Internacional
La DEA detiene a ex soldados que buscaban empleo en un cártel
Un soldado que estaba en activo ofreció vender manuales de capacitación del ejército, además de equipo militar
DALLAS, ESTADOS UNIDOS (27/MAR/2012).- Agentes federales dieron muerte a un hombre en Texas al tratar de detenerlo dentro de una operación encubierta que reveló que un soldado y otros ex militares estadounidenses deseaban trabajar para un cártel mexicano, de acuerdo con información oficial.
Según una acusación criminal en la Corte Federal en Laredo, Jerome Corley murió al enfrentarse con elementos de la Agencia Antinarcóticos (DEA), cuando éstos buscaban detenerlo junto a otros tres hombres por asesinatos a sueldo que realizarían para los Zetas.
Corley, acompañado del sargento del ejército Samuel Walker, de 28 años de edad, el ex soldado Kevin Corley (29) y Shavar Davis (29), llegaron el sábado a Laredo armados con dos rifles semiautomáticos y un rifle calibre 300 con mira telescópica, según los documentos.
La acusación señaló que los hombres llegaron a Laredo para atacar un rancho donde creían que encontrarían 20 kilogramos de cocaína que habían sido robados al cártel mexicano.
Los cuatro hombres fueron el pasado sábado a reunirse con quienes ellos creían eran miembros de la pandilla mexicana para arreglar los detalles del ataque al rancho, dentro de un almacén en el noroeste de Laredo.
Sin embargo, los presuntos Zetas eran en realidad agentes encubiertos de la DEA, que actuaron para detenerlos luego de que los hombres se comprometieron a realizar el ataque a cambio de recibir una cantidad de dinero y droga.
Al proceder al arresto se dio un enfrentamiento y un agente disparó y mató a Jerome Corley.
La Oficina del Procurador Federal para el Suroeste de Texas informó que no podía proporcionar información más allá de la que contiene la acusación en la Corte.
La denuncia no dice si Jerónimo Corley estaba armado, sólo que los agentes encontraron armas en la camioneta de los sospechosos.
La DEA investigaba a los Corley desde hacia más de un año, con monitoreo de llamadas telefónicas y agentes encubiertos.
La investigación inició en enero de 2011, cuando Marcus Mickle, de 20 años, fue acusado de narcotráfico en Carolina del Sur.
Mickle negoció la compra de marihuana con agentes encubiertos de la DEA que pensaba eran Zetas. En septiembre de 2011, Mickle y su amigo Calvin Epps, de 26 años, ofrecieron a los agentes ponerlos en contacto con Kevin Corley, entonces activo en el ejército.
"Kevin Corley se ofreció a proporcionar entrenamiento táctico a los miembros del cártel", precisó la acusación. "Corley también se ofreció a comprar armas para el cártel de los Zetas", agregó.
Corley vendió a los agentes encubiertos de la DEA los manuales de capacitación del ejército, además de equipo militar, incluyendo un chaleco blindado.
Hace unas semanas, los agentes le preguntaron a Corley si estaba dispuesto a participar en un plan de asesinato a sueldo.
"Los agentes preguntaron si Kevin Corley podía proporcionar un equipo para atacar un rancho donde estaban 20 kilos de cocaína robados por miembros de cárteles rivales", señaló la denuncia.
"Corley confirmó que él llevaría a cabo el asesinato por encargo con un equipo pequeño" consistente en su primo y Walker, el sargento del Ejército.
Según una acusación criminal en la Corte Federal en Laredo, Jerome Corley murió al enfrentarse con elementos de la Agencia Antinarcóticos (DEA), cuando éstos buscaban detenerlo junto a otros tres hombres por asesinatos a sueldo que realizarían para los Zetas.
Corley, acompañado del sargento del ejército Samuel Walker, de 28 años de edad, el ex soldado Kevin Corley (29) y Shavar Davis (29), llegaron el sábado a Laredo armados con dos rifles semiautomáticos y un rifle calibre 300 con mira telescópica, según los documentos.
La acusación señaló que los hombres llegaron a Laredo para atacar un rancho donde creían que encontrarían 20 kilogramos de cocaína que habían sido robados al cártel mexicano.
Los cuatro hombres fueron el pasado sábado a reunirse con quienes ellos creían eran miembros de la pandilla mexicana para arreglar los detalles del ataque al rancho, dentro de un almacén en el noroeste de Laredo.
Sin embargo, los presuntos Zetas eran en realidad agentes encubiertos de la DEA, que actuaron para detenerlos luego de que los hombres se comprometieron a realizar el ataque a cambio de recibir una cantidad de dinero y droga.
Al proceder al arresto se dio un enfrentamiento y un agente disparó y mató a Jerome Corley.
La Oficina del Procurador Federal para el Suroeste de Texas informó que no podía proporcionar información más allá de la que contiene la acusación en la Corte.
La denuncia no dice si Jerónimo Corley estaba armado, sólo que los agentes encontraron armas en la camioneta de los sospechosos.
La DEA investigaba a los Corley desde hacia más de un año, con monitoreo de llamadas telefónicas y agentes encubiertos.
La investigación inició en enero de 2011, cuando Marcus Mickle, de 20 años, fue acusado de narcotráfico en Carolina del Sur.
Mickle negoció la compra de marihuana con agentes encubiertos de la DEA que pensaba eran Zetas. En septiembre de 2011, Mickle y su amigo Calvin Epps, de 26 años, ofrecieron a los agentes ponerlos en contacto con Kevin Corley, entonces activo en el ejército.
"Kevin Corley se ofreció a proporcionar entrenamiento táctico a los miembros del cártel", precisó la acusación. "Corley también se ofreció a comprar armas para el cártel de los Zetas", agregó.
Corley vendió a los agentes encubiertos de la DEA los manuales de capacitación del ejército, además de equipo militar, incluyendo un chaleco blindado.
Hace unas semanas, los agentes le preguntaron a Corley si estaba dispuesto a participar en un plan de asesinato a sueldo.
"Los agentes preguntaron si Kevin Corley podía proporcionar un equipo para atacar un rancho donde estaban 20 kilos de cocaína robados por miembros de cárteles rivales", señaló la denuncia.
"Corley confirmó que él llevaría a cabo el asesinato por encargo con un equipo pequeño" consistente en su primo y Walker, el sargento del Ejército.