Entretenimiento
Cannes abre entre héroes y villanos
Pese a los contratiempos del clima, la primera jornada del festival contó con luminarias de primer nivel
CANNES, FRANCIA (13/MAY/2010).- De todo, como en botica. Luminarias, prensa, invitados especiales, patrocinadores, todos estuvieron listos para la apertura de la 63a. edición del
Festival Internacional de Cine de Cannes, que lució una alfombra roja por la que desfilaron numerosas estrellas y otras más se quedaron con las ganas de posar para las cámaras, debido al retraso en vuelos por los estragos causados por la nube de cenizas que provocó el volcán islandés Eyjafjallajökull.
El elenco de la cinta Robin Hood, protagonizada por Russell Crowe y dirigida por Ridley Scott, captó los reflectores incluso antes de la alfombra roja y es que fue esta producción la encargada de abrir el festín fílmico.
“Hay muchos Robin Hood en el cine (...) pero personalmente no creo que haya uno solo que sea verdaderamente satisfactorio desde el punto de vista del ser humano”, explicó un relajado Crowe en la rueda de prensa de presentación del filme, en la que estuvo acompañado por su Lady Marian, la australiana Cate Blanchett.
Y a la que no pudo asistir el realizador del filme, el británico Ridley Scott, convaleciente de una reciente operación de rodilla. Treinta y tres años después de llevarse el premio a la Mejor opera prima con Los duelistas y 19 desde que clausurara este festival con Thelma y Louis, el realizador presentó en el Festival su reciente creación.
Bajo un cielo gris y con operarios por doquier aún ultimando los escenarios del festival, la pareja formada por Russell Crowe y Cate Blanchett pusieron la primera nota de glamour y de seducción, demostrando ante la prensa que la química en la gran pantalla responde a su buena relación personal.
Entre bromas y confidencias, los actores, junto con el productor de la cinta, Brian Grazer, defendieron una película que fue recibida con frialdad en el primer pase en el festival, destinado a la prensa.
De buenas
La atención se posó sobre Crowe, actor que sabe de mancuernas exitosas junto a Scott, como sucediera con Gladiador; sin embargo, pese al interés de la prensa, el actor se escapó con habilidad a las preguntas no relacionadas con el filme -con excepción de las que versaban de fútbol- y se mostró más que dispuesto a formar parte de una nueva película con el mismo equipo y que cuente cómo evoluciona la historia de Robin Hood.
Crowe, que hizo hincapié en que la historia que querían contar en un principio hubiera durado siete horas y media, resaltó que este nuevo Robin Hood no se parece en nada a los anteriores. “No le falta originalidad. Es un concepto inusual”.
Reconoció que es una “perspectiva muy arrogante” -idea apostillada por Blanchett al recordar que ellos dos son australianos- y agregó que en caso de que el personaje existiera hoy en día, se fijaría más que en escándalos políticos o desastres económicos, en la monopolización de los medios de comunicación.
Y en cuanto al resultado de Robin Hood, señaló que tiene los suficientes elementos para despertar la curiosidad del espectador, como ya pasó con Gladiador. Para los seguidores del actor el juicio llegará mañana viernes, cuando la cinta se estrene en México.
Con ojo crítico
El presidente del jurado, Tim Burton, adelantó que él y sus compañeros serán comprensivos con los filmes que concurren a la competición.
Aseguró que “no hay instrucciones” que impartir a los otros miembros del jurado y no dio pistas de lo que los jurados de este año, entre los que están el español Víctor Erice, además de Del Toro y la actriz británica Kate Beckinsale, tienen en la cabeza como condición previa para entrar en la lista de galardonados.
“Nuestro trabajo es el de estar absolutamente abiertos” a las películas presentadas, explicó el director de la nueva versión de Alicia en el país de las maravillas e insistió, ante las preguntas de la prensa: “nuestro objetivo es dejar que lo que veamos nos llegue adentro”.
Alfombra roja
Tarde de sorpresas
Sin lugar a dudas la sorpresa fue la constante en la alfombra roja, ya que lo mismo recibió a directores que políticos; sin embargo el glamour no quedó de lado. Eva Longoria y Aishwarya Rai llegaron juntas luciendo vaporosos diseños en colores claros, mientras los hombres se apegaron a la etiqueta que demandaba el evento.
