he sentido bien y mis defensas están muy bajas”, dice la paciente que se encuentra en aislamiento.
Originaria del Distrito Federal, la madre de cinco hijos llegó a Guadalajara hace siete meses, acompaña del más pequeño de sus hijos, luego de que del Hospital General de Balbuena la mandara para acá. Ahora vive en El Mesón de la Misericordia en la calle San Felipe 637. El Consejo Estatal para la Prevención del SIDA, COESIDA, fue la instancia que canalizó a la enferma al albergue.
“Primero me llevaron al Balbuena, me abrieron y me dijeron que me iban a mandar a otro hospital porque ahí no me podían atender y ya me trajeron para acá”.
Desde entonces su familia no la visita, tampoco ha tenido comunicación con ninguno de ellos. Los únicos que conocen su situación son su pareja y padre de su hijo de tres años; y su tía, pero tampoco van con ella.
“Mis otros cuatro hijos no saben que estoy aquí. Han de decir que ya estoy muerta, que dónde quedó su hermanito. La más chica se quedó con su abuela, los otros dos se quedaron con su papá y el más grande con otra pareja que tuve”.
Lo único que Marta quiere es salir en la tele para que sus hijos sepan que está bien, pues no tiene ningún teléfono para localizarlos.
A pesar de que las únicas visitas son las que recibe de las trabajadoras sociales del Mesón, asegura que no se siente sola. “Me siento bien de ánimo, me están atendiendo bien y aquí me tienen mucho cariño, me ven los doctores, las enfermeras”.
Marta espera que pronto termine su tratamiento para poder regresar a buscar a sus hijos. “Me van a poner otra vez la quimio y radio terapia, pero todavía no es mi hora, tengo que cuidar a mis hijos”.
La coordinadora de trabajo social del albergue que atiende mensualmente a 500 pacientes y familiares explica que se han comunicado con su pareja pero no ha podido venir por cuestiones económicas.
Marta Carrasco Aco, 34 años
Triplicarán capacidad de atención a ancianos
Con sede en el “Antiguo Civil” y con una inversión de 52 millones, la Unidad de Atención Geriátrica de Alta Especialidad estará lista el año próximo; y a decir del jefe del Servicio de este sector, David Leal Mora, “triplicará la capacidad de atención, y empezaremos a tener más respuesta para no diferir tanto, sobre todo las consultas porque el problema es que no sólo atendemos a los ancianos de la Entidad, sino también de otros estados”.
En México alrededor de diez por ciento de la población es mayor de 60 años; lo que en Jalisco representa de 600 mil a 700 mil adultos mayores.
“La tendencia epidemiológica sugiere que para los próximos cinco años este porcentaje se podrá incrementar a tres puntos porcentuales y ser entre 12% y 13%”, mencionó el director del Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, en el Simposio Internacional de Geriatría y Gerontología celebrado en 2013.
Ante ello, priorizó la necesidad de brindar a este sector atención especial; y es que de los 12 mil egresos anuales del nosocomio, alrededor de cuatro mil 500 corresponden a los adultos mayores de 60 y más años de edad, según el doctor Leal Mora.
El especialista en geriatría menciona que entre las características compartidas por este grupo está el padecimiento de al menos una enfermedad crónico degenerativa, lo que significa que son más dependientes para realizar sus actividades diarias, más frágiles y padecen mayores riesgos de presentar complicaciones.
LAS CIFRAS
Pacientes olvidados en hospitales civiles
Año Viejo Edad Nuevo Edad
2010 19 Entre los 22-68 años 3 Entre los 75, 76 y 70 años
2011 21 Entre los 30-75 años 3 Entre los 71, 75 y 70 años
2012 19 Entre los 35-70 años 2 Entre los 71 y 75 años
2013 45 Entre los 24-73 años 3 Entre los 63, 75 y 72 años
TOTAL 104 11
Baja cifra de abandonados en 2014
En los últimos años la cifra de pacientes abandonados se incrementó, en contraste en lo que va del 2014 el número ha bajado. “Es un problema preocupante, de repente bajó y llama la atención si realmente está bajando o es que la población está encubriendo esa situación”, reconoce la jefa de Trabajo Social del Hospital Civil, María Guadalupe Macías Villagrán.
Según reporta la institución, en lo que va del año se han tenido siete pacientes abandonados: “Tendríamos que revisar varias aristas, pudiera ser que siga habiendo pacientes abandonados pero que no los traigan al hospital; por un lado nosotros hemos hecho más énfasis de que el familiar no se desprenda tan fácilmente del paciente, tratamos de afianzar más su responsabilidad”.
