Economía
Servicios financieros en zonas pobres
Tendrá presencia en zonas de alta y muy alta marginación del país
CIUDAD DE MÉXICO (05/AGO/2013).- Las zonas de alta y muy alta marginación del país son las que más carecen de servicios financieros formales. Es ahí donde la sociedad financiera comunitaria (sofinco) SMB Rural tiene su nicho de acción y donde quiere demostrar que se pueden llevar productos de muy alta calidad, oportunos y sin abusar de la gente.
SMB Rural es la primera sofinco autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV); el aval lo recibió en junio, aunque la figura se creó desde el 2009, para atender a más comunidades que carecen de productos financieros formales.
La historia de SMB, que es la sigla de Sistema Microbancos (la regulación no les permite utilizar esta palabra) data de 20 años atrás, cuando la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social estaba integrada por 32 entidades de este tipo, pero tras la crisis de 1995 casi la mayoría quebró y curiosamente sobrevivieron las más pequeñas y las que operaban en zonas marginadas. Las que quedaron buscaron la forma de permanecer en el sistema financiero, pero fue hasta el 2009 cuando se creó la figura de sofincos, así que las cooperativas que aún quedaban se unieron y formaron SMB Rural. Tras un periodo de intensa labor, fi nalmente este año la CNBV les dio la autorización.
“La sofinco es un modelo cooperativo más moderno; puede trabajar no sólo con personas físicas, sino también con morales; no sólo puede tener socios, sino clientes; puede trabajar con todo tipo de organización rural”, explica Mario Meléndez, comisario de SMB.
Edgar Juárez
EL ECONOMISTA
SMB Rural es la primera sofinco autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV); el aval lo recibió en junio, aunque la figura se creó desde el 2009, para atender a más comunidades que carecen de productos financieros formales.
La historia de SMB, que es la sigla de Sistema Microbancos (la regulación no les permite utilizar esta palabra) data de 20 años atrás, cuando la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social estaba integrada por 32 entidades de este tipo, pero tras la crisis de 1995 casi la mayoría quebró y curiosamente sobrevivieron las más pequeñas y las que operaban en zonas marginadas. Las que quedaron buscaron la forma de permanecer en el sistema financiero, pero fue hasta el 2009 cuando se creó la figura de sofincos, así que las cooperativas que aún quedaban se unieron y formaron SMB Rural. Tras un periodo de intensa labor, fi nalmente este año la CNBV les dio la autorización.
“La sofinco es un modelo cooperativo más moderno; puede trabajar no sólo con personas físicas, sino también con morales; no sólo puede tener socios, sino clientes; puede trabajar con todo tipo de organización rural”, explica Mario Meléndez, comisario de SMB.
Edgar Juárez
EL ECONOMISTA