Internacional

Siniestro pone en duda sistema penitenciario

Los protocolos de seguridad del penal impidieron que los bomberos comenzaran su trabajo de inmediato

TEGUCIGALPA, HONDURAS (16/FEB/2012).- La muerte de alrededor de 370 reos en una cárcel de Honduras de nuevo evidencia que las prisiones de este país solamente son seguras en los planes y diseños en papel, los cuales surgen cada que vez que ocurre una tragedia en los centros penales.

Los reos murieron calcinados o asfixiados en un incendio en la Granja Penal,  en el Centro de Honduras, afirmó el ministro de Seguridad, Pompeyo  Bonilla, sin descartar que la cifra aumente.

Las 24 cárceles que constituyen el sistema penitenciario hondureño están colapsadas desde hace varios años, pero las autoridades solamente retoman el asunto cuando ocurren matanzas o incendios que dejan muertes y ruinas materiales.

La muerte el 5 de abril de 2003 de 66 reos y tres mujeres, incluida una niña, que visitaban a parientes suyos en la Granja Penal de El Porvenir, en el Caribe hondureño, hizo creer a muchos ciudadanos del país centroamericano que el trágico suceso marcaría una verdadera reforma de todas las cárceles.

Pero un año después, el 17 de mayo de 2004, morían quemados en un incendio 107 reos del presidio de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, en el Norte, por fallas estructurales.

Tras los dos hechos sangrientos, abundaron las declaraciones oficiales anunciando medidas preventivas y la mejora de la seguridad interna, y sobraron proyectos de cárceles seguras para garantizar la rehabilitación de los reos.

La sociedad civil y otros sectores, entre ellos la Iglesia Católica propusieron un sitio seguro para el nuevo presidio de esa ciudad, cuya construcción ofrecieron empresarios israelíes, pero el proyecto aún no tiene ni cimientos, ni paredes, ni barrotes.

El hacinamiento es otro de los problemas que caracterizan el sistema penitenciario de Honduras, donde las cárceles a veces tienen más del doble de reos de los que son capaces de albergar.

En todo el país hay más de 12 mil presos, algunos de los cuales llevan varios años encerrados sin que se les haya hecho justicia.

En la tragedia de ayer, los bomberos también se vieron limitados por los protocolos de la prisión.

El Cuerpo de Bomberos tiene su sede a sólo dos minutos de la Granja Penal de Comayagua (Honduras), pero tuvo que esperar entre cuatro y seis minutos para entrar a sofocar el incendio que causó la muerte de más de 350 reos, dijo el jefe de la entidad de socorro, Leonel Silva.

La demora se debió a que los bomberos tuvieron que esperar, en una estación de servicio de combustibles cercana, que las autoridades del recinto cumplieran con su protocolo para controlar la situación de seguridad y evitar una fuga masiva.

Para algunas autoridades, las cárceles del país son “universidades del crimen”, mientras que organismos de derechos humanos han reiterado que son verdaderas bombas de tiempo con una mecha corta encendida. Seguras, solamente en el papel.

REACCIONES
Condolencias y apoyo internacional


México

La SRE enviará un equipo de médicos forenses para ayudar a identificar los cadáveres del incendio ocurrido en el penal de Comayagua. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que luego de la emergencia en ese país, por instrucciones del presidente Felipe Calderón, los especialistas viajarán a Tegucigalpa. Cinco médicos forenses mexicanos ayudarán en el proceso de identificación de las víctimas del incendio en el penal hondureño.

Sobrevivientes

Los gritos de auxilio, dolor o pavor y una columna de humo que emanaba del módulo seis alertaron al resto de prisioneros de la tragedía en el penal de Comayagua. “Nosotros rompimos el techo y salimos pero vimos como morían en el módulo de enfrente. (Los presos) querían salir pero estaba cerrado. Todos murieron, esto fue algo horrible, es una pesadilla”, relató Eladio Chicas, un reo que cumple una condena de 39 años, de los cuales ya purgó 15.

República dominicana

El presidente Leonel Fernández expresó sus condolencias y solidaridad al mandatario hondureño, Porfirio Lobo, por la “tragedia”. Fernández agregó: “En estos momentos de indescriptible dolor, la República Dominicana se une, en un abrazo solidario, a los familiares que han sufrido la pérdida irreparable de sus parientes, y, de igual manera, al resto de la población hondureña conmocionada por la tragedia”, que ha “impactado a todo un continente”.

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