Macías Villagrán sostiene que al advertir a los parientes que se reportará ante la Procuraduría Social en caso de que el paciente sea descuidado, “pudiera ser que eso los esté asustando y ya no los traen; pero por otro lado sigue habiendo una inconsciencia en algunos familiares que lejos de traerlos los dejan abandonados en sus propios hogares”.
Con una plantilla de 120 trabajadores, la dirección de Trabajo Social se encarga de localizar a los cosaguíneos del paciente para poderlos integrar a sus hogares y cuando esto no es posible, los derivan a otras instituciones como el Sistema DIF.
“Tratamos de hacer una coordinación con los vecinos para que nos den dirección o pauta con la familia para tener el acercamiento; se hacen visitas domiciliarias para ver las condiciones en las que vive el paciente”, dice y expresa que han tenido casos en que los reincorporan con sus familias y al día siguiente los regresan al nosocomio.
La dirección de Trabajo Social se vincula con la Procuraduría Social para hacer la gestión del apoyo al familiar; también se encarga de cubrir las necesidades que representa el cuidado del paciente, como atención en una casa hogar, o apoyos del gobierno.
LA CIFRA
115 Pacientes abandonados entre el año 2010 y lo que va de 2014
48 Internados en el olvido; es la cifra más alta registrada en un sólo año: 2013
70% De las personas olvidadas fueron reintegradas a su familia
12 Mil Egresos cuantifica el antiguo Hospital Civil, la mayoría adultos mayores
52 Millones de pesos se invertirán en la Unidad de Atención Geriátrica; estará lista el año próximo
Sigue: #debateinformador
¿Se deberían conceder recursos para el cuidado de pacientes abandonados en hospitales, o sancionar a la familia?
Participa en Twitter en el debate del día @informador
La mayoría son personas de la tercera edad. “Si antes el promedio era de un paciente geriátrico abandonado al mes, hoy son dos por mes”, explica el jefe del Servicio de Geriatría del Fray Antonio Alcalde, David Leal Mora.
Detalla que el olvido del adulto mayor se acompaña de otras complicaciones: “El anciano que tendría que haber permanecido hospitalizado entre cinco y ocho días al ser dado de alta, se pasa aquí hasta cuatro o seis semanas en tanto se le localiza algún lugar de asistencia social, lo que incrementa el riesgo de adquirir una infección hospitalaria”.
También, al no regresar los familiares, el nosocomio debe asumir los costos mientras el paciente es acomodado en un albergue. “Los costos son muy elevados, tanto para el hospital como para la sociedad. El recurso de una cama es importantísimo porque en lugar de destinarse al cuidado de la salud termina convirtiéndose en una cama de asistencia social”, afirma Leal Mora.
Mientras se le canaliza a una instancia de asistencia o llega algún cosaguíneo, el hospital se encarga de proporcionarles atención médica, alimentos y cuidados: “Seguimos viendo al internado y estando al pendiente de que no vaya a tener algún accidente o recaída, de que no vaya a contraer alguna infección”.
Refiere que la edad promedio del paciente abandonado en el Servicio de Geriatría es de 84 años y que entre las causas más comunes de hospitalización destacan las enfermedades crónico-degenerativas, descompensadas o agudizadas; así como las infecciosas. “Dentro de las principales tenemos la diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica agudizada, embolias, las infecciones de vías respiratorias y gastroenteritis”.
El especialista sostiene que en el desamparo del paciente geriátrico intervienen diversos factores. “Vemos a familias con problemas económicos para seguir sosteniendo los gastos, desgraciadamente la carga económica de los ancianos recae en las familias porque este país no ha acabado de solucionar una jubilación mínima indispensable para que los ancianos sean autosuficientes”.
Pero tampoco existen lugares que concedan cuidados completos de asistencia social a donde las personas de la tercera edad puedan acudir, “los pocos asilos que existen están saturados y dejan mucho que desear”. Agrega que también el factor de las relaciones interpersonales propicia el abandono, aunque lo que más se ha detectado son las dificultades económicas para sortear su manutención.
“Muchas veces el familiar quiere hacerse responsable pero económicamente le es imposible, y tiene como prioridades a sus hijos”, dice el jefe de Geriatría del Hospital Civil.
Aunado a ello, la jefa de Trabajo Social del nosocomio, María Guadalupe Macías Villagrán, señala que no hay una legislación que proteja realmente al adulto mayor.
