Cultura
La muerte de García Márquez, una vida para contarla
Escritor, periodista y Premio Nobel, García Márquez falleció en su casa del Distrito Federal
GUADALAJARA, JALISCO (18/ABR/2014).- El escritor colombiano Gabriel García Márquez pasa a la historia como el único Nobel de Literatura de su país, un reportero que retrató el mundo bajo la lente del “realismo mágico”. Su obra literaria es amplia, pero el originario de Aracataca también destacó como periodista.
Si algo marcó su obra fue el afán de comprobar datos, de ofrecer todo el contexto de un momento histórico y el arte de contar las cosas que él resumió en el mantra: “el periodismo es el mejor oficio del mundo”.
En la década de los 40 trabajó como columnista de El Universal de Cartagena, de El Heraldo de Barranquilla y como crítico de cine y reportero de El Espectador.
La publicación de “La hojarasca” y sobre todo del reportaje por entregas “Relato de un náufrago” le valió la censura del régimen del último dictador de Colombia, el general Gustavo Rojas Pinilla, lo que marcó el inicio de su carrera como corresponsal superviviente por Europa, la Unión Soviética de entonces, Estados Unidos y Venezuela.
“El hijo del telegrafista”, como se presentaba, huyó siempre de identificarse como un intelectual de su tiempo, pero lo fue, pues cultivó su amor por la pintura y la música, fue accionista de la revista colombiana ''Cambio'' y fundó instituciones como la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños de Cuba.
En 1982, vestido con un inmaculado liqui liqui, el traje que manda el protocolo caribeño, recibió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, en una pura reivindicación de su hemisferio que resumió en el potente discurso “La soledad de América Latina”.
PERFIL
Su nombre no iba a ser Gabriel, sino Olegario
Bajo un aguacero extraviado, el 6 de marzo de 1927, nació Gabriel José García Márquez. Ayer, jueves 17 de abril de 2014, a la edad de 87 años, murió en México D.F. el periodista colombiano y uno de los más grandes escritores de la literatura universal.
Nació en la caribeña Aracataca, un poblado colombiano, un domingo novelable, a partir del cual el niño viviría una infancia a la que volvió muchas veces.
Entró a la literatura en 1947 con su cuento “La tercera resignación”; la gloria le llegó en 1967 con “Cien años de soledad”, y su confirmación en 1982 con el Nobel de Literatura.
Gabriel no iba a ser su nombre. Debió llamarse Olegario. Acababan de sonar las campanas dominicales de la misa de nueve de la mañana cuando los gritos de la tía Francisca se abrieron paso, entre el aguacero, por el corredor de las begonias: “¡Varón! ¡Varón! ¡Ron, que se ahoga!”. Y nuevos alaridos enmarañaron la casa. Una vez liberado del cordón umbilical enredado en el cuello, las mujeres corrieron a bautizar al niño con agua bendita. Lo primero que se les vino a la cabeza fue ponerle Gabriel, por el padre, y José, por ser el patrono de Aracataca. Nadie se acordó del santoral. De lo contrario, se habría llamado Olegario García Márquez.
—“¿Fue tu abuela la que te permitió descubrir que ibas a ser escritor?”, le preguntó en los años setenta su amigo y colega Plinio Apuleyo Mendoza.
—“No, fue Kafka, que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los 17 años “La metamorfosis”, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: ‘Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Pero si es así, escribir me interesa”.
García Márquez abandonó la costa colombiana en 1940 para estudiar interno con una beca en el Liceo Nacional de Zipaquirá, una localidad cercana a Bogotá donde conoció el frío, la introspección y su talento para la escritura, temporalmente frustrado por el empeño de su padre en que estudiara Derecho; carrera que abandonó.
A principios de los sesenta se trasladó a México junto con su esposa Mercedes Barcha y sus dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, donde escribió guiones, así como las novelas “El coronel no tiene quien le escriba”, “La mala hora” y el libro de relatos “Los funerales de la Mamá Grande”. En 1967 llegó “Cien años de soledad”.
En 1999 le detectaron cáncer linfático que superó escribiendo sus memorias “Vivir para contarla” (2002).
Bien lo dijo en su libro “Noticias de un secuestro”: "A mí me hubiera gustado morirme por mi cuenta, pero si mi destino era ese yo tenía que asumirlo." Gabriel García Márquez falleció, su corazón dejó de latir.
Fuentes: El País y EFE
ENTRE HOJARASCAS Y PEREGRINOS
Libros inolvidables
García Márquez ha vendido más de 40 millones de ejemplares en más de 30 idiomas.
Novelas: “La hojarasca” (1955), “El coronel no tiene quien le escriba” (1957), “La mala hora” (1961), “Cien años de soledad” (1967), “El otoño del patriarca” (1975), “Crónica de una muerte anunciada” (1981), “El amor en los tiempos del cólera” (1985), “El general en su laberinto” (1989), “Del amor y otros demonios” (1994) y “Memorias de mis putas tristes” (2004).
