Internacional
Impulsará UE producción de vacuna contra influenza en países pobres
Prevén que la influenza gane fuerza en el hemisferio norte con la llegada del invierno
BRUSELAS, SUIZA.- Los ministros de Salud de la Unión Europea (
UE) acordaron hoy promover el uso de recursos financieros y tecnológicos del bloque con el fin de impulsar la producción de
vacunas y medicamentos contra el virus
A/H1N1 en países en desarrollo.
De esa manera, los Estados miembros de la UE confían en ayudar a los países más pobres a enfrentar la pandemia de influenza humana, que se prevé gane fuerza en el hemisferio norte con la llegada del invierno.
Una de las mayores preocupaciones de los ministros, que trataron el tema hoy en Luxemburgo, es cómo asegurar que toda la población más vulnerable sea vacunada a principios de la temporada de gripe, cuando la cantidad disponible del fármaco aún será muy limitada.
De momento, apenas tres vacunas contra el virus A/H1N1 han recibido autorización de las autoridades europeas para ser comercializadas.
A nivel europeo, los titulares de Salud sugirieron que los países que aún no firman contratos de compra de vacunas hagan pedidos en común a fin de que todos dispongan de cantidades similares y evitar que la carrera por los fármacos conlleve a un aumento de los precios.
Al mismo tiempo, propusieron que aquellos países que ya disponen de reservas consideren poner una determinada cantidad de vacunas a disposición de los demás.
Los ministros también reiteraron que la vacunación deberá dar prioridad a los enfermos crónicos, las mujeres embarazadas y el personal sanitario, una determinación que podrá ser modificada en función de la evolución de la pandemia y de las evidencias científicas.
Asimismo, los gobiernos nacionales deberán permanecer vigilantes en relación al surgimiento de posibles 'graves efectos adversos inesperados' causados por las vacunas, señala el documento de conclusiones de la reunión.
Además de coordinar sus estrategias de vacunación, los Veintisiete deberán coordinar sus estrategias de comunicación con los ciudadanos a fin de evitar 'mensajes conflictivos' sobre medidas de prevención y combate a la enfermedad que podrían generar confusión y pánico.
Sin embargo, los ministros señalaron que cada país presenta realidades y condiciones diferentes que exigen un enfoque específico de la pandemia de influenza humana.
Por eso, los gobiernos nacionales se reservaron el derecho de adaptar las recomendaciones a nivel europeo a la situación que observen en su territorio.
De esa manera, los Estados miembros de la UE confían en ayudar a los países más pobres a enfrentar la pandemia de influenza humana, que se prevé gane fuerza en el hemisferio norte con la llegada del invierno.
Una de las mayores preocupaciones de los ministros, que trataron el tema hoy en Luxemburgo, es cómo asegurar que toda la población más vulnerable sea vacunada a principios de la temporada de gripe, cuando la cantidad disponible del fármaco aún será muy limitada.
De momento, apenas tres vacunas contra el virus A/H1N1 han recibido autorización de las autoridades europeas para ser comercializadas.
A nivel europeo, los titulares de Salud sugirieron que los países que aún no firman contratos de compra de vacunas hagan pedidos en común a fin de que todos dispongan de cantidades similares y evitar que la carrera por los fármacos conlleve a un aumento de los precios.
Al mismo tiempo, propusieron que aquellos países que ya disponen de reservas consideren poner una determinada cantidad de vacunas a disposición de los demás.
Los ministros también reiteraron que la vacunación deberá dar prioridad a los enfermos crónicos, las mujeres embarazadas y el personal sanitario, una determinación que podrá ser modificada en función de la evolución de la pandemia y de las evidencias científicas.
Asimismo, los gobiernos nacionales deberán permanecer vigilantes en relación al surgimiento de posibles 'graves efectos adversos inesperados' causados por las vacunas, señala el documento de conclusiones de la reunión.
Además de coordinar sus estrategias de vacunación, los Veintisiete deberán coordinar sus estrategias de comunicación con los ciudadanos a fin de evitar 'mensajes conflictivos' sobre medidas de prevención y combate a la enfermedad que podrían generar confusión y pánico.
Sin embargo, los ministros señalaron que cada país presenta realidades y condiciones diferentes que exigen un enfoque específico de la pandemia de influenza humana.
Por eso, los gobiernos nacionales se reservaron el derecho de adaptar las recomendaciones a nivel europeo a la situación que observen en su territorio.