Internacional

Clinton testificará ante el Congreso sobre el ataque de Bengasi

La comparecencia será abierta y tendrá lugar en diciembre próximo, para analiza lo ocurrido el pasado 11 de septiembre en la embajada de EU en Libia

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (15/NOV/2012).- La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, testificará ante el Congreso en diciembre sobre el ataque al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), según anunció hoy la presidenta del Comité de Exteriores de la Cámara baja, Ileana Ros-Lehtinen.

Clinton "se ha comprometido a testificar ante nuestro comité y ante el de Relaciones Exteriores del Senado", afirmó hoy la legisladora al inicio de una audiencia dedicada a analizar lo ocurrido el pasado 11 de septiembre en Bengasi, donde murieron el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, y otros tres ciudadanos.

Ros-Lehtinen, congresista republicana de origen cubano, detalló que la comparecencia de Clinton será abierta y tendrá lugar en diciembre.

El ataque al consulado en Bengasi todavía está bajo investigación y los republicanos han sido muy críticos con cómo el Gobierno del presidente Barack Obama ha manejado el asunto.

En un principio el Gobierno atribuyó el ataque a protestas espontáneas provocadas por un vídeo de contenido antimusulmán, pero después cambió de hipótesis y ha venido defendiendo que se trató de un acto terrorista perpetrado por grupos afines a Al Qaeda.

El senador republicano John McCain propuso ayer que se cree un comité especial del Congreso, al estilo del que investigó en 1973 el escándalo Watergate, para llegar al fondo del asalto al consulado en Bengasi.

Petraeus también testificará

Los legisladores estadounidenses se aprestaban este jueves a comenzar las audiencias sobre el mortal asalto al consulado de Bengasi el 11 de septiembre, en las que se espera que comparezca a testificar el exjefe de la CIA caído en desgracia David Petraeus.

La Casa Blanca ha sido fuertemente cuestionada sobre el ataque de la misión diplomática en esa ciudad del este de Libia en el que murieron cuatro estadounidenses, incluyendo al embajador Chris Stevens y dos exmiembros del grupo de élite de la marina SEAL.

Los legisladores republicanos acusaron al gobierno de no dar explicaciones suficientes sobre por qué falló la seguridad en el complejo consular y por qué se demoró varios días en dar una versión coherente del ataque, atribuido a militantes islamistas.

La comparecencia de Petraeus sobre el caso estaba prevista antes de las revelaciones sobre su relación extraconyugal con su biógrafa Paula Broadwell, que lo llevó a dimitir como máximo responsable de la CIA el viernes pasado, apenas tres días después de la reelección de Barack Obama.

El Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes informó el miércoles que Petraeus prestará testimonio a puerta cerrada el viernes a las 07H30 locales (12H30 GMT).

Pero el senador John McCain afirmó que el general retirado estaba llamado a testificar ante el comité equivalente del Senado este jueves.

Legisladores de ambos partidos exigieron a Petraeus y a otros funcionarios declarar en varias audiencias privadas para saber más sobre las circunstancias del ataque.

Obama ha dicho que asume plenamente la responsabilidad por cualquier fallo relacionado con Bengasi y el miércoles arremetió contra los legisladores republicanos por criticar a la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, respecto a sus declaraciones sobre el ataque.

Los republicanos se han centrado en la narración de cómo ocurrió el asalto, que el gobierno dijo en primera instancia que se había originado por una protesta espontánea contra un video ofensivo anti islámico colgado en internet.

Rice dio una versión del tema durante un programa de televisión a la mañana siguiente del ataque, según la cual no se había tratado de una protesta sino de un ataque premeditado de extremistas musulmanes.

Eso llevó ahora a McCain y a su colega republicano en el Senado Lindsey Graham a solicitar audiencias "estilo Watergate" sobre el ataque en Bengasi y a votar para evitar la promoción de Rice como secretaria de Estado durante el segundo mandato de Obama.

Un enfadado Obama contraatacó el miércoles diciendo que "tratar de afectar su reputación es repulsivo" y que seguiría adelante y la elegiría para remplazar a Hillary Clinton el año próximo si consideraba que Rice era la mejor candidata.

"Creo que usted falló como Camandante en Jefe antes, durante y después del ataque", dijo Grahamn en un comunicado dirigido al Presidente.

Entretanto, McCain dijo el miércoles en el Senado que el gobierno de Obama "ha sido culpable de una colosal incompetencia o ha participado de un encubrimiento, y ninguna de ambas posibilidades son aceptables por los estadounidenses".

Los legisladores han cuestionado también por qué ni ellos ni la Casa Blanca fueron informados antes de la elección presidencial respecto a la investigación que el FBI llevaba a cabo sobre el romance oculto de Petraeus.

Petraeus -el general más celebrado de su generación, al que se atribuye haber dado un vuelco a la guerra de Irak- admitió tener una relación extramarital con Broadwell, una reservista del ejército casada que escribió una laudatoria biografía de él.

Agentes del FBI destaparon el asunto luego de que Jill Kelley, una mujer de 37 años de Tampa (Florida, sudeste), denunciara haber recibido una serie de correos electrónicos amenazantes, que luego se descubrió provenían de Broadwell. El FBI halló posteriormente mensajes entre Broadwell y Petraeus que revelaban su relación.

Las pruebas revelaron también miles de correos electrónicos intercambiados entre Kelley y el general John Allen, quien sucedió a Petraeus como máximo comandante en Afganistán, incluyendo algunos descritos como "inapropiados" y en los que habría "flirteo".

El nombramiento pendiente de Allen como el próximo comandante en Europa de las fuerzas de la OTAN quedó en suspenso mientras el Pentágono investiga si violentó la ley o normativas militares.

El gobierno, no obstante, manifestó su confianza en Allen, y este jueves el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey, afirmó que aún no había visto nada que impidiera que Allen fuera promovido.

El escándalo sacudió Washington en momentos en que el gobierno se esfuerza por llenar los cargos de alto nivel para el segundo mandato de Obama y al ejército cuando se prepara para el retiro de las últimas tropas de Afganistán en 2014.

Pero Obama dijo el miércoles que el escándalo no amenazó la seguridad nacional y funcionarios sostuvieron que no existen evidencias de que información clasificada fuera filtrada por ninguno de los involucrados en el caso.

Con información de agencias.

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