La mexicana Salma Hayek llegó de imprevisto, ya que según se informó no había confirmado su presencia, y lo hizo del brazo de su esposo Francois-Henry Pinault, y más tarde concidieron al pie de la escalinata del Palacio del Festival con el ministro de cultura Frederic Mitterrand y el director del certamen Thierry Fremaux.
El elenco de la cinta Robin Hood, protagonizada por Russell Crowe y dirigida por Ridley Scott, captó los reflectores incluso antes de la alfombra roja y es que fue esta producción la encargada de abrir el festín fílmico.
“Hay muchos Robin Hood en el cine (...) pero personalmente no creo que haya uno solo que sea verdaderamente satisfactorio desde el punto de vista del ser humano”, explicó un relajado Crowe en la rueda de prensa de presentación del filme, en la que estuvo acompañado por su Lady Marian, la australiana Cate Blanchett.
Y a la que no pudo asistir el realizador del filme, el británico Ridley Scott, convaleciente de una reciente operación de rodilla. Treinta y tres años después de llevarse el premio a la Mejor opera prima con Los duelistas y 19 desde que clausurara este festival con Thelma y Louis, el realizador presentó en el Festival su reciente creación.
Bajo un cielo gris y con operarios por doquier aún ultimando los escenarios del festival, la pareja formada por Russell Crowe y Cate Blanchett pusieron la primera nota de glamour y de seducción, demostrando ante la prensa que la química en la gran pantalla responde a su buena relación personal.
Entre bromas y confidencias, los actores, junto con el productor de la cinta, Brian Grazer, defendieron una película que fue recibida con frialdad en el primer pase en el festival, destinado a la prensa.
De buenas
La atención se posó sobre Crowe, actor que sabe de mancuernas exitosas junto a Scott, como sucediera con Gladiador; sin embargo, pese al interés de la prensa, el actor se escapó con habilidad a las preguntas no relacionadas con el filme -con excepción de las que versaban de fútbol- y se mostró más que dispuesto a formar parte de una nueva película con el mismo equipo y que cuente cómo evoluciona la historia de Robin Hood.
Crowe, que hizo hincapié en que la historia que querían contar en un principio hubiera durado siete horas y media, resaltó que este nuevo Robin Hood no se parece en nada a los anteriores. “No le falta originalidad. Es un concepto inusual”.
Reconoció que es una “perspectiva muy arrogante” -idea apostillada por Blanchett al recordar que ellos dos son australianos- y agregó que en caso de que el personaje existiera hoy en día, se fijaría más que en escándalos políticos o desastres económicos, en la monopolización de los medios de comunicación.
Y en cuanto al resultado de Robin Hood, señaló que tiene los suficientes elementos para despertar la curiosidad del espectador, como ya pasó con Gladiador. Para los seguidores del actor el juicio llegará mañana viernes, cuando la cinta se estrene en México.
Con ojo crítico
El presidente del jurado, Tim Burton, adelantó que él y sus compañeros serán comprensivos con los filmes que concurren a la competición.
Aseguró que “no hay instrucciones” que impartir a los otros miembros del jurado y no dio pistas de lo que los jurados de este año, entre los que están el español Víctor Erice, además de Del Toro y la actriz británica Kate Beckinsale, tienen en la cabeza como condición previa para entrar en la lista de galardonados.
“Nuestro trabajo es el de estar absolutamente abiertos” a las películas presentadas, explicó el director de la nueva versión de Alicia en el país de las maravillas e insistió, ante las preguntas de la prensa: “nuestro objetivo es dejar que lo que veamos nos llegue adentro”.
Alfombra roja
Tarde de sorpresas
Sin lugar a dudas la sorpresa fue la constante en la alfombra roja, ya que lo mismo recibió a directores que políticos; sin embargo el glamour no quedó de lado. Eva Longoria y Aishwarya Rai llegaron juntas luciendo vaporosos diseños en colores claros, mientras los hombres se apegaron a la etiqueta que demandaba el evento.
La mexicana Salma Hayek llegó de imprevisto, ya que según se informó no había confirmado su presencia, y lo hizo del brazo de su esposo Francois-Henry Pinault, y más tarde concidieron al pie de la escalinata del Palacio del Festival con el ministro de cultura Frederic Mitterrand y el director del certamen Thierry Fremaux.