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Liverpool se ‘pondría Medias Rojas’
Los dueños de los Medias Rojas de Boston, equipo de la MLB de los Estados Unidos, pretenden comprar al equipo de futbol inglés
LONDRES, INGLATERRA (06/OCT/2010).- La directiva del Liverpool anunció este miércoles que aceptó una oferta de compra de los propietarios del equipo estadounidense de béisbol de los Medias Rojas de Boston, pero los actuales dueños del club de la Premier League inglesa podrían hacer fracasar el trato.
El monto de la operación, que la cadena de televisión británica BBC estimó en 300 millones de libras (475 millones de dólares, 345 millones de euros), debería permitir al Liverpool cubrir sus deudas, pero no dejaría mucho dinero para los fichajes que el equipo de los españoles Fernando Torres y Pepe Reina necesitaría para reforzarse tras un inicio de temporada decepcionante.
El acuerdo con la empresa New England Sports Ventures (NESV) está todavía condicionado a la aprobación de la Premier League y al resultado de la batalla legal con Tom Hicks y George Gillett, que compraron el club en 2007.
“Estoy encantado de que hayamos podido concluir exitosamente el proceso de venta que ha sido complicado y extenso”, declaró el presidente del Liverpool, Martin Broughton, en un comunicado publicado en la página web del club.
"La junta decidió aceptar la propuesta de NESV dado que cumple con los criterios que establecimos originalmente para un nuevo propietario. La filosofía de NESV consiste en ganar y lo han demostrado plenamente con los Medias Rojas", agregó.
El club tiene hasta el 15 de octubre para pagar una deuda de 282 millones de libras (448 millones de dólares, 323 millones de dólares) a sus acreedores, en particular el Royal Bank of Scotland, por lo que Hicks y Gillett están bajo presión para vender.
Los dos dueños norteamericanos, que nunca fueron aceptados por la afición de los 'Reds', pusieron en venta el club en abril pasado por unos 800 millones de libras (900 millones de euros, 1.270 millones de dólares), cifra que redujeron posteriormente a 600 millones.
Según el club, sin embargo, ambos trataron de cambiar a dos miembros de la junta directiva antes de una reunión convocada para examinar las dos ofertas que tenían sobre la mesa, la de NESV y otra que según Sky News sería asiática.
En su comunicado, Broughton se declaró "decepcionado de que los propietarios hayan tratado todo lo posible para impedir el acuerdo y de que tengamos que ir a procedimientos legales para completar la venta" a NESV.
"Eliminando la carga de la deuda contraída durante la adquisición, este oferta nos permite concentrarnos en la inversión en el equipo", agregó el presidente del club.
El Liverpool, que tiene en sus vitrinas cinco copas de campeón de Europa y 18 títulos de la Premier League, es junto con el el Manchester United uno de los clubes más prestigioso del fútbol inglés.
Sin embargo, sus grandes éxitos datan de hace dos décadas o más, con excepción de la Liga de Campeones de 2005, ganada el año de la llegada del entrenador español Rafa Benítez, que se fue esta temporada al Inter de Milán.
A las órdenes de su nuevo técnico, Roy Hodgson, los 'Reds', que este año ni siquiera disputan la Liga de Campeones, ocupan la 18ª posición, en zona de descenso, de la Premier League tras siete jornadas, y fueron recientemente eliminados por un equipo de cuarta división en la Copa de la Liga inglesa.
Además de los refuerzos necesarios tras la marcha de numerosos jugadores clave, como el argentino Javier Mascherano al Barcelona, el Liverpool debería invertir probablemente en un nuevo estadio o en una remodelación de Anfield, célebre en el mundo entero pero que está muy viejo.
Deportes distintos, ciudades semejantes
Los aficionados del Liverpool han mostrado carteles con toda clase de insultos para los estadounidenses que son actualmente dueños del atribulado club. Si los nuevos interesados en quedarse con el equipo se salen con la suya, habrá una palabra que simplemente les resultará intolerable, yankees.
Los dueños de los Medias Rojas de Boston, rivales acérrimos de los Yankees de Nueva York en el béisbol de las Grandes Ligas, quieren comprar el Liverpool en 300 millones de libras (477 millones de dólares), casi la mitad del precio que exigen los propietarios actuales.
De ser aprobada, la operación uniría a dos de las franquicias deportivas con más tradición en el deporte los Reds del fútbol, uno de los equipos más laureados de Inglaterra, y los Medias Rojas del béisbol, el equipo profesional más antiguo en Nueva Inglaterra.
Hay otras cosas que ambos clubes tienen en común.
