Internacional

En Haití, víctimas del sismo tienen duro regreso a clases

Pocos estudiantes retomaron sus clases en zonas destruidas cubiertas con galpones y carpas

PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ (06/OCT/2010) .- Bajo una carpa o en galpones, los alumnos hicieron esta semana su reingreso a clases en escaso número en las  zonas siniestradas de Haití, nueve meses después del sismo que destruyó o daño  gravemente cerca del 80 por ciento de los establecimientos educativos en la región de  Puerto Príncipe.

En una vasta zona donde dos escuelas destruidas se fusionaron, la Unicef  (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) instaló galpones con el fin de  recibir a los niños, que ahora se deberán habituar a salones de clase abiertos  y a una difícil cohabitación.

"Nosotros acogemos a dos clases en el mismo espacio. No hay suficiente  lugar para los niños, pero debemos hacerlo", se resigna una educadora.

Numerosos profesores y alumnos murieron durante el terremoto del 12 de  enero, que dejó más de 250 mil muertos y más de un millón de desamparados.

Muy pocos alumnos se presentaron el lunes para su primera jornada de clase  en la zona que reúne a la escuela Célie Lilavois y la Escuela nacional de  Brasil.

Flonise, de 14 años, dijo presente, pero es la única que asistió a clases en su familia.

"Mi hermano y mi hermana menor tendrán que esperar hasta diciembre, cuando  puede ser que mi mamá pueda pagar los gastos escolares. Yo tengo suerte, me  regalaron los uniformes", dijo la adolescente, que aún no terminó de cursar la  escuela primaria.

"La crisis económica y las condiciones de vida de las familias perjudican  el regreso a clases. Eso se dará de forma progresiva", comentó Miloudy Vincent,  funcionaria del ministerio de Educación.

En los campos que albergan a los damnificados por el sismo, donde hay  muchos niños, el retorno a las aulas se hará más tarde, cuando se reúnan los  medios para ello.

La Unicef distribuyó textos y uniformes para millares de escolares  provenientes de familias damnificadas, pero en un número aún insuficiente en  comparación con las necesidades de la población.

El organismo prometió apoyar a dos mil establecimientos escolares y a más de  700 mil niños, así como a los profesores, que recibirán abastecimientos,  precisó Nathalie Hamoudi, funcionaria de la Unicef.

Luckerson Pierre, de ocho años, comenzó un poco perdido su primer año de  escolarización, pero él ya sabe que quiere ser docente en el futuro. "Yo perdí  a mi hermana Emmanuela en el sismo. Hoy vengo a la escuela gracias a  benefactores que me dieron el uniforme y los libros", explicó.

En otros lugares de Puerto Príncipe, los salones de clase instalados bajo  carpas dañadas no facilitan la enseñanza en esta temporada de lluvias, donde  son barridos por vientos violentos, inundaciones y aludes, que la semana pasada  han dejado nuevas víctimas en el país.

"Después del sismo, la cosa más importante para los jóvenes es la escuela",  reiteró el ministro de Educación, Joel-Desrosiers Jean-Pierre, tras asistir a  la apertura de las clases en las dos escuelas fusionadas.

Bajo el fondo de manifestaciones de liceales y de docentes desconformes por  la falta de medios, el ministro solicitó a cerca de 200 personas refugiadas en  uno de los liceos de la capital dejar el lugar para permitir el ingreso de los  estudiantes.

"El objetivo del Estado es traer a todos los niños de Haití a la escuela.  Esta vez la educación universal debe transformarse en una realidad en un país  donde más de 300 mil niños se encuentran fuera del sistema", dijo el ministro.

"Los profesores están prontos para el reintegro a clases, pero son también  los padres quienes deben asegurar la escolarización de sus niños", advirtió  Yolaine, una docente con 20 años de carrera.

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