Por otro lado, refiere que en el Civil no hay un presupuesto específico para la atención de estas personas, que necesitan sillas de ruedas o prótesis, “está la cobertura del Seguro Popular pero sigue siendo endeble”.
El director general del Organismo Público Descentralizado Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, destacó en el Simposio Internacional de Geriatría y Gerontología celebrado en 2013, que en la población mayor de 60 años se invierte hasta 40 por ciento más que en el común de los pacientes hospitalarios.
“Se destina más porque el paciente anciano no solamente viene por la enfermedad que lo aqueja; si tenemos un paciente joven en comparación con un anciano y los dos llegan con neumonía, el segundo se va a los cinco días, pero es más fácil que se complique la situación del paciente anciano, lo que prolonga la estancia hospitalaria y el costo de atención”, explica el jefe de Servicio de Geriatría, Leal Mora.
Detalla que los pacientes recibidos en el nosocomio llegan en muy malas condiciones, sin haber visto a un médico en los últimos tres años, dejando que la enfermedad evolucione hasta llegar en estado gravísimo. Además están quienes llegan solos, que representan a dos de cada 10 pacientes.
PROTECCIÓN
La ley sanciona el olvido
La Ley del Adulto Mayor, que entró en vigor en 2011, advierte que serán objeto de sanciones económicas quienes realicen cualquier acto de abandono, humillación, discriminación, burla, mofa, exploten, maltraten o abusen sexualmente de los adultos mayores. También prevén sanciones para quienes no compartan con los adultos mayores alimentación y cuidados.
FRASE
"Se destina más dinero al paciente anciano porque no sólo viene por enfermedad; es más fácil que se complique un paciente anciano, lo que prolonga la estancia hospitalaria "
David Leal Mora, jefe Geriatría.
CARENCIA DE ESPACIOS
Promueven estancias diurnas para cuidado de adultos mayores
Hasta hace 20 años, explica el jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, David Leal Mora, los programas de salud en Estados Unidos y Canadá favorecían a los ancianos para que vivieran en asilos, “hoy el enfoque ha cambiado y lo ideal es que el paciente tenga un lugar con quien vivir en su familia el mayor tiempo posible, cuesta menos mantenerlos saludables en sus casas”.
Ante el incremento de la esperanza de vida y la inversión de la pirámide poblacional, los expertos recomiendan buscar alternativas. Una de ellas son las estancias de día para el cuidado integral del adulto mayor.
Leal Mora refiere que si bien en Jalisco la mayoría de los adultos mayores viven con sus familiares, “el problema es que ahora ambos padres trabajan, los niños se van a la escuela y no hay quien cuide del anciano; es un problema que ya estamos viviendo actualmente y que se va a agudizar más”.
“No tenemos estancias, y los asilos de día tanto públicos como privados no admiten a los ancianos que requieren realmente de cuidados. Si quieres llevar a un familiar que se alimenta por sonda. Y si tiene úlceras, parálisis de medio cuerpo, no puede hablar, o padece demencia, difícilmente te lo aceptarán en un asilo, mucho menos en una estancia de día”, explica el jefe del Servicio de Geriatría.
De acuerdo con el doctor tampoco existen estancias de cuidados prolongados para los pacientes que tienen algún problema de salud, y que no se valen por sí mismos: “El problema es que no tenemos albergues, no podemos darlos en adopción, podríamos pero nadie los quiere, esa no es la solución”.
Para bajar la tasa de pacientes en desamparados, la jefa de Trabajo Social del Civil del nosocomio, María Guadalupe Macías Villagrán, coincide en la necesidad de guarderías sociales que reciban a los adultos mayores durante el día, “donde reciban atención médica en tiempo y forma, su alimentación de acuerdo a sus necesidades, terapias ocupacionales, rehabilitación física, actividades recreativas manuales”.
Para Leal Mora, la autoridad debe legislar para ofrecerle a este sector poblacional las necesidades que requieren, y así tengan dónde estar y quién los cuide, al menos una pensión mínima indispensable para su soporte. “Penalizar a los familiares no va a resolver el problema, incluso puede agudizarlo, porque luego sucede que el que debería de cuidar al anciano se va a la cárcel, quedando éste desprotegido”.
La trabajadora social Macías Villagrán expresa que debe asignarse un presupuesto específico para su atención y seguimiento: “Está el programa que les da una mensualidad pero cuando platicamos con los pacientes nos encontramos con que algunos lo reciben pero su familiar es el que lo distribuye, o en ocasiones no alcanzan a cubrir los requisitos”.
