Internacional
Prolongarán intervención militar de Francia en Mali
Prevén que para julio, el contingente deberá ser reducido hasta los dos mil efectivos en la región
PARÍS, FRANCIA (22/ABR/2013).- La Asamblea Nacional y el Senado de Francia autorizaron hoy al Gobierno galo a prolongar la intervención militar en Mali, donde las tropas francesas fueron desplegadas el pasado enero a petición de Bakamo ante el avance islamista desde el norte hacia la capital.
De los cuatro mil 500 militares que Francia ha llegado a tener desplazados en Mali en el curso de la operación "Serval", unos 500 han sido ya retirados y para el próximo mes de julio el contingente deberá rebajarse hasta los dos mil efectivos, explicó en la Asamblea el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Superada esa fecha, Francia mantendrá en Mali unos mil uniformados para apoyar en la lucha "contra el terrorismo" de la misión que se espera apruebe en los próximos días el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Francia es miembro permanente, explicó el ministro de Exteriores, Laurent Fabius.
Además, la ONU contará con los cerca de seis mil 300 militares de otros países africanos que intervienen actualmente en Mali en el marco de la misión "Misma", y estudia enviar a la región 11 mil 200 cascos azules y mil 400 policías.
En paralelo, se desarrolla una misión de formación para el Ejército de Mali en la que participan medio millar de instructores de la Unión Europea (UE).
La operación, en la que solo se han producido hasta ahora cinco bajas francesas y que el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, calificó hoy como "un éxito", se prolongará en virtud del mandato de la Asamblea y el Senado, donde todos los partidos votaron a favor, salvo le Frente de Izquierda (FG), que se abstuvo.
"Francia debe ayudar a Mali a recuperar la paz", dijo Ayrault en la cámara baja para solicitar que el favor del Parlamento en virtud del artículo 35-3 de la Constitución francesa, que contempla que diputados y senadores deben aprobar la extensión de cualquier operación militar exterior que se prolongue más de cuatro meses.
Entre las pocas críticas contra la intervención que se escucharon en el hemiciclo, se dejó notar un lamento de los conservadores ante la escasa ayuda que la Unión Europea ha aportado, mientras que otros diputados abogaron por que Bruselas no compute como déficit los gastos de este tipo de misiones, que suponen unos 2,7 millones de euros diarios al contribuyente francés.
Se trata, a juicio del Gobierno francés, de una operación que no solo busca que Mali recupere la integridad territorial, sino que contribuye además a la lucha global contra el terrorismo islamista, que tiene en el área del Sahel uno de sus "santuarios" en el que se nutre del narcotráfico, el contrabando y los secuestros, según lo describe el Ejecutivo francés.
La misión "Serval" fue lanzada el pasado 11 de enero con carácter de urgencia por orden del presidente de Francia, François Hollande, después de que el gobierno maliense solicitase ayuda ante el avance de grupos islamistas hacia la capital, Bamako.
Francia empleó primero aviones de combate y después tropas de tierra para, junto con soldados africanos, reducir a los islamistas, recuperar ciudades como Tumbuctú y Gao y hacerles recular hasta la extensa zona montañosa de Ifogas, en el extremo noreste del país.
Francia quiere que Mali recupere ahora la estabilidad, concluida la fase más belicosa de la misión, en la que se han producido cinco bajas francesas y en la que han muerto al menos 63 soldados malienses, 26 soldados chadianos, dos togoleses y un voltense, además de unos 600 rebeldes islámicos.
En ese sentido, "otra cita de importancia" son las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo mes de julio, señaló el primer ministro.
Además, Ayrault se dijo favorable a una solución dialogada, no con los grupos islamistas de la red de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) a los que combaten tropas francesas y africanas, sino a los rebeldes tuareg del norte del país, incluidos los miembros del grupo armado MNLA si estos "renuncian a sus armas".
Entre las preocupaciones de París también está la suerte de los siete ciudadanos franceses secuestrados por los islamistas en ese país.
De los cuatro mil 500 militares que Francia ha llegado a tener desplazados en Mali en el curso de la operación "Serval", unos 500 han sido ya retirados y para el próximo mes de julio el contingente deberá rebajarse hasta los dos mil efectivos, explicó en la Asamblea el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Superada esa fecha, Francia mantendrá en Mali unos mil uniformados para apoyar en la lucha "contra el terrorismo" de la misión que se espera apruebe en los próximos días el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Francia es miembro permanente, explicó el ministro de Exteriores, Laurent Fabius.
Además, la ONU contará con los cerca de seis mil 300 militares de otros países africanos que intervienen actualmente en Mali en el marco de la misión "Misma", y estudia enviar a la región 11 mil 200 cascos azules y mil 400 policías.
En paralelo, se desarrolla una misión de formación para el Ejército de Mali en la que participan medio millar de instructores de la Unión Europea (UE).
La operación, en la que solo se han producido hasta ahora cinco bajas francesas y que el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, calificó hoy como "un éxito", se prolongará en virtud del mandato de la Asamblea y el Senado, donde todos los partidos votaron a favor, salvo le Frente de Izquierda (FG), que se abstuvo.
"Francia debe ayudar a Mali a recuperar la paz", dijo Ayrault en la cámara baja para solicitar que el favor del Parlamento en virtud del artículo 35-3 de la Constitución francesa, que contempla que diputados y senadores deben aprobar la extensión de cualquier operación militar exterior que se prolongue más de cuatro meses.
Entre las pocas críticas contra la intervención que se escucharon en el hemiciclo, se dejó notar un lamento de los conservadores ante la escasa ayuda que la Unión Europea ha aportado, mientras que otros diputados abogaron por que Bruselas no compute como déficit los gastos de este tipo de misiones, que suponen unos 2,7 millones de euros diarios al contribuyente francés.
Se trata, a juicio del Gobierno francés, de una operación que no solo busca que Mali recupere la integridad territorial, sino que contribuye además a la lucha global contra el terrorismo islamista, que tiene en el área del Sahel uno de sus "santuarios" en el que se nutre del narcotráfico, el contrabando y los secuestros, según lo describe el Ejecutivo francés.
La misión "Serval" fue lanzada el pasado 11 de enero con carácter de urgencia por orden del presidente de Francia, François Hollande, después de que el gobierno maliense solicitase ayuda ante el avance de grupos islamistas hacia la capital, Bamako.
Francia empleó primero aviones de combate y después tropas de tierra para, junto con soldados africanos, reducir a los islamistas, recuperar ciudades como Tumbuctú y Gao y hacerles recular hasta la extensa zona montañosa de Ifogas, en el extremo noreste del país.
Francia quiere que Mali recupere ahora la estabilidad, concluida la fase más belicosa de la misión, en la que se han producido cinco bajas francesas y en la que han muerto al menos 63 soldados malienses, 26 soldados chadianos, dos togoleses y un voltense, además de unos 600 rebeldes islámicos.
En ese sentido, "otra cita de importancia" son las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo mes de julio, señaló el primer ministro.
Además, Ayrault se dijo favorable a una solución dialogada, no con los grupos islamistas de la red de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) a los que combaten tropas francesas y africanas, sino a los rebeldes tuareg del norte del país, incluidos los miembros del grupo armado MNLA si estos "renuncian a sus armas".
Entre las preocupaciones de París también está la suerte de los siete ciudadanos franceses secuestrados por los islamistas en ese país.