Economía
Piden que Calderón medie entre Telmex y televisoras
El conflicto ha escalado de tal manera que comienza a preocupar por tratarse de concesiones del Estado, y representan un interés estratégico del país
CIUDAD DE MÉXICO (10/MAR/2011).-La pugna entre 25 operadores de telecomunicaciones por cable y las empresas del magnate mexicano Carlos Slim arreció en México con la presentación de denuncias mutuas ante las autoridades de competencia por supuestas prácticas monopólicas.
El conflicto, que en las últimas semanas ha subido de tono, pasó ayer de las recriminaciones a las denuncias ante la Comisión Federal de Competencia (CFC). Incluso, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), propuso que el Gobierno federal “intervenga como mediador”, en el diferendo entre las televisoras y Teléfonos de México (Telmex).
“Se trata de empresas que por operar concesiones en áreas de interés estratégico para la nación, deben demostrar solidez moral”.
Una veintena de compañías de telecomunicaciones, entre las que se cuentan compañías de telefonía celular, de televisión restringida, internet y telefonía fija por cable, presentaron una denuncia ante la CFC en contra de Telmex y de Telcel, esta última la marca con la que opera en México el gigante América Móvil, por supuestas prácticas monopólicas de esas dos empresas.
Entre las compañías inconformes se cuentan varias subsidiarias del gigante televisivo Televisa (Bestel, Cablevisión, Sky y Cablemás), del Grupo Salinas (Iusacell y Unefon), y empresas como Avantel, Axtel, Nextel y Megacable, las cuales se quejan de las tarifas de interconexión que cobran Telmex y Telcel a otros operadores para conectarse a sus redes, las mayores del país.
En respuesta, Telmex presentó ayer mismo cuatro demandas ante la CFC contra Televisa, Cablevisión, Megacable, Cablemás, Televisión Internacional y TV Azteca (propiedad del Grupo Salinas) por realizar presuntamente prácticas monopólicas absolutas y relativas en los mercados de televisión y de telefonía.
En un comunicado, la firma de Slim explicó que una denuncia contra Televisa y TV Azteca es por su actuación en el mercado de publicidad de televisión abierta, “por tratar de sacar del mercado de la telefonía a Telmex”.
Además, dirigió una en específico contra Televisa, “por su incumplimiento de las condiciones impuestas por la CFC para la compra de Cablemás”, y otra contra Cablevisión (subsidiaria de Televisa), “por prácticas monopólicas absolutas por negativa y bloqueo de venta de publicidad”.
Finalmente, una contra Yoo (subsidiaria de Cablevisión), “al haberse coludido cuatro empresas —Cablevisión, Megacable, Cablemás y Televisión Internacional— para controlar precios y mercado”.
“A través de esta colusión, las citadas empresas excluyen de este mercado a Telmex y se ponen de acuerdo para repartirse el mercado de televisión, en detrimento de Telmex y de los consumidores mexicanos”, agrega la nota.
Hace falta regulación.
El investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre, señala que el problema que enfrenta Telmex con compañías de televisión como Televisa, TV Azteca y Megacable, y de telefonía como Iusacell y Nextel, está relacionado por la falta de una legislación actualizada.
“La autoridad no se anima a utilizar los recursos que le ofrece la ley para emprender una regulación seria en el sector. Hay empresas que han sido más beneficiadas que otras por las políticas del actual Gobierno”.
Afirma que la administración actual ha resuelto favorecer la expansión de Televisa. “Las decisiones de la actual administración han conferido más privilegios y más recursos comunicacionales. La Cofetel ha sido benefactor de uno de los actores en este conflicto (Televisa)”.
A su parecer el conflicto reciente entre las demás compañías telefónicas y Telmex se detona por las tarifas de interconexión de hace años, un problema que existe también en otros países porque las empresas menores se inconforman porque las mayor les cobra tarifas altas.
Apunta que además hay un enfrentamiento entre las dos cadenas nacionales de televisión abierta y las empresas de televisión por cable la presunta intención de Telmex “presunta porque no lo ha dicho de manera abierta”, para ofrecer el servicio de televisión abierta, “lo que sí ha dicho es que quiere difundir televisión a través del cableado telefónico”.
Guerra declarada
Existen varias lecturas al fondo de los motivos de la confrontación entre las más grandes empresas de telecomunicaciones del país.
Un primer punto que debe estar claro es que la victoria no la obtiene quien tenga más dinero, si fuese así, Carlos Slim la habría obtenido desde el primero momento.
