Entretenimiento

Imaginan un mundo mejor

Andrés Montiel y Pablo Abitita consideran que en nuestro país hay mucho trabajo por hacer, en especial en el arte

GUADALAJARA, JALISCO (21/OCT/2011).- Este par de entrevistas se realizaron de manera paralela y coincidente. Hubo una sesión fotográfica con un grupo de actores en la Ciudad de México, algunos encuentros y finalmente la cita en un café en Guadalajara, así como las respuestas de Andrés Montiel, vía mail desde la capital del país.  Pablo Abitia y Andrés Montiel son amigos, colegas actorales que han emprendido en más de una ocasión proyectos en conjunto. Son tapatíos emigrados a la jungla del asfalto con afanes cinematográficos, sus carreras arrancaron en el teatro, ese espectro nuclear que los implota y los explota hasta los límites de su creatividad llena de cuestiones. Si en algo podrían coincidir, es en su existencialismo, que sin afanes de ofender, pueden llevarlo hasta sus últimas consecuencias.

Andrés Montiel participa en la filmación de Morelos, filme dirigido por Antonio Serrano (director de Sexo, pudor y lágrimas), interpreta al mismísimo Agustín de Iturbide. Participa también en la serie Revolución, dando vida al personaje de Madero. El próximo año estrenará la película Tlatelolco, de Carlos Bolado. En el teatro, dice, cocina un proyecto de David Mamet.  Pablo Abitia acaba de filmar Minezota de Carlos Enderle, película en la que interpreta a Ismael Rivera, un rockstar de barrio. Estuvo en Michoacán con Juan Pablo Villaseñor trabajando en Canciones para un amigo, “un híbrido entre documental y ficción” dice. “El proyecto me encanta. Yo era el único actor y los demás eran purépechas”, señala. El filme consiste en la recolección de las pirecuas, canciones nativas de los purépechas que se están perdiendo. Participó en la serie Revolución, interpretando a Victoriano Bárcenas, un traidor que fue traicionado. Y ahora se encuentra en Guadalajara, donde intenta cristalizar un proyecto con Marco Pérez (Amores perros, Capadocia, El octavo mandamiento) titulado El saxofonista. “Queremos divertirnos, disfrutar”, señala.

— El Patio de su casa es México. ¿Cómo está ese patio?

— Pablo: Hay mucho tilichero que hay que sacar. Me parece que es un jardín al que se le ha descuidado la raíz y ha crecido maleza. La semilla y la flor es hermosa… pero hay mucha maleza.

— Andrés: (…) Ahora sí que México Lindo y ¡qué herido! Es un patio muy cuarteado pero con esperanza, ansioso de cambio, de cerrar grietas, de vivir con plenitud, de ver que brillen los ojos de cada persona que lo habita.

— ¿El quehacer artístico puede cambiar el mundo?

— Andrés: ¡Claro! El arte es capaz de modificar, de abrir conciencias y de moverlas. Sin arte no hay belleza (…) Yo la verdad, no me imagino un mundo sin arte, me volvería entonces loco, pero de verdad.

— Pablo: Me hubiera encantado para la silla presidencial a José Vasconcelos o alguien como él, un filósofo.

— ¿Quién sí para la silla presidencial?

— Pablo: José Vasconelos o alguien como él, un filósofo.

— Andrés: Tristemente no hay líderes hoy en día en México, no hay a quien irle. A lo mejor debería suceder el año entrante, justo lo que ocurre en la novela de José Saramago, Ensayo sobre la lucidez, estaría interesante ver eso hecho realidad.

— ¿El punto de unión entre Vasconcelos y Sicilia?

— Pablo: Su humanismo… no conozco a Sicilia mucho, no quiero decir eso… Pero el hecho de dar soluciones por el lado humano, pacífico. Los mejores pensadores de este país… ¿qué nos falta? ¿dónde estamos? ¿cómo ir hacia adelante?

— Andrés: Octavio Paz. Nos falta mucho. Venimos arrastrando errores desde la época de la Revolución (…)

— ¿Quiénes son los mejores actores de este país, además de Damián Alcázar?

— Andrés: Daniel Giménez Cacho, Gerardo Trejoluna, Dagoberto Gama, Joaquín Cosío, Mario Zaragoza, Silverio Palacios, Marco Pérez… hay más de los que mucha gente cree.

— ¿Y Diego Luna y Gael García?

— Andrés: He tenido la oportunidad de trabajar con ambos y me parece estupenda la imagen que han logrado consolidar ante el público a nivel mundial, han abierto una brecha importante, pero ahora tenemos que abrir otras brechas porque hasta ahora ellos son la excepción y no la regla.

—Pablo, ¿qué estás haciendo en Guadalajara?

— Pablo: Construyendo puentes, regresando al origen.

— Hablemos de la educación. Básicamente ¿qué es la educación?

— Pablo: Poder tener herramientas para generar espacios adecuados, para que se desarrollen las aptitudes de todo ser humano.

— Andrés: Es la llave para darle forma a un ser humano, es un elemento esencial, una persona sin educación es manipulable, un monigote, es más fácil masificarlo (…)

— Pablo: Lo ideal tendría que ser un esquema más libre y abierto, menos esquemático, poner el acento en la particularidad de cada individuo y que no se nos vea como números.

— La importancia de alguien como Sicilia…

— Pablo: El hecho de que sea un poeta nos da una clave.

— ¿Qué le toca hacer a los artistas?

— Andrés: Seguir creando, no parar, en estos tiempos la gente necesita de los artistas, ahora es cuando desde nuestra trinchera tenemos la obligación de exponer, de cuestionar, de replantear y de entretener.

— Conciencia, ¿para qué?

Pablo: Abarca muchos aspectos, desde las acciones mínimas como respetar a un ciclista hasta a la Madre Tierra misma.

— Imaginemos como Lennon un mundo mejor, un México mejor ¿cómo sería?

—  Andrés: Un México donde la corrupción se erradicó en todos los estratos, donde la verdad prevalece sobre la mentira, donde el mexicano no es ventajoso ni gandaya, ni está viendo de qué manera saca provecho de los demás, donde hay respeto por el prójimo y no “mentadas ” en cada esquina, donde realmente nos echemos la mano unos a otros, por lo tanto la sociedad no está polarizada. En fin. ¡Se vale soñar!

— Cambio de tema. Hablemos de actos arrebatados ¿cuál sería el tuyo?

— Andrés: Salir completamente desnudo a la calle gritando ¡Viva la lucha libre!

Dolores Tapia

Temas

Sigue navegando