Economía
Inevitable aumento en energéticos
El sistema tarifario, plantea el Ejecutivo, debe dar señales adecuadas respecto del costo real de estos insumos
GUADALAJARA, JALISCO (01/MAR/2013).- El gobierno federal prevé amenazas al crecimiento económico y a la seguridad energética a mediano y largo plazos si no se modifica la estrategia de energía. Ante los retos, propone medidas contundentes; entre ellas, el fomento de las inversiones privadas, subsidios focalizados, aplicación gradual de esquemas tarifarios acordes al mercado y fortalecimiento de los organismos reguladores de energía.
El presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, en la cual advierte que es inevitable que el costo final de energéticos pueda incrementarse para el consumidor, que la demanda de energía podría aumentar 50% con respecto a lo observado en el 2011 mientras los servicios se quedan cortos, además de que la producción de crudo ha disminuido.
La estrategia que Peña envió -a través de Gobernación y no por medio de la Secretaría de Energía, como fue lo acostumbrado por su antecesor, Felipe Calderón- establece que el sistema tarifario actual puede presentar implicaciones negativas a mediano plazo sobre la situación financiera de las empresas del Estado.
“El diferencial de precios de referencia internacional respecto de los del país es absorbido por el Estado, lo que favorece mayor desigualdad social, así como un mayor consumo e impacto ambiental (…). Por ello, es necesario que el sistema tarifario dé señales adecuadas respecto del costo real de los energéticos. Es inevitable que el costo final de la energía pueda incrementarse para el consumidor”, argumenta.
Sugiere reorientar subsidios
Para la viabilidad financiera, se propone establecer subsidios focalizados para la población menos favorecida y evitar subsidios “indiscriminados” con la aplicación gradual de tarifas que reflejen las señales económicas para el desarrollo de infraestructura de transporte, almacenamiento y distribución. Detalla que del 2000 al 2011, el consumo de energía en el país creció a un promedio anual de 2.08%, tasa superior a la que presentó el Producto Interno Bruto, cuyo crecimiento fue de 1.82 por ciento.
De continuar la tendencia, advierte, tanto en consumo como en producción de energía, para el 2020, México se convertiría en una nación estructuralmente deficitaria en energía.
Afirma que en el 2011 el consumo nacional de energía aumentó más que la tasa promedio de la última década. De continuar con la tendencia, la demanda total podría aumentar más de 50% con respecto al 2011, mientras que el sector de transporte aumentaría su participación proporcional pero disminuiría en el sector industrial y residencial.
“Esta tendencia generará un desbalance insostenible en el largo plazo, que amenaza el crecimiento, la seguridad energética y el medio ambiente. Además, los consumidores sujetos a subsidios energéticos no reciben una clara señal de los costos sociales del insumo”, agrega.
AUMENTARÍA
50% la demanda energético respecto de lo observado en el 2011, al tiempo que los servicios se quedan cortos
CRECIÓ
2.08% el consumo de energía en el país entre el 2000 y el 2011, en promedio, tasa superior a la que presentó el PIB
El presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, en la cual advierte que es inevitable que el costo final de energéticos pueda incrementarse para el consumidor, que la demanda de energía podría aumentar 50% con respecto a lo observado en el 2011 mientras los servicios se quedan cortos, además de que la producción de crudo ha disminuido.
La estrategia que Peña envió -a través de Gobernación y no por medio de la Secretaría de Energía, como fue lo acostumbrado por su antecesor, Felipe Calderón- establece que el sistema tarifario actual puede presentar implicaciones negativas a mediano plazo sobre la situación financiera de las empresas del Estado.
“El diferencial de precios de referencia internacional respecto de los del país es absorbido por el Estado, lo que favorece mayor desigualdad social, así como un mayor consumo e impacto ambiental (…). Por ello, es necesario que el sistema tarifario dé señales adecuadas respecto del costo real de los energéticos. Es inevitable que el costo final de la energía pueda incrementarse para el consumidor”, argumenta.
Sugiere reorientar subsidios
Para la viabilidad financiera, se propone establecer subsidios focalizados para la población menos favorecida y evitar subsidios “indiscriminados” con la aplicación gradual de tarifas que reflejen las señales económicas para el desarrollo de infraestructura de transporte, almacenamiento y distribución. Detalla que del 2000 al 2011, el consumo de energía en el país creció a un promedio anual de 2.08%, tasa superior a la que presentó el Producto Interno Bruto, cuyo crecimiento fue de 1.82 por ciento.
De continuar la tendencia, advierte, tanto en consumo como en producción de energía, para el 2020, México se convertiría en una nación estructuralmente deficitaria en energía.
Afirma que en el 2011 el consumo nacional de energía aumentó más que la tasa promedio de la última década. De continuar con la tendencia, la demanda total podría aumentar más de 50% con respecto al 2011, mientras que el sector de transporte aumentaría su participación proporcional pero disminuiría en el sector industrial y residencial.
“Esta tendencia generará un desbalance insostenible en el largo plazo, que amenaza el crecimiento, la seguridad energética y el medio ambiente. Además, los consumidores sujetos a subsidios energéticos no reciben una clara señal de los costos sociales del insumo”, agrega.
AUMENTARÍA
50% la demanda energético respecto de lo observado en el 2011, al tiempo que los servicios se quedan cortos
CRECIÓ
2.08% el consumo de energía en el país entre el 2000 y el 2011, en promedio, tasa superior a la que presentó el PIB