Cultura
Quiere un MUSA vinculado con el mundo
Maribel Arteaga, nueva directora del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara explica que con la amplicación, éste debe tener una fuerte reestructuración
GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2013).- Continúan los trabajos de remodelación en el edificio que alberga el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara, y aún quedan incógnitas en cuanto al proyecto museográfico; pero desde el miércoles 12 de junio, el recinto universitario tiene nueva directora. La gestora cultural Maribel Arteaga –antes titular de la Preparatoria 13 de la UdeG— es quien establecerá el nuevo rumbo de la institución ahora que ésta duplicará su espacio, y luego de que Suny Ramírez ocupara el cargo durante 16 años.
Arteaga imagina un museo “como los grandes museos”. Si bien el proyecto museográfico deberá trabajarse próximamente en colaboración con la Secretaría de Vinculación y Difusión Cultural de la Universidad –de la cual depende el recinto—, la nueva titular ya tiene varias ideas en mente.
El mayor desafío es reestructurar un espacio que pasó de tener 900 metros cuadrados a más de 2 mil, y elaborar para ello una buena programación. “Esto se trata de gestión” afirma Arteaga, “entonces hay que trabajar para hacer planes multianuales, pues habrá obras que no pueda venir de inmediato sino en uno, dos o tres años”.
Y aunque contempla la realización de algunas exhibiciones de artistas jaliscienses, el objetivo de Maribel es vincularse con otros museos nacionales e internacionales para lograr exposiciones magnas.
Retrospectiva González Gortázar
Para este 2013, por lo pronto, ya están programadas dos muestras que fueron proyectadas por la administración de Suny Ramírez: una retrospectiva del escultor y arquitecto tapatío Fernando González Gortázar –con la que el MUSA reabrirá sus puertas en octubre— y una colectiva de artistas de Israel, el país invitado a la próxima edición de la Feria Internacional del Libro.
Además, quiere destinar un área para cafetería –donde los visitantes puedan quedarse a disfrutar del edificio catalogado como inmueble de valor artístico relevante—, y otra para tienda de regalos, donde se puedan comprar libros, catálogos de arte y objetos de diseño; un proyecto que no sólo daría más vida al espacio, sino que podría involucrar –y beneficiar— a los artistas y diseñadores locales.
Entre los planes se encuentran también, la creación de una biblioteca especializada de consulta para el personal, y la designación de una o varias salas –que probablemente serán las de la planta baja— para la exhibición permanente de la colección completa del museo.
Actualmente, explicó la directora, se están liberando los espacios que en su momento fueron utilizados para oficinas. Se están removiendo los muros de tabla roca y gran parte de las instalaciones sanitarias, y se están analizando las nuevas necesidades eléctricas y de aire acondicionado. “Se ve hermoso, pues se están abriendo todas las puertas que estaban cerradas; ganamos muchísimo espacio y van a ser unas salas muy lindas”, expresó Arteaga.
Con una trayectoria de casi 30 años en la Universidad de Guadalajara, Maribel Arteaga no oculta la emoción de haber llegado a un puesto, donde realmente podrá poner en práctica los conocimientos adquiridos en la maestría de Gestión y Desarrollo Cultural que cursó en la misma institución, así como en los diversos diplomados que tiene en historia del arte, museología y museografía.
“Aquí hay mucho que aprender, mucho que conocer, estudiar y trabajar (…) y en lo personal soy de galerías, de inauguraciones y de subastas… es algo en lo que siempre he estado”, dijo Arteaga durante la entrevista realizada en su oficina provisoria, ubicada en un anexo del edificio principal. Incluso tiene su propia colección de arte –contó después—, misma que inició al recibir su primer pago laboral, luego de graduarse como diseñadora de interiores.
En ese entonces trabajaba como profesora de preparatoria –en asignaturas como dibujo e historia del arte. Y durante los últimos 12 años se desempeñó como directora de la Prepa 13 de la UdeG, que en su momento significó un reto importante para ella, pues está convencida de que “la educación y la cultura van de la mano”.
