Cultura

No supimos adaptarnos al nuevo público: Rojo Café

El lugar baja el telón después de 14 años de vida

GUADALAJARA, JALISCO (22/MAR/2016).-  A finales del 2014, Rojo Café manifestaba que el monto de los gastos excedían los ingresos, por tanto tendría que cerrar. Unos días después informó que gracias a ayuda externa, el recinto tendría una segunda oportunidad y que seguiría en función, sin embargo, este día comunica que es tiempo de bajar el telón, el cierre definitivo llega con tristeza pero con la consigna de que “cumplió su función como espacio de expresión”.


Alfredo Saras, fundador y dueño de centro cultural donde convergían el teatro, el cine, la música y la danza, charla con esta casa editorial y revela que a pesar de que a principios del 2015 se vivió un repunte gracias la estrategia en redes sociales y en medios de difusión lamentablemente el público en general inexplicablemente no respondió  y aunque deja muy en claro que no culpa a terceros por la poca afluencia, acepta que no supieron adaptarse al nuevo público que acudía todos los días en la zona.


Creado y destinado a fomentar, contribuir y facilitar la actividad artística, la sensibilidad como agente de cambio, parece no fue razón suficiente para lograr surtir los costos del lugar, que entre renta, pago de servicios como luz, agua, teléfono, internet, insumos y nómina ascendían mensualmente entre 90 y 110 mil pesos, monto que desde hace varios meses no alcanzaba, incluso ahora mismo tiene una deuda por alrededor a 280 mil pesos.


Saras, confiesa que desde el pasado mes de noviembre fue invitado para colaborar como jefe de Programación y Acción Cultural de Zapopan, aceptando que el sueldo que percibía era completamente invertido en el Café.


Además, manifiesta que en un futuro tiene la idea de continuar con el proyecto, empero, no hay una fecha en específico para reanudarla, pues se tomará un tiempo para analizar qué zona sería la mejor para seguir, no descartando que esto pueda ser fuera de la Entidad.


Se desconoce cuál será el destino de la vieja casa, ubicado en José Guadalupe Zuno #2027 casi esquina con Chapultepec que sirvió como sede, de Rojo Café después del 31 de marzo, día en que sin un evento especial, fuera del evento agendado desde hace 4 meses. “No habrá algo especial, no habrá una fiesta, pues creo que no hay motivo para celebrar un cierre" manifiesta Alfredo Saras.


La frase

"Creo que ya contribuyó (Rojo Café) con su granito de arena"


EL INFORMADOR / HÉCTOR NAVARRO

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