VOCES
Testimonios desde la camilla del hospital
Desde hace 52 días, Erick Gálvez García se encuentra postrado en la cama 33 de la Sala Francisco Macías Gutiérrez del Hospital Civil, luego de que un camión con grava le pasara por encima de su pierna derecha. Desde entonces no ha recibido visitas, sus familiares ni siquiera saben que está hospitalizado.
Hace dos años perdió la otra pierna al caer a las vías del tren cuando se dirigía a Culiacán a la siembra de chile. Antes, cuando tenía dos piernas, estuvo trabajando en Michoacán, Guanajuato, Distrito Federal, Chihuahua, y también en Estados Unidos.
“Iba hasta arriba del tren, y me caí con varios compas, mi pierna se quedó en las vías del tren, y gracias a Dios estoy vivo”.
A Guadalajara llegó ya en muletas, “así como estoy no puedo hacer mucho pero alcanzo a vender flores, chapulines y todo eso para poder agarrar pa mi comida y todo”. Hasta el día en que se accidentó, una pareja en Tlajomulco le daba hospedaje, ellos lo trajeron y se llevaron su maleta con todas sus pertenencias: unos cambios de ropa, una cobija y los números de teléfono de su familia, a la que no ha visto desde años nueve años que dejó su natal Tierra Blanca, en Veracruz.
Pero el ánimo nunca lo pierde y lo primero que hará al salir es ponerse a vender cualquier cosa: “No me puedo tirar para abajo, esté como esté tengo que hacer lo posible porque la vida me está dando muchas oportunidades y tengo que cambiar”.
De su familia no sabe nada, “así no puedo llegar porque mi jefa es diabética y si me mira amputado se va para atrás”, por eso, lo único que pide es una prótesis poder regresar a casa, al hogar que dejó tiempo atrás. Una prótesis para trabajar más, “yo puedo tejer, se hacer amacas; puedo hacer cualquier cosa, trabajar en la construcción, en el campo, el arte también me gusta”.
Casi diez años han pasado desde que dejó de ver a sus hijos. “Tengo una señora, pero es como si no tuviera nada porque lo perdí también todo con ella, tengo tres hijos en Veracruz. Lo mejor para mí era irme a trabajar para olvidar, pero a mis hijos nunca los olvido, ella cambió el número y ya no puedo comunicarme con ellos.
Eric sólo agradecer estar vivo y espera algún día volver a ver a los suyos. Por lo pronto, seguirá postrado en la cama 33 hasta que lo den de alta y pueda caminar con el único pie que le queda.
Erick Gálvez García , 45 años
Por tercera ocasión, Marta Carrasco ha sido hospitalizada en el Civil. Primero se contagió de VIH, luego le salió un tumor cancerígeno. “Me han puesto varias veces quimioterapia, pero no me ha servido, no me he sentido bien y mis defensas están muy bajas”, dice la paciente que se encuentra en aislamiento.
Originaria del Distrito Federal, la madre de cinco hijos llegó a Guadalajara hace siete meses, acompaña del más pequeño de sus hijos, luego de que del Hospital General de Balbuena la mandara para acá. Ahora vive en El Mesón de la Misericordia en la calle San Felipe 637. El Consejo Estatal para la Prevención del SIDA, COESIDA, fue la instancia que canalizó a la enferma al albergue.
“Primero me llevaron al Balbuena, me abrieron y me dijeron que me iban a mandar a otro hospital porque ahí no me podían atender y ya me trajeron para acá”.
Desde entonces su familia no la visita, tampoco ha tenido comunicación con ninguno de ellos. Los únicos que conocen su situación son su pareja y padre de su hijo de tres años; y su tía, pero tampoco van con ella.
“Mis otros cuatro hijos no saben que estoy aquí. Han de decir que ya estoy muerta, que dónde quedó su hermanito. La más chica se quedó con su abuela, los otros dos se quedaron con su papá y el más grande con otra pareja que tuve”.
Lo único que Marta quiere es salir en la tele para que sus hijos sepan que está bien, pues no tiene ningún teléfono para localizarlos.
A pesar de que las únicas visitas son las que recibe de las trabajadoras sociales del Mesón, asegura que no se siente sola. “Me siento bien de ánimo, me están atendiendo bien y aquí me tienen mucho cariño, me ven los doctores, las enfermeras”.
Marta espera que pronto termine su tratamiento para poder regresar a buscar a sus hijos. “Me van a poner otra vez la quimio y radio terapia, pero todavía no es mi hora, tengo que cuidar a mis hijos”.