Por la acreditación internacional
En sus primeros días al frente del Museo de las Artes, Maribel Arteaga se ha dedicado a conocer a las personas que integran su equipo de trabajo: los colaboradores de la anterior administración, quienes seguirán en sus puestos en esta nueva etapa del recinto. En caso de que aumente la plantilla a corto plazo –aclaró la directora— se buscará un perfil adecuado para la procuración de fondos.
Además de pensar en capacitación para el personal, Maribel Arteaga tiene en la mira algunos programas de acreditación internacional para ella como directora, y también para el museo.
“Queremos buscar la posibilidad de acreditar al MUSA con la Alianza Americana de Museos, y esto tiene que ver con un esfuerzo de muchos para poder ordenarnos, tener la calidad, la permanencia y pertinencia necesaria”. En México solo hay un museo acreditado y es el Museo Interactivo de Economía (MIDE) en la Ciudad de México, al que visitará próximamente como parte de ese objetivo.
—El MUSA ha duplicado su espacio, ¿pasará lo mismo con el presupuesto?
—Hay un presupuesto que se ha venido proyectando año con año, de alrededor de 1 millón 300 mil pesos, y el que se seguirá ejerciendo mientras no presentemos un proyecto que efectivamente justifique el nuevo gasto (…) Los presupuestos son presentados y analizados casi a finales de octubre para que sean acordados a través de cada una de las dependencias hasta llegar al Consejo General Universitario. Va a depender mucho de lo que nosotros presentemos, gestionemos y sea necesario (…) También creo que podemos hacer proyectos autosustentables: hacer una planeación dinámica, recíproca, en la que los empresarios puedan apoyarnos con donativos, y nosotros darles recibos como Universidad de Guadalajara.
—¿Considera que el Museo de las Artes tiene una vocación definida?
—Hasta el momento se ha trabajado solamente con arte contemporáneo. No sé exactamente si va a continuar en ese perfil, porque tampoco es fácil traer a los impresionistas del siglo XVIII o XIX, o incluso obras de principios del XX. Entonces eso sí tiene que ver con las gestiones, los acuerdos y la vinculación con otros museos. (…) En este nuevo proyecto que vamos a presentar a los directivos, sí hay la intención de abrir el espectro hacia atrás, pero también hacia adelante: a estas obras novedosas como videos e instalaciones.
—¿La colección del museo estará expuesta de manera permanente?
—Sí, deberá ser uno de los objetivos, porque muy pocas veces ha salido a la luz completa. Además estamos hablando de que aumentar la colección permanente es una de las funciones de un museo. También tenemos una colección itinerante –conformada por piezas que han sido casi en su totalidad obsequios de artistas— que saldrá a viajar por la red universitaria. Porque necesitamos descentralizar la cultura, y ese es otro de los proyectos.
—¿Hay planes y presupuesto para acrecentar la colección?
—Sí. Generalmente cuando hay interés de adquirir una obra, debe ser un recurso que pueda salir de alguna otra partida, porque el presupuesto asignado ya tiene un destino. A la hora de encontrar una pieza que esté a la venta, que sea importante y que le dé un respaldo y una mejor presencia a nuestra propia colección, pues habrá que gestionar su adquisición con la Universidad.
—¿Cómo piensa atraer mayores públicos?
—Queremos hacer fines de semana de arte, aprovechando la explanada de la Rambla Cataluña y/o espacios dentro del museo. Hay que aprovechar que estamos en el primer cuadro de la ciudad, porque es una zona donde muchos artistas viven o tienen sus talleres. Entonces podremos hacer algunas colectivas interesantes, en donde podamos desde vender, hacer subastas, sacar a la calle de vez en cuando; esto que sí puede motivar al público. He hablado también de este círculo del arte en el queremos fomentar el coleccionismo: tener a alguien que pueda guiar a los coleccionistas y que los mismos artistas puedan estar viniendo a conversar con ellos.
