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Justicia francesa dicta prisión preventiva para Manuel Noriega

Noriega, de 76 años, llegó a París extraditado desde EU donde cumplió 17 años de cárcel en Miami

Justicia francesa dicta prisión preventiva para Manuel Noriega
PARÍS, FRANCIA.- La justicia francesa dictó el martes prisión  preventiva para el ex dictador panameño Manuel Noriega que pidió ser repatriado  como "prisionero de guerra", horas después de llegar a Francia para ser juzgado  por lavado de dinero del narcotráfico, tras su extradición de Estados Unidos.

"La detención preventiva es el único medio para su mantenimiento a  disposición de la justicia" para evitar "un delito de fuga", explicó el juez de  Libertades y Detención, Jean Michel Matthon, que dispuso la encarcelación de  Noriega en la prisión de la Santé, en el sur de París.

Noriega, de 76 años, llegó a París el martes a las 07H56 locales (05H56  GMT) extraditado desde Estados Unidos donde cumplió 17 años de cárcel en Miami  por complicidad en el tráfico de estupefacientes y lavado de dinero a cambio de  sobornos del cartel colombiano de Medellín.

"Me atengo a que tengo derecho a todo lo que establece la Convención de  Ginebra (...) a la repatriación tras el fin del cautiverio como prisionero de  guerra", declaró Noriega en la audiencia, celebrada en la sala novena del  Palacio de Justicia de París.

Noriega fue capturado en 1989 después de que tropas estadounidenses  perpetraran una cruenta invasión de su país y lo derrocaran, llevándolo a  Estados Unidos, donde fue juzgado y condenado a 40 años de prisión, pena que  después fue sucesivamente reducida a 30 años y a 17 años.

"Invoco el derecho que poseía como jefe de Estado cuando sucedieron los  hechos", afirmó Noriega, que fue condenado en ausencia en Francia en 1999 a 10  años de reclusión por lavado de dinero del narcotráfico, principalmente en  inversiones inmobiliarias.

La justicia francesa había indicado entonces que Noriega había blanqueado  varios millones de euros presuntamente procedentes del cartel de Medellín y que  tanto él como sus allegados, tenían una veintena de cuentas bancarias en París  y Marsella.

Ante la justicia francesa, Noriega, convertido a principios de los 80 en el  hombre fuerte de Panamá tras la muerte del caudillo nacionalista Omar Torrijos,  permaneció sentado debido a su estado de salud.

Vestido con una chaqueta negra desabotonada, que dejaba ver una camisa gris  por sobre una camiseta blanca, Noriega, a quien la justicia francesa quiere  volver a juzgar por los mismos hechos, fue asistido por una traductora.

Los defensores del ex dictador panameño, condecorado en 1987 durante la  presidencia de Francois Mitterrand con la Legión de Honor, la más alta  distinción francesa, Olivier Meztner --reconocido penalista francés-- e Yves  Leberquier, esgrimieron el estatuto de prisionero de guerra de Noriega, su  inmunidad como jefe de Estado y la prescripción de los hechos que se le  imputan, para reclamar la liberación de su cliente.

Aunque apareció encorvado, apoyando la cabeza en una mano en varias  ocasiones, Noriega siguió atentamente los alegatos de sus defensores, del  fiscal, Philippe Bourrion, y del juez Matthon.

El fiscal de la República rechazó el estatuto de prisionero de guerra y  consideró que los delitos que se le imputan no pueden ser considerados los de  un jefe de Estado y negó que haya prescripción.

Matthon pidió a las autoridades penitenciarias que vigilen el estado de  salud de Noriega, quien había asegurado en la vista que sufre de "hipertensión  y todas sus consecuencias". Según uno de sus defensores, hace cuatro años  sufrió un accidente cardiovascular.

Sus abogados anticiparon que en los próximos días apelarán la decisión del  juez y pedirán la liberación de su cliente.

"No esperaba salir libre esta noche, pero quiere poner fin a su calvario",  afirmó Meztner.

Noriega aguardaba desde 2007 la decisión estadounidense sobre el pedido de  extradición de Francia. En marzo, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó su  apelación. Su extradición fue autorizada por la secretaria de Estado, Hillary  Clinton.

Espía de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense ( CIA) en los  años 70, y aliado fiel de Estados Unidos a principios de los 80, Noriega se  convirtió en su peor enemigo con la llegada de George Bush a la presidencia  (1988-92).

Noriega enfrenta en Panamá una condena a 54 años de cárcel por violaciones  a los derechos humanos. El gobierno panameño, representado en la vista por un  alto representante diplomático en Francia, se declaró "respetuoso" de la  decisión estadounidense pero aseguró que "insistirá" para que Noriega "cumpla  las condenas" de la justicia panameña.

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