Internacional
Reo que fumaba habría causado incendio de cárcel hondureña
En la cárcel de Comayagua murieron 359 reclusos debido al incendio que se desató al interior del penal
TEGUCIGALPA, HONDURAS (21/FEB/2012).- El fiscal general dijo el martes que el descuido de un preso que se durmió mientras fumaba podría ser la causa del incendio de la cárcel Comayagua en el que murieron 359 reclusos y afirmó que el siniestro fue accidental y no provocado intencionalmente.
"Esa hipótesis (del reo que fumaba) es la predominante en este momento, según las numerosas declaraciones de los testigos", afirmó el fiscal general de la república, Luis Alberto Rubí, sobre las causas del incendio ocurrido el miércoles de la semana pasada.
"Pero aún no precisamos cual de los prisioneros fumaba y se durmió. El cigarrillo habría caído al colchón, que se incendió y causó la tragedia", añadió.
El fiscal también descartó impactos de bala como causa de muerte en el incendio de la cárcel de Comayagua, tras ser practicadas 277 autopsias del total de 359 cuerpos de las víctimas, según declaraciones divulgadas este martes en la prensa local.
"Ninguna de las causas de muerte fue (...) arma de fuego, de ninguna manera", afirmó el fiscal del Ministerio Público ante insistentes denuncias de parientes de víctimas del siniestro, ocurrido el 14 de febrero en Comayagua, 90 km al norte de Tegucigalpa.
El funcionario indicó que la versión es respaldada por seis expertos del buró de Bebidas Alcohólicas, Armas de Fuego y Tabaco de Estados Unidos (ATF, en inglés), que investigan el caso.
El asunto es de gran relevancia considerando el malestar que prevalece entre los más de 500 parientes de las víctimas que presionan al gobierno para aclarar la situación y que han protagonizado dos disturbios en seis días.
"El incendio fue accidental y no inducido por mano criminal, según datos preliminares", subrayó Rubí.
Después del incendio, surgió rápidamente las versiones populares de que un recluso había incendiado intencionalmente su colchón en una riña carcelaria y bajo el efecto de drogas, desatando el fuego, y que los guardias del centro penal habían disparado contra los reos.
En una entrevista al canal 5 de la televisión local, Rubí informó que el incendio comenzó en el centro del módulo número 6 de la granja penal de Comayagua, a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Sostuvo que los 25 médicos forenses de Chile, El Salvador, Guatemala y Honduras han practicado hasta ahora la autopsia a 277 cadáveres y que ninguno de ellos presenta evidencias de disparos. Faltan 82 autopsias.
"Veremos si alguno de esos cuerpos que no son analizados tienen orificios de bala", aseguró Gloria Marina Redondo, vocera de los parientes de las víctimas. Ella participó en la entrevista televisiva junto a Rubí.
Redondo admitió que su esposo cumplió la sentencia de seis años de prisión por homicidio en septiembre pasado y que aún no había sido liberado por la lentitud de los tribunales en aplicar justicia.
El equipo estadounidense de la ATF trabaja desde el viernes en Comayagua para identificar el origen del incendio.
Muchos reos murieron calcinados abrazados a los barrotes de las celdas, otros asfixiados por el humo o ahogados al lanzarse a pilas de agua del penal en un intento de protegerse de las llamas.
El fiscal dijo que, de acuerdo a las investigaciones preliminares, "se descartó también que el siniestro fue provocado por el uso de gasolina".
Algunos de los sobrevivientes y sus familiares acusaron inicialmente a los guardias de haber rociado con gasolina la partes trasera del edificio carcelario para provocar las llamas y matar así a los reclusos.
"Esa hipótesis (del reo que fumaba) es la predominante en este momento, según las numerosas declaraciones de los testigos", afirmó el fiscal general de la república, Luis Alberto Rubí, sobre las causas del incendio ocurrido el miércoles de la semana pasada.
"Pero aún no precisamos cual de los prisioneros fumaba y se durmió. El cigarrillo habría caído al colchón, que se incendió y causó la tragedia", añadió.
El fiscal también descartó impactos de bala como causa de muerte en el incendio de la cárcel de Comayagua, tras ser practicadas 277 autopsias del total de 359 cuerpos de las víctimas, según declaraciones divulgadas este martes en la prensa local.
"Ninguna de las causas de muerte fue (...) arma de fuego, de ninguna manera", afirmó el fiscal del Ministerio Público ante insistentes denuncias de parientes de víctimas del siniestro, ocurrido el 14 de febrero en Comayagua, 90 km al norte de Tegucigalpa.
El funcionario indicó que la versión es respaldada por seis expertos del buró de Bebidas Alcohólicas, Armas de Fuego y Tabaco de Estados Unidos (ATF, en inglés), que investigan el caso.
El asunto es de gran relevancia considerando el malestar que prevalece entre los más de 500 parientes de las víctimas que presionan al gobierno para aclarar la situación y que han protagonizado dos disturbios en seis días.
"El incendio fue accidental y no inducido por mano criminal, según datos preliminares", subrayó Rubí.
Después del incendio, surgió rápidamente las versiones populares de que un recluso había incendiado intencionalmente su colchón en una riña carcelaria y bajo el efecto de drogas, desatando el fuego, y que los guardias del centro penal habían disparado contra los reos.
En una entrevista al canal 5 de la televisión local, Rubí informó que el incendio comenzó en el centro del módulo número 6 de la granja penal de Comayagua, a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Sostuvo que los 25 médicos forenses de Chile, El Salvador, Guatemala y Honduras han practicado hasta ahora la autopsia a 277 cadáveres y que ninguno de ellos presenta evidencias de disparos. Faltan 82 autopsias.
"Veremos si alguno de esos cuerpos que no son analizados tienen orificios de bala", aseguró Gloria Marina Redondo, vocera de los parientes de las víctimas. Ella participó en la entrevista televisiva junto a Rubí.
Redondo admitió que su esposo cumplió la sentencia de seis años de prisión por homicidio en septiembre pasado y que aún no había sido liberado por la lentitud de los tribunales en aplicar justicia.
El equipo estadounidense de la ATF trabaja desde el viernes en Comayagua para identificar el origen del incendio.
Muchos reos murieron calcinados abrazados a los barrotes de las celdas, otros asfixiados por el humo o ahogados al lanzarse a pilas de agua del penal en un intento de protegerse de las llamas.
El fiscal dijo que, de acuerdo a las investigaciones preliminares, "se descartó también que el siniestro fue provocado por el uso de gasolina".
Algunos de los sobrevivientes y sus familiares acusaron inicialmente a los guardias de haber rociado con gasolina la partes trasera del edificio carcelario para provocar las llamas y matar así a los reclusos.