Internacional
Obama anuncia oficialmente cese de espionaje telefónico de NSA
Pide al Congreso que apruebe la propuesta lo antes posible
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (27/MAR/2014).- El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, presentó hoy formalmente su plan para poner fin al espionaje masivo y acumulación de datos telefónicos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), con el que busca recuperar la confianza ciudadana, y pidió al Congreso que lo apruebe lo antes posible.
Los detalles de la propuesta ya habían sido adelantados esta semana por la prensa estadounidense y confirmados por el propio Obama, quien explicó, en un comunicado, que su propósito es que esos datos dejen de estar en manos del Gobierno y permanezcan bajo el control de las compañías telefónicas.
"He decidido que el mejor camino a seguir es que el Gobierno no debe recoger ni almacenar esos datos de forma masiva", precisó Obama, que hoy visitó al papa Francisco en el Vaticano en el marco de una gira por Europa y Arabia Saudí.
Bajo el plan de Obama serán las compañías telefónicas las que mantengan el control sobre esos datos y los conserven por un periodo máximo de 18 meses, como establece la legislación actual.
La NSA únicamente podrá acceder a ellos en circunstancias específicas, siempre tras haber obtenido autorización del tribunal secreto creado por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por su sigla en inglés) y cuando haya una sospecha razonable de que el número telefónico está conectado a un terrorista.
No obstante, altos funcionarios de la Casa Blanca explicaron bajo anonimato en una conferencia telefónica que, en ciertas situaciones "de emergencia" para la seguridad nacional, el Gobierno no tendrá que pedir autorización judicial para acceder a los datos.
Este viernes vence el plazo para presentar reformas
En un discurso en enero pasado, Obama ya anticipó que había que buscar la forma de que la NSA dejara de tener el control sobre esos registros telefónicos, pero sin mermar la utilidad que, a su juicio, tiene esa herramienta para la lucha antiterrorista.
Obama fijó entonces un plazo, que vencía este viernes, para que el Departamento de Justicia y los organismos de inteligencia le presentaran posibles reformas.
Los cambios por los que se ha decantado el Gobierno "asegurarán que tenemos la información que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades de inteligencia, al tiempo que mejoramos la confianza ciudadana en la forma en que se recolecta y gestiona esa información", sostuvo hoy Obama en el comunicado enviado por la Casa Blanca.
Además, el presidente indicó que ha ordenado al Departamento de Justicia volver a autorizar el programa existente de recolección de datos de la NSA durante 90 días más para dar tiempo al Congreso a aprobar una nueva normativa con las modificaciones propuestas.
Los legisladores llevan ya varios meses debatiendo sobre posibles reformas a los programas de la NSA y se han presentado dos proyectos de ley al respecto hasta la fecha.
En octubre pasado el demócrata Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado, y el legislador republicano Jim Sensenbrenner presentaron una medida con la que el Gobierno puede solicitar acceso a los registros telefónicos si demuestra que son relevantes para una investigación en curso.
Y este martes los líderes del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes divulgaron su propio plan, en el que la NSA puede solicitar el acceso a un registro telefónico cuando haya una "sospecha razonable" de terrorismo y, con posterioridad, pedir la autorización al tribunal secreto.
Los detalles de la propuesta ya habían sido adelantados esta semana por la prensa estadounidense y confirmados por el propio Obama, quien explicó, en un comunicado, que su propósito es que esos datos dejen de estar en manos del Gobierno y permanezcan bajo el control de las compañías telefónicas.
"He decidido que el mejor camino a seguir es que el Gobierno no debe recoger ni almacenar esos datos de forma masiva", precisó Obama, que hoy visitó al papa Francisco en el Vaticano en el marco de una gira por Europa y Arabia Saudí.
Bajo el plan de Obama serán las compañías telefónicas las que mantengan el control sobre esos datos y los conserven por un periodo máximo de 18 meses, como establece la legislación actual.
La NSA únicamente podrá acceder a ellos en circunstancias específicas, siempre tras haber obtenido autorización del tribunal secreto creado por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por su sigla en inglés) y cuando haya una sospecha razonable de que el número telefónico está conectado a un terrorista.
No obstante, altos funcionarios de la Casa Blanca explicaron bajo anonimato en una conferencia telefónica que, en ciertas situaciones "de emergencia" para la seguridad nacional, el Gobierno no tendrá que pedir autorización judicial para acceder a los datos.
Este viernes vence el plazo para presentar reformas
En un discurso en enero pasado, Obama ya anticipó que había que buscar la forma de que la NSA dejara de tener el control sobre esos registros telefónicos, pero sin mermar la utilidad que, a su juicio, tiene esa herramienta para la lucha antiterrorista.
Obama fijó entonces un plazo, que vencía este viernes, para que el Departamento de Justicia y los organismos de inteligencia le presentaran posibles reformas.
Los cambios por los que se ha decantado el Gobierno "asegurarán que tenemos la información que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades de inteligencia, al tiempo que mejoramos la confianza ciudadana en la forma en que se recolecta y gestiona esa información", sostuvo hoy Obama en el comunicado enviado por la Casa Blanca.
Además, el presidente indicó que ha ordenado al Departamento de Justicia volver a autorizar el programa existente de recolección de datos de la NSA durante 90 días más para dar tiempo al Congreso a aprobar una nueva normativa con las modificaciones propuestas.
Los legisladores llevan ya varios meses debatiendo sobre posibles reformas a los programas de la NSA y se han presentado dos proyectos de ley al respecto hasta la fecha.
En octubre pasado el demócrata Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado, y el legislador republicano Jim Sensenbrenner presentaron una medida con la que el Gobierno puede solicitar acceso a los registros telefónicos si demuestra que son relevantes para una investigación en curso.
Y este martes los líderes del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes divulgaron su propio plan, en el que la NSA puede solicitar el acceso a un registro telefónico cuando haya una "sospecha razonable" de terrorismo y, con posterioridad, pedir la autorización al tribunal secreto.