Internacional
Latinoamérica felicita al sucesor de Hugo Chávez
Los países destacan su disposición para reforzar los lazos con Venezuela
CARACAS, VENEZUELA (16/ABR/2013).- Ante el triunfo de Nicolás Maduro, en los comicios presidenciales de Venezuela, las felicitaciones de los países de Latinoamérica interesados en mantener una buena relación con el país sudamericano no se hicieron esperar, entre ellos México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay y Guatemala.
El Gobierno de México expresó sus más sinceras felicitaciones” a Nicolás Maduro. “Este triunfo se da en el contexto de una jornada electoral con amplia participación del pueblo venezolano y en un reconocido ambiente de paz”, señala la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
México “reitera su plena disposición de continuar fortaleciendo los lazos de amistad y cooperación que históricamente han unido a nuestro país con la República Bolivariana de Venezuela”.
En los sexenios anteriores —de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón— se había perdido la relación entre México y Venezuela, pero ahora que regresó el PRI al poder, con Peña Nieto, se ha estrechado el vínculo entre ambos países.
Hay que recordar que el Mandatario mexicano estuvo presente en el funeral de Hugo Chávez, el pasado 8 de marzo.
Actualmente, ni México ni Venezuela cuentan con un embajador en las sedes diplomáticas de cada país, pero en esa ocasión Peña Nieto confirmó que de parte de los venezolanos ya había una persona postulada que aún no ha presentado sus cartas credenciales, mientras que él también propondría a un diplomático.
Por su parte, la presidenta Dilma Rousseff felicitó por teléfono a Nicolás Maduro, destacó el “clima de normalidad” en las votaciones del domingo, cuestionadas por la oposición venezolana, y aseguró “estar lista para trabajar con el nuevo Gobierno”.
Brasil y Venezuela son socios del Mercosur, que integran además Argentina, Uruguay y Paraguay, este último suspendido temporalmente.
Los dos países estrecharon sus relaciones desde la llegada de Chávez al poder en 1999.
En tanto, Guatemala, otro país interesado en Venezuela, deseó “éxito” a la administración del nuevo presidente. El presidente Otto Pérez, señaló que se dará seguimiento a la intención de Guatemala de adherirse a Petrocaribe.
De la misma forma, Uruguay, Chile, Colombia y Paraguay, expresaron sus felicitaciones a Nicolás Maduro por su victoria, destacando su confianza en los resultados del proceso electoral.
FRASE
''Mayoría es mayoría, y debe respetarse en democracia, no se debe buscar emboscar o inventos para vulnerar la soberanía popular''.
Nicolás Maduro, presidente electo de Venezuela.
> ANÁLISIS
Maduro gana; Capriles triunfa
Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez, UDEG
El domingo en Venezuela, quedaron en claro muchas cosas.
El miedo mal disimulado del chavismo hacia la alternativa que representa el liderazgo de Henrique Capriles, no era infundado.
El temor al gobernador de 40 años fue lo que impulsó al oficialismo a violentar la Constitución desconociendo la incapacidad absoluta de Chávez durante su agonía y luego favoreciendo también al ungido con la designación de presidente encargado. Si Maduro hubiera sido lisa y llanamente candidato, no ganaba. Su mentor lo tenía muy claro.
Capriles está hecho de una madera mucho mejor a la que se le atribuía. Supuestamente no tenía ningún chance de imponerse al mito y a la maquinaria electoral adversaria, pero supo encontrar el camino y deja tambaleante al régimen. Impide que se legitime con un baño de urnas. En el mejor escenario, queda peor que como venía, carente de crédito, agonizando. Lastimado por la estocada.
El desánimo fue el gran enemigo de la oposición en los comicios regionales de diciembre, de ahí su apabullante derrota. La esperanza retornó gracias al nuevo discurso del candidato opositor, confrontativo, espontáneo, sin complejos, sin temores, retador.
La popularidad del caudillo desaparecido se endosa sin dudas a su sucesor, pero jamás en los mismos términos, 700 mil electores que favorecieron a Chávez en octubre tomaron distancia de Nicolás Maduro, mientras una cifra similar se incorporó a la opción por el cambio que representa Capriles.
Sin una campaña brevísima tampoco ganaba Maduro. Si la contienda duraba una semana más, el resultado era diferente.
Un ambiente de elecciones más o menos limpias y trasparentes es el peor escenario para sostener la sucesión de un caudillo, pues por definición un personaje que retiene el poder por intermedio de una excesiva dosis de personalismo, le cuesta producir sucesores competitivos.