Ambos tienen uniformes rojos de hecho, los jugadores del Liverpool también usan medias rojas, y los dos cuentan con una herencia orgullosa que incluye tanto títulos como largos periodos de fracasos.
Cada uno tiene sus símbolos, del Fenway Park al Anfield, del Monstruo Verde a las Shankly Gates (la puerta del estadio del club inglés). Los aficionados de los Medias Rojas cantan “Sweet Caroline”, y los de Liverpool corean enfebrecidos “You Never Walk Alone”.
Los Medias Rojas tuvieron también la maldición del Bambino, luego de ceder a Babe Ruth a los Yankees. Pero ésta quedó conjurada en el 2004, cuando ganaron la Serie Mundial después de 86 años sin lograrlo. Consiguieron de nuevo el título en el 2007.
Los aficionados del Liverpool esperan que la empresa New England Sport Ventures de John Henry pueda generar una resurrección similar del endeudado Liverpool, que ha pasado penurias desde que ganó su 18vo y último título de la Liga Premier inglesa en 1990.
Liverpool ha tenido su peor comienzo de una campaña desde 1953 y se encuentra en zona de descenso tras caer la semana pasada ante el modesto Blackpool.
Como la mayoría de las ciudades portuarias, Boston y Liverpool comparten también una rica historia y firmes raíces irlandesas. Después de la hambruna que azotó Irlanda a mediados del siglo XIX, muchos irlandeses huyeron al próspero puerto de Liverpool y de ahí navegaron a Boston.
Para 1851 se estimaba que una cuarta parte de la población de ambas ciudades era irlandesa.
Pero todas esas similitudes no implican que será fácil para otros estadounidenses convencer a los aficionados de la tierra de los Beatles.
Esos hinchas están ya disgustados por el hecho de que el equipo sea propiedad de dos estadounidenses, Tom Hicks y George Gillett Jr. Ahora, pensarán muchos, llega otro grupo norteamericano que busca tomar el control.
“Estos yankees nos convierten en el hazmerreír de la Liga Premier y de Europa”, dijo Paul Tremarco, quien ha comprado los boletos para toda la temporada del Liverpool durante los últimos 35 años. “No confiamos ya en los yankees. Sólo les interesa comprar y vender empresas para obtener ganancias”.
El presidente de la junta directiva del Liverpool, Martin Broughton, dijo que comprendía la “reacción inmediata ante el hecho de que ellos sean estadounidenses. Pero el problema no es que sean estadounidenses, sino la propiedad apalancada de un club de fútbol”.
Varios problemas financieros tendrán que arreglarse para concluir la larga batalla entre los dueños actuales y el consejo de administración del club.
El monto de la operación, que la cadena de televisión británica BBC estimó en 300 millones de libras (475 millones de dólares, 345 millones de euros), debería permitir al Liverpool cubrir sus deudas, pero no dejaría mucho dinero para los fichajes que el equipo de los españoles Fernando Torres y Pepe Reina necesitaría para reforzarse tras un inicio de temporada decepcionante.
El acuerdo con la empresa New England Sports Ventures (NESV) está todavía condicionado a la aprobación de la Premier League y al resultado de la batalla legal con Tom Hicks y George Gillett, que compraron el club en 2007.
“Estoy encantado de que hayamos podido concluir exitosamente el proceso de venta que ha sido complicado y extenso”, declaró el presidente del Liverpool, Martin Broughton, en un comunicado publicado en la página web del club.
"La junta decidió aceptar la propuesta de NESV dado que cumple con los criterios que establecimos originalmente para un nuevo propietario. La filosofía de NESV consiste en ganar y lo han demostrado plenamente con los Medias Rojas", agregó.
El club tiene hasta el 15 de octubre para pagar una deuda de 282 millones de libras (448 millones de dólares, 323 millones de dólares) a sus acreedores, en particular el Royal Bank of Scotland, por lo que Hicks y Gillett están bajo presión para vender.
Los dos dueños norteamericanos, que nunca fueron aceptados por la afición de los 'Reds', pusieron en venta el club en abril pasado por unos 800 millones de libras (900 millones de euros, 1.270 millones de dólares), cifra que redujeron posteriormente a 600 millones.
Según el club, sin embargo, ambos trataron de cambiar a dos miembros de la junta directiva antes de una reunión convocada para examinar las dos ofertas que tenían sobre la mesa, la de NESV y otra que según Sky News sería asiática.
En su comunicado, Broughton se declaró "decepcionado de que los propietarios hayan tratado todo lo posible para impedir el acuerdo y de que tengamos que ir a procedimientos legales para completar la venta" a NESV.
"Eliminando la carga de la deuda contraída durante la adquisición, este oferta nos permite concentrarnos en la inversión en el equipo", agregó el presidente del club.
