Internacional

Ejército uruguayo se compromete a no encubrir a homicidas de dictadura

Durante la dictadura militar uruguaya desaparecieron más de 200 opositores, en su mayoría en la vecina Argentina

MONTEVIDEO, URUGUAY (05/DIC/2011).- El comandante en Jefe del Ejército uruguayo, Pedro Aguerre, aseguró el lunes que "no tolerará ni encubrirá a homicidas" en sus filas y sostuvo que "si ha existido o existiera" un pacto de silencio en torno a los delitos de la última dictadura (1973-1985) ordena su "revocación inmediata".

"El Ejército Nacional no es una horda, malón o algo similar. El Ejército no aceptará, tolerará, ni encubrirá a homicidas o delincuentes en sus filas", dijo Aguerre en una declaración a la prensa luego que la semana pasada el análisis de restos hallados en un predio militar determinara que pertenecían a un maestro detenido y desaparecido en 1977, que murió de un disparo en la cabeza tras padecer torturas.

Se trata de la primera vez que un comandante del Ejército realiza una declaración de este tipo.

"Quien les habla comete errores y faltas a diario, como todo ser humano, pero hoy estamos hablando de delitos, y esa es una línea que este Comandante y su Ejército no traspasarán", añadió Aguerre, que asumió el pasado 31 de octubre y se presentó flanqueado por los 10 generales presentes en el país y dos coroneles que ascenderán a generales el año próximo.

"El Ejército Nacional actúa acorde a los Convenios de Ginebra y La Haya, los Protocolos adicionales y demás acuerdos relativos", destacó Aguerre, en referencia a los tratados internacionales que consagran los principios humanitarios fundamentales en las guerras.

"No tengo conocimiento de ningún pacto de silencio para encubrir delitos dentro de la Fuerza que comando, y aún desconociendo, si ha existido o existiera hasta la actualidad dicho pacto, desde este momento doy la orden de su revocación inmediata", indicó Aguerre.

"Invito y solicito apoyo, dentro y fuera de la Fuerza, para conjuntamente obtener información, en orden a delimitar la responsabilidad material, o no, del Ejército, en este caso y en cualquier otro que se entienda a futuro", enfatizó.

El pasado jueves la Presidencia informó que restos óseos hallados en octubre en un área militar en el marco de excavaciones en busca de desaparecidos en la última dictadura pertenecían al maestro y periodista Julio Castro, detenido en 1977 en un operativo del servicio de inteligencia y defensa, y que su análisis reveló que éste sufrió "apremios físicos" y murió por un disparo en la cabeza.

Hasta ahora la versión oficial -de la Comisión para la Paz de 2003- señalaba que Castro había sido sometido a torturas a consecuencia de las cuales había fallecido y sus restos habían sido enterrados en un batallón, pero que hacia el final de la dictadura habían sido exhumados, cremados y sus cenizas esparcidas.

Los restos de Castro mostraron por primera vez que en Uruguay hubo ejecuciones de presos políticos durante el período de la dictadura.

"Solicito una vez más colaboración de todos para restablecer una reconciliación, de acuerdo al interés común", llamó el comandante, quien no aceptó preguntas y sostuvo que quería manifestar un "punto de inflexión" del Ejército respecto al tema.

"Lo que estamos tratando es de tender la mano, espero que todos lo entiendan", manifestó Aguerre tras leer la declaración.

Las excavaciones en busca de restos de desaparecidos fueron reanudadas en febrero de este año en la zona del Batallón 14 en el marco de la indagatoria por el secuestro y desaparición de María Claudia García de Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman.

Durante la dictadura militar uruguaya desaparecieron más de 200 opositores, en su mayoría en la vecina Argentina en el marco del Plan Cóndor establecido por gobiernos de facto del Cono sur sudamericano.

Desde el inicio de las excavaciones en cuarteles militares y otros predios, tras la asunción del primer gobierno de izquierda en el país (en 2005), se encontraron -además de Castro- los restos de dos militantes comunistas desaparecidos: Fernando Miranda y Ubagesner Chávez Sosa.

Óscar Urtasun, integrante de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, dijo a la AFP que la primera impresión sobre los dichos de Aguerre es "positiva", pero advirtió que "en definitiva hay que esperar que la práctica se encuentre con los dichos".

Urtasun consideró positivo que el comandante "reconozca que haya homicidios en las Fuerzas Armadas, (pero) no reconoce el pacto de silencio, cuando es una verdad a gritos en este país".

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