La coordinadora de trabajo social del albergue que atiende mensualmente a 500 pacientes y familiares explica que se han comunicado con su pareja pero no ha podido venir por cuestiones económicas.
Marta Carrasco Aco, 34 años
Triplicarán capacidad de atención a ancianos
Con sede en el “Antiguo Civil” y con una inversión de 52 millones, la Unidad de Atención Geriátrica de Alta Especialidad estará lista el año próximo; y a decir del jefe del Servicio de este sector, David Leal Mora, “triplicará la capacidad de atención, y empezaremos a tener más respuesta para no diferir tanto, sobre todo las consultas porque el problema es que no sólo atendemos a los ancianos de la Entidad, sino también de otros estados”.
En México alrededor de diez por ciento de la población es mayor de 60 años; lo que en Jalisco representa de 600 mil a 700 mil adultos mayores.
“La tendencia epidemiológica sugiere que para los próximos cinco años este porcentaje se podrá incrementar a tres puntos porcentuales y ser entre 12% y 13%”, mencionó el director del Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, en el Simposio Internacional de Geriatría y Gerontología celebrado en 2013.
Ante ello, priorizó la necesidad de brindar a este sector atención especial; y es que de los 12 mil egresos anuales del nosocomio, alrededor de cuatro mil 500 corresponden a los adultos mayores de 60 y más años de edad, según el doctor Leal Mora.
El especialista en geriatría menciona que entre las características compartidas por este grupo está el padecimiento de al menos una enfermedad crónico degenerativa, lo que significa que son más dependientes para realizar sus actividades diarias, más frágiles y padecen mayores riesgos de presentar complicaciones.
LAS CIFRAS
Pacientes olvidados en hospitales civiles
Año Viejo Edad Nuevo Edad
2010 19 Entre los 22-68 años 3 Entre los 75, 76 y 70 años
2011 21 Entre los 30-75 años 3 Entre los 71, 75 y 70 años
2012 19 Entre los 35-70 años 2 Entre los 71 y 75 años
2013 45 Entre los 24-73 años 3 Entre los 63, 75 y 72 años
TOTAL 104 11
Baja cifra de abandonados en 2014
En los últimos años la cifra de pacientes abandonados se incrementó, en contraste en lo que va del 2014 el número ha bajado. “Es un problema preocupante, de repente bajó y llama la atención si realmente está bajando o es que la población está encubriendo esa situación”, reconoce la jefa de Trabajo Social del Hospital Civil, María Guadalupe Macías Villagrán.
Según reporta la institución, en lo que va del año se han tenido siete pacientes abandonados: “Tendríamos que revisar varias aristas, pudiera ser que siga habiendo pacientes abandonados pero que no los traigan al hospital; por un lado nosotros hemos hecho más énfasis de que el familiar no se desprenda tan fácilmente del paciente, tratamos de afianzar más su responsabilidad”.
Macías Villagrán sostiene que al advertir a los parientes que se reportará ante la Procuraduría Social en caso de que el paciente sea descuidado, “pudiera ser que eso los esté asustando y ya no los traen; pero por otro lado sigue habiendo una inconsciencia en algunos familiares que lejos de traerlos los dejan abandonados en sus propios hogares”.
Con una plantilla de 120 trabajadores, la dirección de Trabajo Social se encarga de localizar a los cosaguíneos del paciente para poderlos integrar a sus hogares y cuando esto no es posible, los derivan a otras instituciones como el Sistema DIF.
“Tratamos de hacer una coordinación con los vecinos para que nos den dirección o pauta con la familia para tener el acercamiento; se hacen visitas domiciliarias para ver las condiciones en las que vive el paciente”, dice y expresa que han tenido casos en que los reincorporan con sus familias y al día siguiente los regresan al nosocomio.
La dirección de Trabajo Social se vincula con la Procuraduría Social para hacer la gestión del apoyo al familiar; también se encarga de cubrir las necesidades que representa el cuidado del paciente, como atención en una casa hogar, o apoyos del gobierno.
LA CIFRA
115 Pacientes abandonados entre el año 2010 y lo que va de 2014
48 Internados en el olvido; es la cifra más alta registrada en un sólo año: 2013
70% De las personas olvidadas fueron reintegradas a su familia
12 Mil Egresos cuantifica el antiguo Hospital Civil, la mayoría adultos mayores
52 Millones de pesos se invertirán en la Unidad de Atención Geriátrica; estará lista el año próximo
Sigue: #debateinformador
¿Se deberían conceder recursos para el cuidado de pacientes abandonados en hospitales, o sancionar a la familia?
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