Internacional
Incendio en cárcel de Honduras provoca ola de solidaridad
La OEA solicita investigar sobre la situación de Derechos Humanos en el país; los gobiernos vecinos expresan sus condolencias
MONTEVIDEO, URUGUAY (15/FEB/2012).- El incendio en la cárcel hondureña de Comayagua (centro), en el que murieron más de 350 reclusos, concitó reacciones de solidaridad de numerosos países y organizaciones internacionales, las que solicitaron asimismo que se mejore la situación en las prisiones.
Los vecinos de la región fueron los primeros en expresar sus condolencias por la tragedia y la OEA solicitó autorización para investigar sobre la situación de derechos humanos en las cárceles del país.
El gobierno de Costa Rica "expresa su consternación y, al mismo tiempo, se suma a las muestras de solidaridad con las familias de las víctimas y afectados y hacemos votos por un pronto retorno de la normalidad ante esta tragedia que ha enlutado a más de 300 familias", declaró la Cancillería en un comunicado.
El presidente salvadoreño Mauricio Funes dijo que "lamenta profundamente la tragedia ocurrida en la granja penal de Comayagua, en la hermana república de Honduras".
La cancillería de El Salvador instruyó a su personal consular en Honduras para que determine si entre los fallecidos hay ciudadanos salvadoreños.
"Lamentamos esta terrible tragedia y vayan nuestra muestras de profundo pesar para las familias (...) que viven estos momentos de angustia y dolor", expresó por su parte la primera dama y portavoz del gobierno nicaragüense, Rosario Murillo, a medios locales.
Chile enviará a Honduras un grupo de 14 expertos del Servicio Médico Legal y del Registro Civil que colaborarán en la identificación de los cuerpos de los presos, informó la ministra interina de Justicia, Patricia Pérez.
"Se trasladará un equipo multidisciplinario compuesto por 14 profesionales, antropólogos, peritos tanatólogos, odontólogos forenses, y bioquímicos, esperamos en el más breve tiempo con el objeto de aportar en el esclarecimiento de la identidad de las personas fallecidas", dijo Pérez.
Las autoridades panameñas, por su parte, "lamentaron la situación de luto y dolor que viven los hermanos hondureños por la muerte de cientos de privados de libertad", y precisaron que "no existen en este centro penitenciario ciudadanos panameños".
Asimismo, México "lamenta la trágica muerte de un gran número de internos en el Penal de Comayagua (...) y extiende su sentido pésame a los familiares de las víctimas", dijo la cancillería de ese país en un comunicado.
En un crítico comunicado, la organización no gubernamental estadounidense Human Rights Watch (HRW) pidió a Honduras que mejore con carácter urgente el estado de sus cárceles.
"Las trágicas muertes de centenares de prisioneros, en uno de los peores incidentes de ese tipo en la región, son en última instancia el resultado de la sobrepoblación y las mediocres condiciones carcelarias", dijo el directivo de HRW, José Miguel Vivanco, en un comunicado.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció que enviará una delegación para investigar las causas del voraz incendio.
La delegación fue solicitada por el propio secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien manifestó su "consternación" ante "los dramáticos hechos" en la cárcel de Comayagua.
La CIDH, ente de la OEA que vigila los derechos humanos, explicó en un comunicado que solicitó a Honduras, "en forma urgente", realizar una visita "a fin de dar seguimiento al incendio ocurrido en Comayagua y a la situación de derechos humanos de las personas privadas de libertad en el país".
La CIDH pidió al gobierno hondureño que tome "las medidas necesarias a fin de investigar debidamente esta tragedia y evitar su repetición".
La Comisión ya estudió un hecho similar anterior en Honduras, un incendio que en mayo de 2004 dejó 107 presos muertos en la cárcel de San Pedro Sula, tras lo cual determinó que las muertes obedecieron a deficiencias estructurales del penal conocidas por las autoridades.
La CIDH analizará la situación de las cárceles en Honduras en su próximo periodo de audiencias en marzo.
Los vecinos de la región fueron los primeros en expresar sus condolencias por la tragedia y la OEA solicitó autorización para investigar sobre la situación de derechos humanos en las cárceles del país.
El gobierno de Costa Rica "expresa su consternación y, al mismo tiempo, se suma a las muestras de solidaridad con las familias de las víctimas y afectados y hacemos votos por un pronto retorno de la normalidad ante esta tragedia que ha enlutado a más de 300 familias", declaró la Cancillería en un comunicado.
El presidente salvadoreño Mauricio Funes dijo que "lamenta profundamente la tragedia ocurrida en la granja penal de Comayagua, en la hermana república de Honduras".
La cancillería de El Salvador instruyó a su personal consular en Honduras para que determine si entre los fallecidos hay ciudadanos salvadoreños.
"Lamentamos esta terrible tragedia y vayan nuestra muestras de profundo pesar para las familias (...) que viven estos momentos de angustia y dolor", expresó por su parte la primera dama y portavoz del gobierno nicaragüense, Rosario Murillo, a medios locales.
Chile enviará a Honduras un grupo de 14 expertos del Servicio Médico Legal y del Registro Civil que colaborarán en la identificación de los cuerpos de los presos, informó la ministra interina de Justicia, Patricia Pérez.
"Se trasladará un equipo multidisciplinario compuesto por 14 profesionales, antropólogos, peritos tanatólogos, odontólogos forenses, y bioquímicos, esperamos en el más breve tiempo con el objeto de aportar en el esclarecimiento de la identidad de las personas fallecidas", dijo Pérez.
Las autoridades panameñas, por su parte, "lamentaron la situación de luto y dolor que viven los hermanos hondureños por la muerte de cientos de privados de libertad", y precisaron que "no existen en este centro penitenciario ciudadanos panameños".
Asimismo, México "lamenta la trágica muerte de un gran número de internos en el Penal de Comayagua (...) y extiende su sentido pésame a los familiares de las víctimas", dijo la cancillería de ese país en un comunicado.
En un crítico comunicado, la organización no gubernamental estadounidense Human Rights Watch (HRW) pidió a Honduras que mejore con carácter urgente el estado de sus cárceles.
"Las trágicas muertes de centenares de prisioneros, en uno de los peores incidentes de ese tipo en la región, son en última instancia el resultado de la sobrepoblación y las mediocres condiciones carcelarias", dijo el directivo de HRW, José Miguel Vivanco, en un comunicado.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció que enviará una delegación para investigar las causas del voraz incendio.
La delegación fue solicitada por el propio secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien manifestó su "consternación" ante "los dramáticos hechos" en la cárcel de Comayagua.
La CIDH, ente de la OEA que vigila los derechos humanos, explicó en un comunicado que solicitó a Honduras, "en forma urgente", realizar una visita "a fin de dar seguimiento al incendio ocurrido en Comayagua y a la situación de derechos humanos de las personas privadas de libertad en el país".
La CIDH pidió al gobierno hondureño que tome "las medidas necesarias a fin de investigar debidamente esta tragedia y evitar su repetición".
La Comisión ya estudió un hecho similar anterior en Honduras, un incendio que en mayo de 2004 dejó 107 presos muertos en la cárcel de San Pedro Sula, tras lo cual determinó que las muertes obedecieron a deficiencias estructurales del penal conocidas por las autoridades.
La CIDH analizará la situación de las cárceles en Honduras en su próximo periodo de audiencias en marzo.