El Liverpool, que tiene en sus vitrinas cinco copas de campeón de Europa y 18 títulos de la Premier League, es junto con el el Manchester United uno de los clubes más prestigioso del fútbol inglés.
Sin embargo, sus grandes éxitos datan de hace dos décadas o más, con excepción de la Liga de Campeones de 2005, ganada el año de la llegada del entrenador español Rafa Benítez, que se fue esta temporada al Inter de Milán.
A las órdenes de su nuevo técnico, Roy Hodgson, los 'Reds', que este año ni siquiera disputan la Liga de Campeones, ocupan la 18ª posición, en zona de descenso, de la Premier League tras siete jornadas, y fueron recientemente eliminados por un equipo de cuarta división en la Copa de la Liga inglesa.
Además de los refuerzos necesarios tras la marcha de numerosos jugadores clave, como el argentino Javier Mascherano al Barcelona, el Liverpool debería invertir probablemente en un nuevo estadio o en una remodelación de Anfield, célebre en el mundo entero pero que está muy viejo.
Deportes distintos, ciudades semejantes
Los aficionados del Liverpool han mostrado carteles con toda clase de insultos para los estadounidenses que son actualmente dueños del atribulado club. Si los nuevos interesados en quedarse con el equipo se salen con la suya, habrá una palabra que simplemente les resultará intolerable, yankees.
Los dueños de los Medias Rojas de Boston, rivales acérrimos de los Yankees de Nueva York en el béisbol de las Grandes Ligas, quieren comprar el Liverpool en 300 millones de libras (477 millones de dólares), casi la mitad del precio que exigen los propietarios actuales.
De ser aprobada, la operación uniría a dos de las franquicias deportivas con más tradición en el deporte los Reds del fútbol, uno de los equipos más laureados de Inglaterra, y los Medias Rojas del béisbol, el equipo profesional más antiguo en Nueva Inglaterra.
Hay otras cosas que ambos clubes tienen en común.
Ambos tienen uniformes rojos de hecho, los jugadores del Liverpool también usan medias rojas, y los dos cuentan con una herencia orgullosa que incluye tanto títulos como largos periodos de fracasos.
Cada uno tiene sus símbolos, del Fenway Park al Anfield, del Monstruo Verde a las Shankly Gates (la puerta del estadio del club inglés). Los aficionados de los Medias Rojas cantan “Sweet Caroline”, y los de Liverpool corean enfebrecidos “You Never Walk Alone”.
Los Medias Rojas tuvieron también la maldición del Bambino, luego de ceder a Babe Ruth a los Yankees. Pero ésta quedó conjurada en el 2004, cuando ganaron la Serie Mundial después de 86 años sin lograrlo. Consiguieron de nuevo el título en el 2007.
Los aficionados del Liverpool esperan que la empresa New England Sport Ventures de John Henry pueda generar una resurrección similar del endeudado Liverpool, que ha pasado penurias desde que ganó su 18vo y último título de la Liga Premier inglesa en 1990.
Liverpool ha tenido su peor comienzo de una campaña desde 1953 y se encuentra en zona de descenso tras caer la semana pasada ante el modesto Blackpool.
Como la mayoría de las ciudades portuarias, Boston y Liverpool comparten también una rica historia y firmes raíces irlandesas. Después de la hambruna que azotó Irlanda a mediados del siglo XIX, muchos irlandeses huyeron al próspero puerto de Liverpool y de ahí navegaron a Boston.
Para 1851 se estimaba que una cuarta parte de la población de ambas ciudades era irlandesa.
Pero todas esas similitudes no implican que será fácil para otros estadounidenses convencer a los aficionados de la tierra de los Beatles.
Esos hinchas están ya disgustados por el hecho de que el equipo sea propiedad de dos estadounidenses, Tom Hicks y George Gillett Jr. Ahora, pensarán muchos, llega otro grupo norteamericano que busca tomar el control.
“Estos yankees nos convierten en el hazmerreír de la Liga Premier y de Europa”, dijo Paul Tremarco, quien ha comprado los boletos para toda la temporada del Liverpool durante los últimos 35 años. “No confiamos ya en los yankees. Sólo les interesa comprar y vender empresas para obtener ganancias”.
El presidente de la junta directiva del Liverpool, Martin Broughton, dijo que comprendía la “reacción inmediata ante el hecho de que ellos sean estadounidenses. Pero el problema no es que sean estadounidenses, sino la propiedad apalancada de un club de fútbol”.
Varios problemas financieros tendrán que arreglarse para concluir la larga batalla entre los dueños actuales y el consejo de administración del club.