Entretenimiento
En busca del proyecto perfecto
El director traza retos profesionales en el cine, los documentales y las series de televisión
GUADALAJARA, JALISCO (02/MAY/2012).- Gerardo Tort aprendió que para estar en el cine es necesario hacer un poco de todo. Multiplicarse. Ser casi omnipresente o, al menos, parecerlo. Director, escritor, productor, editor “y bueno para las canicas y el balero” (presume entre risas), también entendió que más valía no encariñarse mucho con la gran pantalla, no cerrarse las puertas a trabajar en otros medios y no casarse con un solo estilo.
“Yo sigo aprendiendo de todo lo que hago, desde el primer día y hasta hoy, afirma en entrevista. Quien se jacte de ser un director que “se las sabe de todas todas”, vive en el error. Por eso Tort sigue absorbiendo todos los conocimientos posibles.
En este enseñar y aprender llegó a su escritorio una oportunidad para trabajar con Discovery Channel en el documental 5 de mayo: un día de gloria, que se estrenó el 29 de abril y será repetido en los siguientes días por esta señal. Como buen poblano se siente orgulloso de contar la gesta heroica que se vivió en su Estado hace 150 años. “Los acontecimientos históricos siempre son interesantes de abordar en la pantalla, no por el hecho en sí, sino por la pasión que tienen los protagonistas, el conocer sus motivaciones detrás de grandes esfuerzos”.
La epopeya que Tort emprendió al lado de Discovery vuelve a poner al realizador de documentales, series, cortos y películas en el ojo público. Los proyectos en su puerta se multiplican, aunque se lo toma con calma.
— Dicen que el director tiene que ser el mayor seductor en todos sus proyectos, por aquello de convencer a todo mundo. ¿Te consideras uno?
— Te conviertes en un seductor en la medida en que tienes un proyecto que te motiva, que mueve tu interior, y que te convence de que es lo mejor que puedes ofrecer para los demás. Ahora, se puede ser un seductor e ir por la vida convenciendo a la gente de que te siga. ¡Pero tienes que cumplir!, porque si vas por allí prometiendo y no tienes absolutamente nada concreto que ofrecer, te conviertes en un pelele (risas) y en la industria de esos hay muchos.
— Su documental se suma a otros proyectos audiovisuales que abordan la historia de México, ¿siente que el tema se puso de moda?
— En un país donde quisiéramos tener entre 60 y 70 producciones al año, es natural que algunas películas, aunque no muchas, terminen enfocadas en contar hechos históricos. Sin embargo, no creo que sea una ocurrencia o una moda el estar abordando este tipo de tramas en la pantalla. Haciendo un poco de memoria, tenemos trabajos de Cazals, Ripstein y otros directores de los años setenta y ochenta haciendo proyectos donde se revisan los acontecimientos del país.
Entonces tendríamos que definir, ¿qué es la historia?, ¿lo que pasó hace 20 o quizá 30 años, dos siglos? No. Y digo que no porque historia puede ser lo que ocurrió hace un año. Creo que donde hemos fallado es en la promoción de este tipo de trabajos. Si los hay, pero son poco conocidos”.
— Ya abordó momentos trascendentes para el país en documental y en serie, ¿existe algún pasaje de la historia de México que le llame la atención como para llevarlo a cine?
— He trabajado la etapa de los sesenta, la guerra sucia. Hice un documental de Lucio Cabañas (La guerrilla y la esperanza, 2005), y ahora lo estoy escribiendo de nuevo porque quiero hacer película de ese tema. Me interesa analizar a esta generación posterior a los años cincuenta de hippies que rompieron con el sistema. Por supuesto que me parece interesante la etapa cristera, quizá no tanto como se está abordando ahorita (Cristiada, protagonizada por Andy García), se me hace más interesante el trabajo de (Matías) Meyer con Los últimos cristeros. Lo que sí es cierto es que hay temas que me preocupan y otros que me ocupan.
— Su largometraje anterior fue “Viaje redondo” (2009), ¿siente que le fue bien pese a que los exhibidores lo dejaron poco tiempo en cine?
— Personalmente, me fue bien; hice la película que quería hacer, entonces en ese sentido fue buena, encontré al espectador que buscaba. No estaba buscando a las masas de Hollywood, ni de Taiwán. Llegó quien tenía que llegar, e incluso algunos más.
— ¿Por qué es difícil atraer al público mexicano a su propio cine?
— Hablar de audiencia en México es hablar de temas de políticas culturales, de mercado y otros elementos que de repente se salen de la influencia cinematográfica, o sea, de nuestro control. A las películas mexicanas les va mal, no porque sean buenas o malas, sino porque hay una gran discriminación. Me explico: el espectador en nuestro país se acostumbró a consumir cine en inglés y doblado o subtitulado, algo que no pasa con el público francés, argentino, brasileño, que cuidan mucho sus producciones.
México es el quinto país con mayor asistencia a los cines, pero, ¿dónde están cuando se trata de ir a ver sus propias películas? No lo sé, no es un tema que pueda resolver tampoco.
— También el documental sufre para encontrar un espacio, ¿no?
— Hay una pantalla natural de los documentales, que debería ser la televisión, pero hay que revisar muchas cosas, muchas políticas que se tienen. Yo por lo pronto seguiré haciendo mi trabajo.
— ¿Qué proyectos tiene de cara al futuro?
— Estoy haciendo mucho trabajo de mesa. No tengo nada para pasado mañana, eso sí, son cosas que se tomarán el tiempo necesario. Estoy trabajando en varios proyectos en televisión de cines y documentales. Son varias ventanas abiertas pero nada en concreto.
