Internacional
Panamá condena atentados que dejaron más de 60 muertos en Libia
La Cancillería panameña reitera el llamado a respetar los derechos humanos, la paz y la seguridad internacional
PANAMÁ, PANAMÁ (09/ENE/2016).- El Gobierno de
Panamá condenó hoy los atentados yihadistas que causaron el pasado jueves al menos 60 muertos y cientos de heridos en Libia.
"Panamá y su pueblo extienden su solidaridad con el pueblo y gobierno de Libia, en especial los familiares de las víctimas, y reitera el llamado a respetar los derechos humanos, la paz y la seguridad internacional, y el cese de la violencia en todas sus formas", manifestó la Cancillería panameña.
Alrededor de 60 personas murieron y más de 130 resultaron heridas al estallar un camión bomba frente a la base militar de la ciudad libia de Zlintan, 175 kilómetros al este de Trípoli, en lo que fue el atentado yihadista más grave perpetrado en Libia en los últimos meses.
Según relataron a la agencia fuentes de Seguridad, el ataque fue obra de un conductor suicida que empotró un camión cargado de explosivos contra un grupo de reclutas que esperaban a la puerta de un centro de reclutamiento de la guardia costera.
Horas después, seis agentes de seguridad de instalaciones petroleras y un civil perdieron la vida en un segundo ataque, esta vez contra un puesto de control en la ciudad de Ras Lanuf, en el este de Libia.
Los atentados se producen en medio de una ofensiva lanzada el lunes por los grupos yihadistas libios afines a la organización Estado Islámico para hacerse con el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.
El enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, urgió ayer a todos los partidos y grupos libios a esforzarse al máximo para evitar que los recursos petroleros caigan en poder del Estado Islámico.
Este intento de conquista de las zonas petroleras supone una intensificación de la ofensiva de los yihadistas en Libia, que en 2015 aprovecharon el conflicto político y militar entre los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk para asentar su posición y ampliar su territorio.
En los últimos doce meses, los radicales se han establecido en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y conquistado la mayor parte de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli.
Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras del país y penetrado en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.
"Panamá y su pueblo extienden su solidaridad con el pueblo y gobierno de Libia, en especial los familiares de las víctimas, y reitera el llamado a respetar los derechos humanos, la paz y la seguridad internacional, y el cese de la violencia en todas sus formas", manifestó la Cancillería panameña.
Alrededor de 60 personas murieron y más de 130 resultaron heridas al estallar un camión bomba frente a la base militar de la ciudad libia de Zlintan, 175 kilómetros al este de Trípoli, en lo que fue el atentado yihadista más grave perpetrado en Libia en los últimos meses.
Según relataron a la agencia fuentes de Seguridad, el ataque fue obra de un conductor suicida que empotró un camión cargado de explosivos contra un grupo de reclutas que esperaban a la puerta de un centro de reclutamiento de la guardia costera.
Horas después, seis agentes de seguridad de instalaciones petroleras y un civil perdieron la vida en un segundo ataque, esta vez contra un puesto de control en la ciudad de Ras Lanuf, en el este de Libia.
Los atentados se producen en medio de una ofensiva lanzada el lunes por los grupos yihadistas libios afines a la organización Estado Islámico para hacerse con el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.
El enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, urgió ayer a todos los partidos y grupos libios a esforzarse al máximo para evitar que los recursos petroleros caigan en poder del Estado Islámico.
Este intento de conquista de las zonas petroleras supone una intensificación de la ofensiva de los yihadistas en Libia, que en 2015 aprovecharon el conflicto político y militar entre los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk para asentar su posición y ampliar su territorio.
En los últimos doce meses, los radicales se han establecido en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y conquistado la mayor parte de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli.
Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras del país y penetrado en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.