Para muchos analistas, el fondo de esta guerra es ganar terreno para tener mayor influencia política y social. Grandes empresarios como Emilio Azcárraga Jean (Televisa) y Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca) quieren mayor parte del “pastel” que existe en el mercado de las telecomunicaciones valorado en unos 22 mil millones de dólares, pero no quieren perder su poder de influencia.
Para el analista Leo Zuckerman, la televisión no es un negocio muy rentable para Slim, el reconfirmado hombre más rico del mundo. “Lo que la televisión da es poder político, una gran capacidad de influencia en la sociedad”.
Y es que, según explica Zuckerman, aunque Slim es el hombre más acaudalado del orbe, en la práctica “los dueños de televisoras tienen más poder que él entre la clase política. Para alguien que quiere ser Presidente de México es más importante una buena relación con las televisoras que con el empresario más próspero del mundo”.
Una disputa que apantalla
— ¿Cuál es el origen del conflicto entre Televisa y el Grupo Carso?
— Carlos Slim afirma que Televisa subió sus tarifas publicitarias 20%, por lo que decidió no invertir en sus espacios televisivos.
Según Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Grupo Televisa, la venta de publicidad a Grupo Carso representa 1.5% del total de los ingresos consolidados de la televisora.
—¿Es la misma situación que se presentó con TV Azteca?
—No. Slim señala que a diferencia de Televisa, TV Azteca no le quiso vender publicidad debido a que el empresario no aceptó la condición de que Telcel y Telmex le dieran tratos especiales de interconexión a Iusacell.
—¿Qué dicen los analistas al respecto?
—Los especialistas en el tema de las telecomunicaciones apuntan que la manzana de la discordia entre Slim y Televisa tiene que ver con Dish, cadena de televisión de paga en la cual sostienen una alianza comercial Telmex con Grupo Multivisión de Joaquín Vargas.
Diversos columnistas han señalado que Televisa acusa a Telmex de convertirse en más que un comercializador del servicio y que ha inyectado capital, violando así su título de concesión que le impide dar televisión.
—¿Por qué se ha acrecentado el conflicto?
—Slim ordenó la difusión de un anuncio publicitario con la leyenda: “Duopolio televisivo confunde libertad de expresión con libertad de presión: Telmex”.
Por su parte, Televisa introdujo en su contenido editorial información respecto a las fallas en el servicio y las altas tarifas de Telcel.
Cabe destacar que tanto Televisa como TV Azteca exigen al empresario más rico de mundo que baje sus tarifas de interconexión, que consideran muy elevadas.
El conflicto, que en las últimas semanas ha subido de tono, pasó ayer de las recriminaciones a las denuncias ante la Comisión Federal de Competencia (CFC). Incluso, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), propuso que el Gobierno federal “intervenga como mediador”, en el diferendo entre las televisoras y Teléfonos de México (Telmex).
“Se trata de empresas que por operar concesiones en áreas de interés estratégico para la nación, deben demostrar solidez moral”.
Una veintena de compañías de telecomunicaciones, entre las que se cuentan compañías de telefonía celular, de televisión restringida, internet y telefonía fija por cable, presentaron una denuncia ante la CFC en contra de Telmex y de Telcel, esta última la marca con la que opera en México el gigante América Móvil, por supuestas prácticas monopólicas de esas dos empresas.
Entre las compañías inconformes se cuentan varias subsidiarias del gigante televisivo Televisa (Bestel, Cablevisión, Sky y Cablemás), del Grupo Salinas (Iusacell y Unefon), y empresas como Avantel, Axtel, Nextel y Megacable, las cuales se quejan de las tarifas de interconexión que cobran Telmex y Telcel a otros operadores para conectarse a sus redes, las mayores del país.
En respuesta, Telmex presentó ayer mismo cuatro demandas ante la CFC contra Televisa, Cablevisión, Megacable, Cablemás, Televisión Internacional y TV Azteca (propiedad del Grupo Salinas) por realizar presuntamente prácticas monopólicas absolutas y relativas en los mercados de televisión y de telefonía.
En un comunicado, la firma de Slim explicó que una denuncia contra Televisa y TV Azteca es por su actuación en el mercado de publicidad de televisión abierta, “por tratar de sacar del mercado de la telefonía a Telmex”.
Además, dirigió una en específico contra Televisa, “por su incumplimiento de las condiciones impuestas por la CFC para la compra de Cablemás”, y otra contra Cablevisión (subsidiaria de Televisa), “por prácticas monopólicas absolutas por negativa y bloqueo de venta de publicidad”.