A los aspirantes a suceder caudillos les juega en contra que junto con la desaparición física del líder se esfuma también parte del miedo con que inmovilizaban a buena parte de la sociedad civil, ese componente intangible es clave dentro del rompecabezas de la hegemonía y la inercia.
El Gobierno de México expresó sus más sinceras felicitaciones” a Nicolás Maduro. “Este triunfo se da en el contexto de una jornada electoral con amplia participación del pueblo venezolano y en un reconocido ambiente de paz”, señala la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
México “reitera su plena disposición de continuar fortaleciendo los lazos de amistad y cooperación que históricamente han unido a nuestro país con la República Bolivariana de Venezuela”.
En los sexenios anteriores —de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón— se había perdido la relación entre México y Venezuela, pero ahora que regresó el PRI al poder, con Peña Nieto, se ha estrechado el vínculo entre ambos países.
Hay que recordar que el Mandatario mexicano estuvo presente en el funeral de Hugo Chávez, el pasado 8 de marzo.
Actualmente, ni México ni Venezuela cuentan con un embajador en las sedes diplomáticas de cada país, pero en esa ocasión Peña Nieto confirmó que de parte de los venezolanos ya había una persona postulada que aún no ha presentado sus cartas credenciales, mientras que él también propondría a un diplomático.
Por su parte, la presidenta Dilma Rousseff felicitó por teléfono a Nicolás Maduro, destacó el “clima de normalidad” en las votaciones del domingo, cuestionadas por la oposición venezolana, y aseguró “estar lista para trabajar con el nuevo Gobierno”.
Brasil y Venezuela son socios del Mercosur, que integran además Argentina, Uruguay y Paraguay, este último suspendido temporalmente.
Los dos países estrecharon sus relaciones desde la llegada de Chávez al poder en 1999.
En tanto, Guatemala, otro país interesado en Venezuela, deseó “éxito” a la administración del nuevo presidente. El presidente Otto Pérez, señaló que se dará seguimiento a la intención de Guatemala de adherirse a Petrocaribe.
De la misma forma, Uruguay, Chile, Colombia y Paraguay, expresaron sus felicitaciones a Nicolás Maduro por su victoria, destacando su confianza en los resultados del proceso electoral.
FRASE
''Mayoría es mayoría, y debe respetarse en democracia, no se debe buscar emboscar o inventos para vulnerar la soberanía popular''.
Nicolás Maduro, presidente electo de Venezuela.
> ANÁLISIS
Maduro gana; Capriles triunfa
Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez, UDEG
El domingo en Venezuela, quedaron en claro muchas cosas.
El miedo mal disimulado del chavismo hacia la alternativa que representa el liderazgo de Henrique Capriles, no era infundado.
El temor al gobernador de 40 años fue lo que impulsó al oficialismo a violentar la Constitución desconociendo la incapacidad absoluta de Chávez durante su agonía y luego favoreciendo también al ungido con la designación de presidente encargado. Si Maduro hubiera sido lisa y llanamente candidato, no ganaba. Su mentor lo tenía muy claro.
Capriles está hecho de una madera mucho mejor a la que se le atribuía. Supuestamente no tenía ningún chance de imponerse al mito y a la maquinaria electoral adversaria, pero supo encontrar el camino y deja tambaleante al régimen. Impide que se legitime con un baño de urnas. En el mejor escenario, queda peor que como venía, carente de crédito, agonizando. Lastimado por la estocada.
El desánimo fue el gran enemigo de la oposición en los comicios regionales de diciembre, de ahí su apabullante derrota. La esperanza retornó gracias al nuevo discurso del candidato opositor, confrontativo, espontáneo, sin complejos, sin temores, retador.
La popularidad del caudillo desaparecido se endosa sin dudas a su sucesor, pero jamás en los mismos términos, 700 mil electores que favorecieron a Chávez en octubre tomaron distancia de Nicolás Maduro, mientras una cifra similar se incorporó a la opción por el cambio que representa Capriles.
Sin una campaña brevísima tampoco ganaba Maduro. Si la contienda duraba una semana más, el resultado era diferente.
Un ambiente de elecciones más o menos limpias y trasparentes es el peor escenario para sostener la sucesión de un caudillo, pues por definición un personaje que retiene el poder por intermedio de una excesiva dosis de personalismo, le cuesta producir sucesores competitivos.
A los aspirantes a suceder caudillos les juega en contra que junto con la desaparición física del líder se esfuma también parte del miedo con que inmovilizaban a buena parte de la sociedad civil, ese componente intangible es clave dentro del rompecabezas de la hegemonía y la inercia.