Para muestra...
Sus mejores trabajos
De la calle (2001)
Viaje redondo (2009)
Gritos de muerte y libertad (2010)
5 de mayo: un día de gloria (2012)
5 de mayo: un día de gloria / Sábado 5 de mayo / 18:00 horas / Discovery Channel
“Yo sigo aprendiendo de todo lo que hago, desde el primer día y hasta hoy, afirma en entrevista. Quien se jacte de ser un director que “se las sabe de todas todas”, vive en el error. Por eso Tort sigue absorbiendo todos los conocimientos posibles.
En este enseñar y aprender llegó a su escritorio una oportunidad para trabajar con Discovery Channel en el documental 5 de mayo: un día de gloria, que se estrenó el 29 de abril y será repetido en los siguientes días por esta señal. Como buen poblano se siente orgulloso de contar la gesta heroica que se vivió en su Estado hace 150 años. “Los acontecimientos históricos siempre son interesantes de abordar en la pantalla, no por el hecho en sí, sino por la pasión que tienen los protagonistas, el conocer sus motivaciones detrás de grandes esfuerzos”.
La epopeya que Tort emprendió al lado de Discovery vuelve a poner al realizador de documentales, series, cortos y películas en el ojo público. Los proyectos en su puerta se multiplican, aunque se lo toma con calma.
— Dicen que el director tiene que ser el mayor seductor en todos sus proyectos, por aquello de convencer a todo mundo. ¿Te consideras uno?
— Te conviertes en un seductor en la medida en que tienes un proyecto que te motiva, que mueve tu interior, y que te convence de que es lo mejor que puedes ofrecer para los demás. Ahora, se puede ser un seductor e ir por la vida convenciendo a la gente de que te siga. ¡Pero tienes que cumplir!, porque si vas por allí prometiendo y no tienes absolutamente nada concreto que ofrecer, te conviertes en un pelele (risas) y en la industria de esos hay muchos.
— Su documental se suma a otros proyectos audiovisuales que abordan la historia de México, ¿siente que el tema se puso de moda?
— En un país donde quisiéramos tener entre 60 y 70 producciones al año, es natural que algunas películas, aunque no muchas, terminen enfocadas en contar hechos históricos. Sin embargo, no creo que sea una ocurrencia o una moda el estar abordando este tipo de tramas en la pantalla. Haciendo un poco de memoria, tenemos trabajos de Cazals, Ripstein y otros directores de los años setenta y ochenta haciendo proyectos donde se revisan los acontecimientos del país.
Entonces tendríamos que definir, ¿qué es la historia?, ¿lo que pasó hace 20 o quizá 30 años, dos siglos? No. Y digo que no porque historia puede ser lo que ocurrió hace un año. Creo que donde hemos fallado es en la promoción de este tipo de trabajos. Si los hay, pero son poco conocidos”.
— Ya abordó momentos trascendentes para el país en documental y en serie, ¿existe algún pasaje de la historia de México que le llame la atención como para llevarlo a cine?
— He trabajado la etapa de los sesenta, la guerra sucia. Hice un documental de Lucio Cabañas (La guerrilla y la esperanza, 2005), y ahora lo estoy escribiendo de nuevo porque quiero hacer película de ese tema. Me interesa analizar a esta generación posterior a los años cincuenta de hippies que rompieron con el sistema. Por supuesto que me parece interesante la etapa cristera, quizá no tanto como se está abordando ahorita (Cristiada, protagonizada por Andy García), se me hace más interesante el trabajo de (Matías) Meyer con Los últimos cristeros. Lo que sí es cierto es que hay temas que me preocupan y otros que me ocupan.
— Su largometraje anterior fue “Viaje redondo” (2009), ¿siente que le fue bien pese a que los exhibidores lo dejaron poco tiempo en cine?
— Personalmente, me fue bien; hice la película que quería hacer, entonces en ese sentido fue buena, encontré al espectador que buscaba. No estaba buscando a las masas de Hollywood, ni de Taiwán. Llegó quien tenía que llegar, e incluso algunos más.
— ¿Por qué es difícil atraer al público mexicano a su propio cine?
— Hablar de audiencia en México es hablar de temas de políticas culturales, de mercado y otros elementos que de repente se salen de la influencia cinematográfica, o sea, de nuestro control. A las películas mexicanas les va mal, no porque sean buenas o malas, sino porque hay una gran discriminación. Me explico: el espectador en nuestro país se acostumbró a consumir cine en inglés y doblado o subtitulado, algo que no pasa con el público francés, argentino, brasileño, que cuidan mucho sus producciones.
México es el quinto país con mayor asistencia a los cines, pero, ¿dónde están cuando se trata de ir a ver sus propias películas? No lo sé, no es un tema que pueda resolver tampoco.
— También el documental sufre para encontrar un espacio, ¿no?
— Hay una pantalla natural de los documentales, que debería ser la televisión, pero hay que revisar muchas cosas, muchas políticas que se tienen. Yo por lo pronto seguiré haciendo mi trabajo.
— ¿Qué proyectos tiene de cara al futuro?
— Estoy haciendo mucho trabajo de mesa. No tengo nada para pasado mañana, eso sí, son cosas que se tomarán el tiempo necesario. Estoy trabajando en varios proyectos en televisión de cines y documentales. Son varias ventanas abiertas pero nada en concreto.
Para muestra...
Sus mejores trabajos
De la calle (2001)
Viaje redondo (2009)
Gritos de muerte y libertad (2010)
5 de mayo: un día de gloria (2012)
5 de mayo: un día de gloria / Sábado 5 de mayo / 18:00 horas / Discovery Channel