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Isabella Blow, la amante de sombreros

Poseía una personalidad en la que se mezclaba un maravilloso sentido del estilo, un ojo prodigioso para encontrar talento y una profunda infelicidad personal

CIUDAD DE MÉXICO.- Isabella Blow, la editora de modas por excelencia, poseía una personalidad en la que se mezclaba un maravilloso sentido del estilo, un ojo prodigioso para encontrar talento y una profunda infelicidad personal.

La descubridora del genio de Alexander McQueen, de la modelo Sophie Dahl -a quien conoció llorando en un pasillo- del creativo Hussein Chalayan y de la top Stella Tennant, fue también la musa absoluta del sombrerero inglés Philip Treacy.

Isabella Delves Broughton nació en 1958, en Londres, Inglaterra. Fue la primogénita de Sir Evelyn Delves Broughton, un oficial militar, y de su segunda esposa, Helen Mary Shore, abogada.

Tuvo tres hermanos, Julia, Lavinia y John. El pequeño se ahogó en la alberca de la casa de la familia cuando tenía dos años, lo que contribuyó a la fractura de su familia.

En 1972, cuando ella tenía 14 años, su madre abandonó el hogar, despidiéndose de cada una de las tres niñas dándoles la mano.
Isabella no se llevaba bien con su padre, quien le heredó solamente 5 mil libras de una fortuna de más de un millón. Ella decía que su recuerdo más feliz de la infancia era el probarse un sombrero rosa de su madre, a lo que atribuía el haber elegido una carrera en la moda.

Estudió para secretaria en Londres y trabajó de todo -incluso limpiando casas- hasta que en 1979 se fue a vivir a Nueva York para estudiar arte chino antiguo. Ahí compartía el departamento con la actriz Catherine Oxenberg, que se volvió famosa por su papel de Amanda en la serie ochentera Dinastía.

Un par de años más tarde, Isabella inició su carrera en la moda trabajando para Guy Laroche. Al poco tiempo fue presentada a la legendaria editora de Vogue Estados Unidos, Anna Wintour, quien la contrató como su asistente, aunque al poco tiempo pasó a ser ayudante de Andre Leon Talley, el editor itinerante de la misma publicación.

Cinco años más tarde estaría trabajando para Michael Roberts, editor de moda de Tatler, del Vogue inglés y del suplemento dominical The Sunday Times, eventualmente regresó a Tatler como editora de moda, para posteriormente dedicarse a distintas actividades relacionadas con el medio, como editar libros de belleza y descubrir talentos.

Se casó dos veces, la primera con Nicholas Taylor, a quien estuvo unida solamente por dos años, y la segunda, en 1989, con el traficante de arte Detmar Blow, nieto del famoso arquitecto inglés del mismo nombre.

Su relación con Blow fue intensa y tormentosa, por decir lo menos, trataron de tener un hijo por todos los medios; infructuosamente intentaron la fertilización in vitro en ocho ocasiones.

Eventualmente, durante la relación ambos fueron infieles, pero después de una separación de 18 meses se reconciliaron para permanecer casados hasta la muerte de Isabella.

Para su matrimonio con Blow, Isabella eligió un sombrero de Philip Treacy y fue así que nació una relación muy cercana entre la editora y el creativo. Al darse cuenta del gran talento de Treacy, Blow lo llevó a vivir a su departamento donde él podía tranquilamente preparar sus colecciones sin preocuparse de qué comer o dónde dormir. A partir de entonces, Isabella, quien siempre se sintió fea, usaba los sombreros de Treacy un poco como máscara y otro tanto como escudo.

En una entrevista, dijo a Tamsin Blanchard respecto a los tocados que se habían ya convertido en su sello: “Los llevo para evitar que la gente me bese al saludarme, no quiero que me bese cualquiera, sólo quienes yo quiero que me besen”.

En 2002 se montó una exposición en el Museo del Diseño en Londres, llamada When Philip met Isabella (Cuando Philip conoció a Isabella), en la que se mostraron los sombreros que él creó para esta famosa de la moda.

Mientras que Treacy y Blow permanecieron siendo amigos toda su vida, la situación fue distinta con el recientemente fallecido diseñador Alexander McQueen.
De acuerdo con la heredera Daphne Guinness, amiga de ambos, Isabella colaboró significativamente a que el grupo Gucci adquiriera la marca de McQueen. Isabella y él eran amigos desde que ella compró la colección entera de graduación del modisto de la famosa escuela Central Saint Martins; ella le ofreció 5 mil libras por todo, que le fue pagando poco a poco.

Cuando McQueen pasó a ser una marca establecida, Isabella esperaba que él le ofreciera un puesto en la organización, lo que no ocurrió.
Esto contribuyó, al parecer, a la depresión que sufría ya, pues durante la separación de su marido había sido diagnosticada con trastorno bipolar.
Un par de años después, le fue descubierto cáncer en los ovarios.

Blow murío en 2007, al ingerir un herbicida durante una fiesta de fin de semana en el campo. Su hermana Lavinia la encontró en el baño, inconsciente, de ahí la llevaron al hospital, donde murió al día siguiente.

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