Internacional
Agitación en Bolivia por reclamo de sueldos
Mineros y maestros exigen al Gobierno de Evo Morales 5% de salario adicional al decretado a inicios de 2011
LA PAZ, BOLIVIA (14/ABR/2011).- La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo en Bolivia, vivió por sexto día consecutivo marchas de trabajadores mineros y maestros estatales que reclaman aumentos salariales, mientras el Gobierno teme los desbordes de violencia.
Los profesores y los mineros de empresas privadas bloquearon con sus marchas varias calles y avenidas del centro de La Paz, haciendo explotar ruidosos fulminantes de dinamita y petardos, sin causar daños personales ni materiales.
El tráfico vehicular quedó interrumpido mientras algunas oficinas públicas y privadas optaron por cerrar sus puertas por temor a enfrentamientos con la Policía antimotines.
“No se justifica que se sostengan marchas tendientes a generar actos de violencia que han sido condenadas por toda la ciudadanía”, afirmó el ministro de Trabajo, Félix Rojas, uno de los principales negociadores con los gremios laborales.
Según Rojas, siete de las ocho demandas sindicales (entre ellas la reactivación económica, nacionalización de empresas privadas mineras y respeto al fuero sindical) han sido atendidas o aceptadas por el Gobierno, quedando pendiente el tema salarial.
Los sindicatos han pedido oficialmente que el alza de sueldos sea cinco puntos, mayor al decretado a comienzos de año por el Gobierno (10%), mientras el poder ejecutivo rechazó categóricamente la demanda.
Las protestas callejeras comenzaron la semana pasada, hubo una pausa el sábado y domingo —cuando sindicalistas y Gobierno se reunieron— y se reiniciaron el lunes de manera ininterrumpida.
El martes, el acceso al aeropuerto de la ciudad de El Alto, que sirve a la sede de Gobierno, estuvo bloqueado casi todo el día.
El máximo dirigente del principal sindicato del país, la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, hasta ahora leal aliado del presidente Evo Morales, solicitó al gobernante una nueva cita para debatir las demandas sectoriales. El poder Ejecutivo fijó el encuentro para el sábado.
El peor descontento en más de cuatro décadas
Evo Morales vive desde el otro bando la pesadilla de los conflictos sociales, de los que, en los primeros cinco años de la década pasada, fue uno de sus principales protagonistas desde los sindicatos cocaleros. Lo que ignoraba es que no sólo iba a probar de su propia medicina, sino que soportaría el mayor número de expresiones de descontento registrado en los últimos 41 años.
El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) de Cochabamba informó que el número de conflictos sociales (entre huelgas, protestas callejeras, cierre de carreteras o de calles y rebeliones en las cárceles) en las ciudades bolivianas ha llegado a 811 en 2010, con un promedio de 67 conflictos mensuales. En el primer trimestre de 2011, según cifras preliminares, se han producido 240 conflictos (67 en enero, 91 en febrero y 82 en marzo), en comparación con los 207 registrados en ese mismo periodo de 2010.
El estudio hace un recuento del conflicto social en Bolivia desde 1970 y señala su incidencia en el desarrollo y el crecimiento del país. El segundo Gobierno más afectado por los conflictos sociales en esta década fue el de Carlos Mesa, justamente cuando uno de los principales contestatarios era Evo Morales y, desde el retorno de la democracia, en 1982, la Administración de Hernán Siles Zuazo soportó importantes olas de protesta social.
PROYECCIONES
Contra la corriente
4.2% de déficit fiscal en el Producto Interno Bruto (PIB) prevé el Gobierno para el cierre de año, unos 880 millones de dólares, de los cuales 500 millones provienen de la subvención a los carburantes.
4.9% de déficit calculó el Gobierno boliviano para 2010, según el Ministerio de Economía, pero también un aumento en los ingresos por el gas, el principal producto de exportación.
53% aumentaron los ingresos de Bolivia por el gas, según la petrolera estatal en el primer trimestre del año con relación a igual período del año pasado.
