Entretenimiento
Casi lista la remodelación del CUAAD
En lugar de derribar el edificio, se decidió por su remodelación con la aplicación de nuevas tecnologías para asegurar su permanencia
GUADALAJARA, JALISCO.- Luego de casi cinco años de trabajos, el
Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara está a unos meses de dar una nueva cara a sus estudiantes, cuerpo docente y visitantes ocasionales.
Su rector, Mario Alberto Orozco Abundis, realizó ayer un recorrido para dar cuenta de los avances de la obra, para la cual se han invertido alrededor de 28 millones de pesos. Así, el edificio central -con más de cinco décadas de vida- se erige cercano a la barranca de Huentitán luciendo un aspecto mucho más contemporáneo, con un óptimo aprovechamiento de espacios.
Fue durante el temblor de enero de 2003 cuando el edificio se fracturó desde el quinto piso hasta el décimo, pero en lugar de echarlo abajo se decidió optar por su remodelación con la aplicación de nuevas tecnologías para asegurar su permanencia otras tantas décadas, con la integración de disipadores sísmicos (como los existentes en la Torre Latinoamericana, en la Ciudad de México) y aligeración en las estructuras del inmueble.
Orozco Abundis advirtió que la intención inicial era inaugurar el nuevo espacio una vez que estuviese del todo terminado, aunque ahora se ha decidido comenzar a ocupar cada piso que esté concluido, de tal suerte que en un plazo no mayor a tres semanas se prevé la utilización de los pisos ocho, nueve y 10.
Agregó que entre los proyectos que quedan por concluir está la construcción de rampas de acceso para discapacitados en todo el centro universitario y la rehabilitación de la red de drenajes y áreas exteriores de la torre, equipos de aire acondicionado y de bombeo para la red contra incendios.
La primera fase de intervención, iniciada en septiembre de 2004 y terminada en octubre de 2007, consistió en el desmantelamiento de cantera en las fachadas oriente y poniente, sondeos de cimentación de la torre, reforzamiento estructural del edificio y renovación de la imagen en fachadas; mientras que la segunda etapa, comprendida entre noviembre de 2007 y febrero de 2009, incluyó la obra civil e instalaciones en el interior de la torre.
El recorrido incluyó una visita al edificio de posgrado, para el cual todavía resta hacer un estudio del subsuelo, donde al parecer hay fisuras. Por ello, apuntó el rector del CUAAD, de momento no se está utilizando el espacio al 100% de su capacidad. "El estudio tiene un costo de 400 mil pesos y la solución podría ser de un millón de pesos".
Su rector, Mario Alberto Orozco Abundis, realizó ayer un recorrido para dar cuenta de los avances de la obra, para la cual se han invertido alrededor de 28 millones de pesos. Así, el edificio central -con más de cinco décadas de vida- se erige cercano a la barranca de Huentitán luciendo un aspecto mucho más contemporáneo, con un óptimo aprovechamiento de espacios.
Fue durante el temblor de enero de 2003 cuando el edificio se fracturó desde el quinto piso hasta el décimo, pero en lugar de echarlo abajo se decidió optar por su remodelación con la aplicación de nuevas tecnologías para asegurar su permanencia otras tantas décadas, con la integración de disipadores sísmicos (como los existentes en la Torre Latinoamericana, en la Ciudad de México) y aligeración en las estructuras del inmueble.
Orozco Abundis advirtió que la intención inicial era inaugurar el nuevo espacio una vez que estuviese del todo terminado, aunque ahora se ha decidido comenzar a ocupar cada piso que esté concluido, de tal suerte que en un plazo no mayor a tres semanas se prevé la utilización de los pisos ocho, nueve y 10.
Agregó que entre los proyectos que quedan por concluir está la construcción de rampas de acceso para discapacitados en todo el centro universitario y la rehabilitación de la red de drenajes y áreas exteriores de la torre, equipos de aire acondicionado y de bombeo para la red contra incendios.
La primera fase de intervención, iniciada en septiembre de 2004 y terminada en octubre de 2007, consistió en el desmantelamiento de cantera en las fachadas oriente y poniente, sondeos de cimentación de la torre, reforzamiento estructural del edificio y renovación de la imagen en fachadas; mientras que la segunda etapa, comprendida entre noviembre de 2007 y febrero de 2009, incluyó la obra civil e instalaciones en el interior de la torre.
El recorrido incluyó una visita al edificio de posgrado, para el cual todavía resta hacer un estudio del subsuelo, donde al parecer hay fisuras. Por ello, apuntó el rector del CUAAD, de momento no se está utilizando el espacio al 100% de su capacidad. "El estudio tiene un costo de 400 mil pesos y la solución podría ser de un millón de pesos".