PARA SABER
Línea del tiempo
Ubicado en Avenida Juárez 975, el edificio que hoy ocupa el Museo de las Artes fue construido entre 1914 y 1918, y entregado a la Universidad de Guadalajara en 1934. En 1937 el muralista José Clemente Orozco intervino el Paraninfo, y en octubre de1994, el entonces rector de la UdeG, Raúl Padilla López, destinó la planta baja al MUSA. El 22 de marzo de 2013, se anunció que la Rectoría universitaria dejaría el inmueble para destinarlo en su totalidad al museo.
Arteaga imagina un museo “como los grandes museos”. Si bien el proyecto museográfico deberá trabajarse próximamente en colaboración con la Secretaría de Vinculación y Difusión Cultural de la Universidad –de la cual depende el recinto—, la nueva titular ya tiene varias ideas en mente.
El mayor desafío es reestructurar un espacio que pasó de tener 900 metros cuadrados a más de 2 mil, y elaborar para ello una buena programación. “Esto se trata de gestión” afirma Arteaga, “entonces hay que trabajar para hacer planes multianuales, pues habrá obras que no pueda venir de inmediato sino en uno, dos o tres años”.
Y aunque contempla la realización de algunas exhibiciones de artistas jaliscienses, el objetivo de Maribel es vincularse con otros museos nacionales e internacionales para lograr exposiciones magnas.
Retrospectiva González Gortázar
Para este 2013, por lo pronto, ya están programadas dos muestras que fueron proyectadas por la administración de Suny Ramírez: una retrospectiva del escultor y arquitecto tapatío Fernando González Gortázar –con la que el MUSA reabrirá sus puertas en octubre— y una colectiva de artistas de Israel, el país invitado a la próxima edición de la Feria Internacional del Libro.
Además, quiere destinar un área para cafetería –donde los visitantes puedan quedarse a disfrutar del edificio catalogado como inmueble de valor artístico relevante—, y otra para tienda de regalos, donde se puedan comprar libros, catálogos de arte y objetos de diseño; un proyecto que no sólo daría más vida al espacio, sino que podría involucrar –y beneficiar— a los artistas y diseñadores locales.
Entre los planes se encuentran también, la creación de una biblioteca especializada de consulta para el personal, y la designación de una o varias salas –que probablemente serán las de la planta baja— para la exhibición permanente de la colección completa del museo.
Actualmente, explicó la directora, se están liberando los espacios que en su momento fueron utilizados para oficinas. Se están removiendo los muros de tabla roca y gran parte de las instalaciones sanitarias, y se están analizando las nuevas necesidades eléctricas y de aire acondicionado. “Se ve hermoso, pues se están abriendo todas las puertas que estaban cerradas; ganamos muchísimo espacio y van a ser unas salas muy lindas”, expresó Arteaga.
Con una trayectoria de casi 30 años en la Universidad de Guadalajara, Maribel Arteaga no oculta la emoción de haber llegado a un puesto, donde realmente podrá poner en práctica los conocimientos adquiridos en la maestría de Gestión y Desarrollo Cultural que cursó en la misma institución, así como en los diversos diplomados que tiene en historia del arte, museología y museografía.
“Aquí hay mucho que aprender, mucho que conocer, estudiar y trabajar (…) y en lo personal soy de galerías, de inauguraciones y de subastas… es algo en lo que siempre he estado”, dijo Arteaga durante la entrevista realizada en su oficina provisoria, ubicada en un anexo del edificio principal. Incluso tiene su propia colección de arte –contó después—, misma que inició al recibir su primer pago laboral, luego de graduarse como diseñadora de interiores.
En ese entonces trabajaba como profesora de preparatoria –en asignaturas como dibujo e historia del arte. Y durante los últimos 12 años se desempeñó como directora de la Prepa 13 de la UdeG, que en su momento significó un reto importante para ella, pues está convencida de que “la educación y la cultura van de la mano”.
Por la acreditación internacional
En sus primeros días al frente del Museo de las Artes, Maribel Arteaga se ha dedicado a conocer a las personas que integran su equipo de trabajo: los colaboradores de la anterior administración, quienes seguirán en sus puestos en esta nueva etapa del recinto. En caso de que aumente la plantilla a corto plazo –aclaró la directora— se buscará un perfil adecuado para la procuración de fondos.
