Entretenimiento
Como los buenos vinos, Emmanuel cuenta sus historias
Con ''La chica de humo'' y ''Toda la vida'', el intérprete ya tenía a buena parte del Telmex de pie
GUADALAJARA, JALISCO (4/MAYO/2012).- Emmanuel es un artista peculiar. Es uno de esos raros casos donde la estrella logra, por méritos artísticos, romper la barrera del tiempo y trascender ante varias generaciones. No son los escándalos, sus tropiezos o algún romance lo que lo mantiene como uno de los preferidos del público. Su formula del éxito es una sólida mezcla de buenas canciones y un carisma electrizante.
Esto quedó patente hoy por la noche, con su presentación en el Telmex. Allí convocó a fanáticos de todas las generaciones. Desde los seguidores que han visto crecer al cantante de la década de los ochenta hasta hoy; hasta quienes como Angélica, una joven de 22 años que dejó atrás un día pesado en la oficina para entregarse al ritmo de Emmanuel.
"A mí me gusta su música por mi papá", acepta la joven con una sonrisa. "Mis canciones favoritas son ''El día que puedas'', la primera canción que escuché de él, e Insoportablemente bella". Por un momento las diferencias de edades importaban poco. El ritual de Emmanuel estaba por dar inicio.
En equilibrio total
Aunque llegó con un disco acústico bajo el brazo, Emmanuel no se limitó a explorar solamente ese estilo y procuró darle gusto a los fanáticos que esperaban escuchar sus canciones preferidas en versiones más "tradicionales".
Eléctrico cuando fue necesario, intercalando baladas con temas rítmicos y arropado por un escenario donde se proyectaron videos acordes a cada tema. Todo eso aderezado con un Emmanuel que resultó buen conversador y explicó, cuando se requería, el origen de cada canción.
Con ''La chica de humo'' y ''Toda la vida'' (donde modificó la letra), el intérprete ya tenía a buena parte del Telmex de pie. Con una voz intacta y una vitalidad juvenil, el tiempo parece detenerse cuando Emmanuel está sobre el escenario. Angélica y otros siete mil fanáticos terminaron con una sonrisa en el rostro. Una de las tantas cualidades de un artista peculiar.
Por cierto
Las que sonaron
*Bella señora
*No he podido verte
*Pobre diablo
*Quiero dormir cansado
*Detenedla ya
*Este terco corazón
*Tengo mucho que aprender de ti
*Rey azul
*La chica de humo
*La última Luna
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ
Esto quedó patente hoy por la noche, con su presentación en el Telmex. Allí convocó a fanáticos de todas las generaciones. Desde los seguidores que han visto crecer al cantante de la década de los ochenta hasta hoy; hasta quienes como Angélica, una joven de 22 años que dejó atrás un día pesado en la oficina para entregarse al ritmo de Emmanuel.
"A mí me gusta su música por mi papá", acepta la joven con una sonrisa. "Mis canciones favoritas son ''El día que puedas'', la primera canción que escuché de él, e Insoportablemente bella". Por un momento las diferencias de edades importaban poco. El ritual de Emmanuel estaba por dar inicio.
En equilibrio total
Aunque llegó con un disco acústico bajo el brazo, Emmanuel no se limitó a explorar solamente ese estilo y procuró darle gusto a los fanáticos que esperaban escuchar sus canciones preferidas en versiones más "tradicionales".
Eléctrico cuando fue necesario, intercalando baladas con temas rítmicos y arropado por un escenario donde se proyectaron videos acordes a cada tema. Todo eso aderezado con un Emmanuel que resultó buen conversador y explicó, cuando se requería, el origen de cada canción.
Con ''La chica de humo'' y ''Toda la vida'' (donde modificó la letra), el intérprete ya tenía a buena parte del Telmex de pie. Con una voz intacta y una vitalidad juvenil, el tiempo parece detenerse cuando Emmanuel está sobre el escenario. Angélica y otros siete mil fanáticos terminaron con una sonrisa en el rostro. Una de las tantas cualidades de un artista peculiar.
Por cierto
Las que sonaron
*Bella señora
*No he podido verte
*Pobre diablo
*Quiero dormir cansado
*Detenedla ya
*Este terco corazón
*Tengo mucho que aprender de ti
*Rey azul
*La chica de humo
*La última Luna
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