Finalmente, una contra Yoo (subsidiaria de Cablevisión), “al haberse coludido cuatro empresas —Cablevisión, Megacable, Cablemás y Televisión Internacional— para controlar precios y mercado”.
“A través de esta colusión, las citadas empresas excluyen de este mercado a Telmex y se ponen de acuerdo para repartirse el mercado de televisión, en detrimento de Telmex y de los consumidores mexicanos”, agrega la nota.
Hace falta regulación.
El investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre, señala que el problema que enfrenta Telmex con compañías de televisión como Televisa, TV Azteca y Megacable, y de telefonía como Iusacell y Nextel, está relacionado por la falta de una legislación actualizada.
“La autoridad no se anima a utilizar los recursos que le ofrece la ley para emprender una regulación seria en el sector. Hay empresas que han sido más beneficiadas que otras por las políticas del actual Gobierno”.
Afirma que la administración actual ha resuelto favorecer la expansión de Televisa. “Las decisiones de la actual administración han conferido más privilegios y más recursos comunicacionales. La Cofetel ha sido benefactor de uno de los actores en este conflicto (Televisa)”.
A su parecer el conflicto reciente entre las demás compañías telefónicas y Telmex se detona por las tarifas de interconexión de hace años, un problema que existe también en otros países porque las empresas menores se inconforman porque las mayor les cobra tarifas altas.
Apunta que además hay un enfrentamiento entre las dos cadenas nacionales de televisión abierta y las empresas de televisión por cable la presunta intención de Telmex “presunta porque no lo ha dicho de manera abierta”, para ofrecer el servicio de televisión abierta, “lo que sí ha dicho es que quiere difundir televisión a través del cableado telefónico”.
Guerra declarada
Existen varias lecturas al fondo de los motivos de la confrontación entre las más grandes empresas de telecomunicaciones del país.
Un primer punto que debe estar claro es que la victoria no la obtiene quien tenga más dinero, si fuese así, Carlos Slim la habría obtenido desde el primero momento.
Para muchos analistas, el fondo de esta guerra es ganar terreno para tener mayor influencia política y social. Grandes empresarios como Emilio Azcárraga Jean (Televisa) y Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca) quieren mayor parte del “pastel” que existe en el mercado de las telecomunicaciones valorado en unos 22 mil millones de dólares, pero no quieren perder su poder de influencia.
Para el analista Leo Zuckerman, la televisión no es un negocio muy rentable para Slim, el reconfirmado hombre más rico del mundo. “Lo que la televisión da es poder político, una gran capacidad de influencia en la sociedad”.
Y es que, según explica Zuckerman, aunque Slim es el hombre más acaudalado del orbe, en la práctica “los dueños de televisoras tienen más poder que él entre la clase política. Para alguien que quiere ser Presidente de México es más importante una buena relación con las televisoras que con el empresario más próspero del mundo”.
Una disputa que apantalla
— ¿Cuál es el origen del conflicto entre Televisa y el Grupo Carso?
— Carlos Slim afirma que Televisa subió sus tarifas publicitarias 20%, por lo que decidió no invertir en sus espacios televisivos.
Según Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Grupo Televisa, la venta de publicidad a Grupo Carso representa 1.5% del total de los ingresos consolidados de la televisora.
—¿Es la misma situación que se presentó con TV Azteca?
—No. Slim señala que a diferencia de Televisa, TV Azteca no le quiso vender publicidad debido a que el empresario no aceptó la condición de que Telcel y Telmex le dieran tratos especiales de interconexión a Iusacell.
—¿Qué dicen los analistas al respecto?
—Los especialistas en el tema de las telecomunicaciones apuntan que la manzana de la discordia entre Slim y Televisa tiene que ver con Dish, cadena de televisión de paga en la cual sostienen una alianza comercial Telmex con Grupo Multivisión de Joaquín Vargas.
Diversos columnistas han señalado que Televisa acusa a Telmex de convertirse en más que un comercializador del servicio y que ha inyectado capital, violando así su título de concesión que le impide dar televisión.
—¿Por qué se ha acrecentado el conflicto?
—Slim ordenó la difusión de un anuncio publicitario con la leyenda: “Duopolio televisivo confunde libertad de expresión con libertad de presión: Telmex”.
Por su parte, Televisa introdujo en su contenido editorial información respecto a las fallas en el servicio y las altas tarifas de Telcel.
Cabe destacar que tanto Televisa como TV Azteca exigen al empresario más rico de mundo que baje sus tarifas de interconexión, que consideran muy elevadas.