Además de pensar en capacitación para el personal, Maribel Arteaga tiene en la mira algunos programas de acreditación internacional para ella como directora, y también para el museo.
“Queremos buscar la posibilidad de acreditar al MUSA con la Alianza Americana de Museos, y esto tiene que ver con un esfuerzo de muchos para poder ordenarnos, tener la calidad, la permanencia y pertinencia necesaria”. En México solo hay un museo acreditado y es el Museo Interactivo de Economía (MIDE) en la Ciudad de México, al que visitará próximamente como parte de ese objetivo.
—El MUSA ha duplicado su espacio, ¿pasará lo mismo con el presupuesto?
—Hay un presupuesto que se ha venido proyectando año con año, de alrededor de 1 millón 300 mil pesos, y el que se seguirá ejerciendo mientras no presentemos un proyecto que efectivamente justifique el nuevo gasto (…) Los presupuestos son presentados y analizados casi a finales de octubre para que sean acordados a través de cada una de las dependencias hasta llegar al Consejo General Universitario. Va a depender mucho de lo que nosotros presentemos, gestionemos y sea necesario (…) También creo que podemos hacer proyectos autosustentables: hacer una planeación dinámica, recíproca, en la que los empresarios puedan apoyarnos con donativos, y nosotros darles recibos como Universidad de Guadalajara.
—¿Considera que el Museo de las Artes tiene una vocación definida?
—Hasta el momento se ha trabajado solamente con arte contemporáneo. No sé exactamente si va a continuar en ese perfil, porque tampoco es fácil traer a los impresionistas del siglo XVIII o XIX, o incluso obras de principios del XX. Entonces eso sí tiene que ver con las gestiones, los acuerdos y la vinculación con otros museos. (…) En este nuevo proyecto que vamos a presentar a los directivos, sí hay la intención de abrir el espectro hacia atrás, pero también hacia adelante: a estas obras novedosas como videos e instalaciones.
—¿La colección del museo estará expuesta de manera permanente?
—Sí, deberá ser uno de los objetivos, porque muy pocas veces ha salido a la luz completa. Además estamos hablando de que aumentar la colección permanente es una de las funciones de un museo. También tenemos una colección itinerante –conformada por piezas que han sido casi en su totalidad obsequios de artistas— que saldrá a viajar por la red universitaria. Porque necesitamos descentralizar la cultura, y ese es otro de los proyectos.
—¿Hay planes y presupuesto para acrecentar la colección?
—Sí. Generalmente cuando hay interés de adquirir una obra, debe ser un recurso que pueda salir de alguna otra partida, porque el presupuesto asignado ya tiene un destino. A la hora de encontrar una pieza que esté a la venta, que sea importante y que le dé un respaldo y una mejor presencia a nuestra propia colección, pues habrá que gestionar su adquisición con la Universidad.
—¿Cómo piensa atraer mayores públicos?
—Queremos hacer fines de semana de arte, aprovechando la explanada de la Rambla Cataluña y/o espacios dentro del museo. Hay que aprovechar que estamos en el primer cuadro de la ciudad, porque es una zona donde muchos artistas viven o tienen sus talleres. Entonces podremos hacer algunas colectivas interesantes, en donde podamos desde vender, hacer subastas, sacar a la calle de vez en cuando; esto que sí puede motivar al público. He hablado también de este círculo del arte en el queremos fomentar el coleccionismo: tener a alguien que pueda guiar a los coleccionistas y que los mismos artistas puedan estar viniendo a conversar con ellos.
PARA SABER
Línea del tiempo
Ubicado en Avenida Juárez 975, el edificio que hoy ocupa el Museo de las Artes fue construido entre 1914 y 1918, y entregado a la Universidad de Guadalajara en 1934. En 1937 el muralista José Clemente Orozco intervino el Paraninfo, y en octubre de1994, el entonces rector de la UdeG, Raúl Padilla López, destinó la planta baja al MUSA. El 22 de marzo de 2013, se anunció que la Rectoría universitaria dejaría el inmueble para destinarlo en su totalidad al museo.