Deportes

Murray respira aliviado

El tenista británico se sacude todas las críticas, tras obtener el título en Flushing Meadows

GUADALAJARA, JALISCO (12/SEP/2012).- Andy Murray no estaba para las eufóricas celebraciones que se ven en los Grand Slams, esas de jugadores que se derrumban llorando en la cancha o brincan sobre las tribunas para abrazarse con un ser querido.

Murray se acaba de quitar un enorme de peso encima, amén de haber quedado fundido físicamente tras un partido al límite frente a Novak Djokovic.

La losa que cargaba era una larga espera 76 años sin que un tenista varón británico ganase un título de Grand Slam.

También los cuatro intentos fallidos previos en finales, que al amontonarse generaban una insoportable olla de presión, que para su fortuna no estalló.

Fue simple lo de Murray al conquistar el US Open: soltó su raqueta, se cubrió la boca con las manos y al sentarse en su silla al costado se quitó los tenis mientras reflexionaba al fijar su mirada hacia el cielo.

“Es un momento en el que no estás triste”, contó Murray. “Estás increíblemente contento. Estaba algo incrédulo porque había estado tantas veces en esa circunstancias y sin poder ganar, lo cual te hace pensar si alguna vez se haría realidad”.

Este escocés de 25 años ya puede respirar tranquilo. Tras tantas vueltas, Murray se había graduado como campeón de Grand Slam con una dramática  victoria 7-6 (10), 7-5, 2-6, 3-6, 6-2 sobre Novak Djokovic, el serbio que defendía el título y rival suyo desde que tenían 11 años.

Todo este tiempo se hablaba de un grupo de cuatro grandes en el tenis: Roger Federer, Rafael Nadal, Djokovic y Murray.

Pero la falta del cetro en una de las cuatro grandes citas mantenía a Murray en una categoría inferior, pese a un palmarés con una medalla olímpica de oro conquistada este año y ocho títulos en torneos de la Serie Masters.

Murray surgió a la par de Nadal y Djokovic, así que uno puede imaginarse lo duro que significaba ver que esos colegas de generación coleccionaran títulos de Grand Slam al por mayor. El español Nadal con 11 y el serbio Djokovic con cinco.

“Alivio es la mejor palabra que puedo usar para describir lo que siento ahora”, afirmó Murray tras una coronación en Flushing Meadows que le permite en absoluta propiedad entrar al club de los cuatro mosqueteros.

Su triunfo, además, ofrece más puntos para analizar.

Desde el inicio de la era abierta en 1968, solamente dos hombres habían perdido en sus cuatro primeras finales de Grand Slam. Murray perdió tres veces ante Federer y en una ante Djokovic. El otro con un 0-4 fue Lendl, actual coach de Andy.

El fichaje de Lendl, concretado en enero pasado, provocó sus dudas. El checo nacionalizado estadounidense no tenía experiencia como entrenador y más que nada se había concentrado en seguir las carreras en el golf de tres de sus cinco hijas.

“No hay duda alguna que me ayudó”, dijo Murray, quien aprendió ser más agresivo bajo la dirección de Lendl. “Estoy seguro que su ego se disparó un poco tras hacerlo en tan solo nueve meses”.

Resta por ver si Murray sigue la trayectoria de Lendl, quien se “estrenó” en Roland Garros 1984, ganando el primer título al vencer a John McEnroe; lo hizo en cinco sets tras perder los dos primeros sets.

Por cierto
Los británicos pueden ganar

Desde que Fred Perry ganó Wimbledon y el Campeonato de Estados Unidos (precursor del US Open) en 1936, los varones británicos se convirtieron en hazmerreír por sus reiterados fracasos.

La peor de las pesadillas estuvo cerca la noche del lunes, cuando Djokovic logró remontar un 0-2 en contra y forzar un quinto set. La expectativa era que Murray se derrumbaría ante el momento. Por el contrario, se creció y cerró la puerta con temple.

Temas

Sigue navegando