Internacional
Uganda despliega fuerzas de seguridad tras elecciones violentas
Horas después de que los colegios electorales abrieran sus puertas, efectivos del ejército de Uganda se trasladaron hasta las localidades de Mbale y Sironko, para tratar de frenar los enfrentamientos
KAMPALA, UGANDA (18/FEB/2011).- El Gobierno de Uganda desplegó hoy un elevado número de efectivos de sus Fuerzas de Seguridad por las calles de la capital del país poco después de finalizar la jornada electoral marcada por la violencia, en la que 13.9 millones de personas estaban llamados a elegir a su presidente y a su Parlamento.
Durante el día de hoy, tres personas murieron y varias resultaron heridas en diversos incidentes violentos que se registraron en distintas regiones de Uganda, especialmente en el este.
Pocas horas después de que los colegios electorales abrieran sus puertas, efectivos del ejército de Uganda se trasladaron hasta las localidades de Mbale y Sironko, en el este del país, para tratar de frenar los enfrentamientos que se estaban produciendo entre los seguidores de parlamentarios de distintos partidos.
Al finalizar los comicios, la portavoz de la Policía Judith Nabakooba aseguró, en una rueda de prensa, tras el despliegue de los efectivos en Kampala que quieren "asegurar a los ciudadanos que todas las fuerzas de seguridad están en estado de alerta".
"Estamos aquí para proteger a la población civil, y no permitiremos que nadie use la violencia", añadió Nabakooba.
El Gobierno de Uganda, encabezado por Yoweri Museveni, asegura que con la presencia de la policía militar, los soldados y los gendarmes en la capital del país, se trata de evitar que se produzcan más enfrentamientos con el inicio de la publicación de los resultados electorales.
Miembros de la oposición ya advirtieron de la posibilidad de que se produzcan serios enfrentamientos con la publicación de los resultados y han estado instando a los ugandeses que almacenen alimentos frente al caos que podría surgir.
Las primeras cifras apuntan a una carrera muy reñida entre Museveni y el líder de la oposición, Kizza Besigye, mientras que el candidato Norberto Mao parece situarse en la tercera posición.
Además, resultados provisionales también indican que la oposición podría mejorar su presencia en el Parlamento, puesto que varios de los miembros del partido gubernamental han perdido sus escaños.
Besigye, un oficial retirado y compañero de armas del jefe de Estado durante las guerra de 1981 a 1986 que llegó ser médico personal de Museveni, ha ido ganando popularidad con los años y en las pasadas elecciones se hizo con un 37 por ciento de los votos.
Aunque el líder de la oposición ya ha perdido frente a Museveni en los comicios de 2001 y de 2006, en las que denunció serias irregularidades y fraude, Besigye ha asegurado que esta vez no esperará a obtener una sentencia de la justicia ugandesa, sino que "apelará al tribunal del pueblo de Uganda".
Según los expertos, la tensa situación que se vive en el país podría llevar a que se repita la violencia postelectoral de Kenia de 2008, cuando seguidores de Raila Odinga, que encabezaba la oposición, se negaron a aceptar los resultados de los comicios, lo que llevó a un intenso conflicto en el que murieron más de mil 500 personas.
Por su parte, Museveni, que se enfrenta a siete oponentes y que intenta alargar otros cinco años su mandato tras permanecer al frente del país durante 25, dijo a los periodistas mientras esperaba a votar en el municipio de Kiruhura, al oeste del país, que prevé que se hará con más de un 85 por ciento de los sufragios.
Al menos 10 mil observadores internacionales y 30 mil locales, además de 5.000 policías, están repartidos por toda Uganda para vigilar los comicios generales, los segundos desde la instauración del sistema multipartito en el país en 2005.
Cerca de 13.9 millones de ugandeses estaban registrados para votar hoy en las elecciones generales para elegir al que será su presidente durante los próximos cinco años entre ocho candidatos y a los miembros de su Parlamento.
Durante el día de hoy, tres personas murieron y varias resultaron heridas en diversos incidentes violentos que se registraron en distintas regiones de Uganda, especialmente en el este.
Pocas horas después de que los colegios electorales abrieran sus puertas, efectivos del ejército de Uganda se trasladaron hasta las localidades de Mbale y Sironko, en el este del país, para tratar de frenar los enfrentamientos que se estaban produciendo entre los seguidores de parlamentarios de distintos partidos.
Al finalizar los comicios, la portavoz de la Policía Judith Nabakooba aseguró, en una rueda de prensa, tras el despliegue de los efectivos en Kampala que quieren "asegurar a los ciudadanos que todas las fuerzas de seguridad están en estado de alerta".
"Estamos aquí para proteger a la población civil, y no permitiremos que nadie use la violencia", añadió Nabakooba.
El Gobierno de Uganda, encabezado por Yoweri Museveni, asegura que con la presencia de la policía militar, los soldados y los gendarmes en la capital del país, se trata de evitar que se produzcan más enfrentamientos con el inicio de la publicación de los resultados electorales.
Miembros de la oposición ya advirtieron de la posibilidad de que se produzcan serios enfrentamientos con la publicación de los resultados y han estado instando a los ugandeses que almacenen alimentos frente al caos que podría surgir.
Las primeras cifras apuntan a una carrera muy reñida entre Museveni y el líder de la oposición, Kizza Besigye, mientras que el candidato Norberto Mao parece situarse en la tercera posición.
Además, resultados provisionales también indican que la oposición podría mejorar su presencia en el Parlamento, puesto que varios de los miembros del partido gubernamental han perdido sus escaños.
Besigye, un oficial retirado y compañero de armas del jefe de Estado durante las guerra de 1981 a 1986 que llegó ser médico personal de Museveni, ha ido ganando popularidad con los años y en las pasadas elecciones se hizo con un 37 por ciento de los votos.
Aunque el líder de la oposición ya ha perdido frente a Museveni en los comicios de 2001 y de 2006, en las que denunció serias irregularidades y fraude, Besigye ha asegurado que esta vez no esperará a obtener una sentencia de la justicia ugandesa, sino que "apelará al tribunal del pueblo de Uganda".
Según los expertos, la tensa situación que se vive en el país podría llevar a que se repita la violencia postelectoral de Kenia de 2008, cuando seguidores de Raila Odinga, que encabezaba la oposición, se negaron a aceptar los resultados de los comicios, lo que llevó a un intenso conflicto en el que murieron más de mil 500 personas.
Por su parte, Museveni, que se enfrenta a siete oponentes y que intenta alargar otros cinco años su mandato tras permanecer al frente del país durante 25, dijo a los periodistas mientras esperaba a votar en el municipio de Kiruhura, al oeste del país, que prevé que se hará con más de un 85 por ciento de los sufragios.
Al menos 10 mil observadores internacionales y 30 mil locales, además de 5.000 policías, están repartidos por toda Uganda para vigilar los comicios generales, los segundos desde la instauración del sistema multipartito en el país en 2005.
Cerca de 13.9 millones de ugandeses estaban registrados para votar hoy en las elecciones generales para elegir al que será su presidente durante los próximos cinco años entre ocho candidatos y a los miembros de su Parlamento.