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Abraza sus miedos

Liberar sus demonios, criticar a la sociedad y un capricho conforman la nueva faceta del cineasta español

CIUDAD DE MÉXICO.- Para ambos fue una experiencia donde hubo que conocer sus límites. Pedro Almodóvar y Penélope Cruz hablan acerca de Los Abrazos rotos, la nueva película en la que colaboraron juntos por cuarta ocasión y con la que el cineasta vuelve a sus orígenes cinematográficos con un melodrama y un reparto de lujo, en el que además de la actuación de la ganadora del Oscar por Viky Crstina Barcelona destacan las interpretaciones de otras figuras del cine español como Lluís Homar y Blanca Portillo.

Una cinta que recorre varias épocas de España y su sociedad, de la cual el propio director manchego relata su origen: “Quise explorar diferentes generaciones, incluyendo a la más actual. Por ejemplo, en mis filmes de los años ochenta mostraba las drogas de la época, y en esta película expongo también las drogas de hoy en día. Creo que, por lo menos para la gente de mi generación, eso era algo cotidiano hasta que llegó un momento en el que tuvimos que decidir no hacerlo más por un tema de salud”.

El cineasta se sincera totalmente al exponer a su trabajo más reciente como un lienzo donde se lee su pasado. “Ahora en Los Abrazos rotos aparecen una especie de drogas que mi generación ya no consume. Drogas sintéticas que pueden ser extremadamente peligrosas. Como cineastas tenemos la responsabilidad de hablar de todos estos temas y de generar debate”, explicó a la vez que compartió su visión personal acerca de las drogas, “en los años ochenta y noventa tomé bastante cocaína, hasta que llegó un momento en el que me bloqueaba.

Entonces la dejé porque quería seguir viviendo y trabajando. Pero creo que las drogas, como todas las decisiones que uno toma, deberían de ser una elección libre, pero muy bien pensada, y con toda la información posible. Yo admiraba a David Bowie o a Lou Reed que salían siempre al escenario hasta arriba de heroína, pero, claro, nadie nos decía que esa droga te mataba, que la cocaína te vuelve loco, etcétera”.

Motivos al descubierto


Tras la catarsis personal, llega el momento de la crítica social. Y es que el director explica la motivación que tuvo para escribir el guión de los Los Abrazos rotos: “Mi película es una metáfora de lo que estamos viviendo en España actualmente. Y es que nuestra sociedad decidió olvidarse de lo que habíamos pasado durante el franquismo y la Guerra Civil, porque era necesario dejar las heridas atrás para poder hacer una Constitución y conducir el país hacia adelante”.

“Pero 30 años después, en el momento en el que la democracia española ya no es nueva y está entrando en un periodo de madurez, es necesario recuperar esa memoria y afrontarla para equilibrar a los fantasmas que quedaron atrapados. Estoy convencido de que si no lo hacemos, la sociedad se irá corrompiendo y pervirtiendo. Y eso es justo lo que hace el protagonista de mi filme, Mateo Blanco (Lluís Homar), que sólo 14 años después de sufrir una tragedia, encuentra las fuerzas para afrontar su pasado”, expone el director, revelando de paso que hay muy pocas cosas improvisadas en cada uno de sus proyectos.

Supera los nervios

De su trabajo con Penélope Cruz, el realizados declara que “nunca la había visto tan nerviosa. Llegó al rodaje justo después de ganar el Oscar, y eso hizo que se sintiera más presionada que nunca. Fue una de mis grandes batallas, hacer sentir a Penélope que su trabajo era estupendo y que estaba a la altura del proyecto”.

La propia Cruz habló de esta experiencia. “Fue un proyecto sumamente complicado. Tenía que interpretar a varios personajes en uno, y cambiar de situación constantemente. Además, aunque parezca mentira, el tener que interpretar a una actriz que hace ciertas escenas muy bien y otras fatal, me dio muchos dolores de cabeza. Todos los bloques que filmamos de Chicas y Maletas (la película dentro de la película), fueron las escenas más complicadas de rodar”.

Sin embargo, Almodóvar estuvo ahí para guiar a su musa paso a paso, “gracias a que tuvimos tres meses muy duros de ensayos y preparación previos al rodaje, pude llegar más confiada al set. Pedro nos dedicó todo el tiempo del mundo a los actores. Era un trabajo que implicaba una montaña rusa de emociones que sin la guía de un director como él, hubiera sido imposible llevar a cabo”. Pero con Almodóvar, como bien se sabe, los imposibles no existen.

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