Entretenimiento
Markus Groh: retorno triunfal
Markus Groh, más maduro, regresó anoche al Teatro Degollado
GUADALAJARA, JALISCO.- Aún no se extinguen en las memorias de los melómanos tapatíos los ecos de un excelente Concierto para piano de Tchaikowsky que tocó hará seis años con la Filarmónica de Jalisco, cuando Markus Groh, más maduro, regresó anoche al Teatro Degollado.
Lo hizo en el marco del XI Festival Cultural de Mayo, para un recital, a sala llena, en que dejó constancia, en versión mejorada, de su soberbia calidad interpretativa.
Groh estuvo esta vez solo, con el piano, su talento y sus fantasmas: la intimidad de Schumann (“Papillons” Op. 2), la expresividad de Brahms (“Fantasías” Op. 116) y, sobre todo, las extremas complejidades de Liszt (Sonata en Si menor), que va de las sutilezas —reminiscencias de Chopin— hasta la sonoridad casi brutal y los alardes de complejidad técnica.
La pulcritud y la depurada técnica de Groh le ganaron calurosas ovaciones que, a su vez, debieron ser correspondidas por tres “encores”.
Lo hizo en el marco del XI Festival Cultural de Mayo, para un recital, a sala llena, en que dejó constancia, en versión mejorada, de su soberbia calidad interpretativa.
Groh estuvo esta vez solo, con el piano, su talento y sus fantasmas: la intimidad de Schumann (“Papillons” Op. 2), la expresividad de Brahms (“Fantasías” Op. 116) y, sobre todo, las extremas complejidades de Liszt (Sonata en Si menor), que va de las sutilezas —reminiscencias de Chopin— hasta la sonoridad casi brutal y los alardes de complejidad técnica.
La pulcritud y la depurada técnica de Groh le ganaron calurosas ovaciones que, a su vez, debieron ser correspondidas por tres “encores”.