2,642 millones de dólares prevé superar el Ministerio de Minería por la exportación de minerales alcanzado el año pasado. La minería ocupa el segundo lugar en las ventas bolivianas al exterior.
Los profesores y los mineros de empresas privadas bloquearon con sus marchas varias calles y avenidas del centro de La Paz, haciendo explotar ruidosos fulminantes de dinamita y petardos, sin causar daños personales ni materiales.
El tráfico vehicular quedó interrumpido mientras algunas oficinas públicas y privadas optaron por cerrar sus puertas por temor a enfrentamientos con la Policía antimotines.
“No se justifica que se sostengan marchas tendientes a generar actos de violencia que han sido condenadas por toda la ciudadanía”, afirmó el ministro de Trabajo, Félix Rojas, uno de los principales negociadores con los gremios laborales.
Según Rojas, siete de las ocho demandas sindicales (entre ellas la reactivación económica, nacionalización de empresas privadas mineras y respeto al fuero sindical) han sido atendidas o aceptadas por el Gobierno, quedando pendiente el tema salarial.
Los sindicatos han pedido oficialmente que el alza de sueldos sea cinco puntos, mayor al decretado a comienzos de año por el Gobierno (10%), mientras el poder ejecutivo rechazó categóricamente la demanda.
Las protestas callejeras comenzaron la semana pasada, hubo una pausa el sábado y domingo —cuando sindicalistas y Gobierno se reunieron— y se reiniciaron el lunes de manera ininterrumpida.
El martes, el acceso al aeropuerto de la ciudad de El Alto, que sirve a la sede de Gobierno, estuvo bloqueado casi todo el día.
El máximo dirigente del principal sindicato del país, la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, hasta ahora leal aliado del presidente Evo Morales, solicitó al gobernante una nueva cita para debatir las demandas sectoriales. El poder Ejecutivo fijó el encuentro para el sábado.
El peor descontento en más de cuatro décadas
Evo Morales vive desde el otro bando la pesadilla de los conflictos sociales, de los que, en los primeros cinco años de la década pasada, fue uno de sus principales protagonistas desde los sindicatos cocaleros. Lo que ignoraba es que no sólo iba a probar de su propia medicina, sino que soportaría el mayor número de expresiones de descontento registrado en los últimos 41 años.
El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) de Cochabamba informó que el número de conflictos sociales (entre huelgas, protestas callejeras, cierre de carreteras o de calles y rebeliones en las cárceles) en las ciudades bolivianas ha llegado a 811 en 2010, con un promedio de 67 conflictos mensuales. En el primer trimestre de 2011, según cifras preliminares, se han producido 240 conflictos (67 en enero, 91 en febrero y 82 en marzo), en comparación con los 207 registrados en ese mismo periodo de 2010.
El estudio hace un recuento del conflicto social en Bolivia desde 1970 y señala su incidencia en el desarrollo y el crecimiento del país. El segundo Gobierno más afectado por los conflictos sociales en esta década fue el de Carlos Mesa, justamente cuando uno de los principales contestatarios era Evo Morales y, desde el retorno de la democracia, en 1982, la Administración de Hernán Siles Zuazo soportó importantes olas de protesta social.
PROYECCIONES
Contra la corriente
4.2% de déficit fiscal en el Producto Interno Bruto (PIB) prevé el Gobierno para el cierre de año, unos 880 millones de dólares, de los cuales 500 millones provienen de la subvención a los carburantes.
4.9% de déficit calculó el Gobierno boliviano para 2010, según el Ministerio de Economía, pero también un aumento en los ingresos por el gas, el principal producto de exportación.
53% aumentaron los ingresos de Bolivia por el gas, según la petrolera estatal en el primer trimestre del año con relación a igual período del año pasado.
2,642 millones de dólares prevé superar el Ministerio de Minería por la exportación de minerales alcanzado el año pasado. La minería ocupa el segundo lugar en las ventas bolivianas al exterior.