Grandes reportajes: “Relato de un náufrago” (1970), “Noticia de un secuestro” (1996), “Obra periodística completa” (1999). Primer tomo de sus memorias, “Vivir para contarla” (2002).
Cuentos: “Ojos de perro azul” (1955), “Los funerales de la Mamá grande” (1962) y “La irresistible y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” (1972)
REACCIONES
Reflexiones ante la pérdida
“Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua. Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier”.
Mario Vargas Llosa (escritor peruano)
“Es lamentable el fallecimiento de un personaje cuya escritura ha sido tan importante para una generación como la mía que creció leyendo a García Márquez y otros autores del ‘boom’ latinoamericano; a veces se olvida que fue, ante todo, un cronista, y hay que resaltar la importancia literaria de su obra como tal”.
Jorge Díaz (editor de Libros Invisibles)
“Uno realmente debería ir atrás en el tiempo hasta Dickens para encontrar a un escritor (como García Márquez) de la más alta calidad literaria y que ejerciera tan extraordinaria influencia sobre comunidades enteras”.
Ian McEwan (escritor británico)
• Opinan en twitter
La comunidad intelectual y cinematográfica de México reaccionó ante la muerte del escritor Colombiano
Consuelo Sáizar @CSaizar
La Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes publicó: “En medio de mariposas amarillas, y letras y música, adiós Gabo”.
Guillermo Arriaga @G_Arriaga
El escritor de cine y director comentó: “Ha muerto un gran escritor Gabriel García Márquez. Una pérdida enorme para la literatura universal. El homenaje mayor será releerlo”.
Si algo marcó su obra fue el afán de comprobar datos, de ofrecer todo el contexto de un momento histórico y el arte de contar las cosas que él resumió en el mantra: “el periodismo es el mejor oficio del mundo”.
En la década de los 40 trabajó como columnista de El Universal de Cartagena, de El Heraldo de Barranquilla y como crítico de cine y reportero de El Espectador.
La publicación de “La hojarasca” y sobre todo del reportaje por entregas “Relato de un náufrago” le valió la censura del régimen del último dictador de Colombia, el general Gustavo Rojas Pinilla, lo que marcó el inicio de su carrera como corresponsal superviviente por Europa, la Unión Soviética de entonces, Estados Unidos y Venezuela.
“El hijo del telegrafista”, como se presentaba, huyó siempre de identificarse como un intelectual de su tiempo, pero lo fue, pues cultivó su amor por la pintura y la música, fue accionista de la revista colombiana ''Cambio'' y fundó instituciones como la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños de Cuba.
En 1982, vestido con un inmaculado liqui liqui, el traje que manda el protocolo caribeño, recibió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, en una pura reivindicación de su hemisferio que resumió en el potente discurso “La soledad de América Latina”.
PERFIL
Su nombre no iba a ser Gabriel, sino Olegario
Bajo un aguacero extraviado, el 6 de marzo de 1927, nació Gabriel José García Márquez. Ayer, jueves 17 de abril de 2014, a la edad de 87 años, murió en México D.F. el periodista colombiano y uno de los más grandes escritores de la literatura universal.
Nació en la caribeña Aracataca, un poblado colombiano, un domingo novelable, a partir del cual el niño viviría una infancia a la que volvió muchas veces.
Entró a la literatura en 1947 con su cuento “La tercera resignación”; la gloria le llegó en 1967 con “Cien años de soledad”, y su confirmación en 1982 con el Nobel de Literatura.
Gabriel no iba a ser su nombre. Debió llamarse Olegario. Acababan de sonar las campanas dominicales de la misa de nueve de la mañana cuando los gritos de la tía Francisca se abrieron paso, entre el aguacero, por el corredor de las begonias: “¡Varón! ¡Varón! ¡Ron, que se ahoga!”. Y nuevos alaridos enmarañaron la casa. Una vez liberado del cordón umbilical enredado en el cuello, las mujeres corrieron a bautizar al niño con agua bendita. Lo primero que se les vino a la cabeza fue ponerle Gabriel, por el padre, y José, por ser el patrono de Aracataca. Nadie se acordó del santoral. De lo contrario, se habría llamado Olegario García Márquez.
—“¿Fue tu abuela la que te permitió descubrir que ibas a ser escritor?”, le preguntó en los años setenta su amigo y colega Plinio Apuleyo Mendoza.
—“No, fue Kafka, que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los 17 años “La metamorfosis”, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: ‘Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Pero si es así, escribir me interesa”.
García Márquez abandonó la costa colombiana en 1940 para estudiar interno con una beca en el Liceo Nacional de Zipaquirá, una localidad cercana a Bogotá donde conoció el frío, la introspección y su talento para la escritura, temporalmente frustrado por el empeño de su padre en que estudiara Derecho; carrera que abandonó.
A principios de los sesenta se trasladó a México junto con su esposa Mercedes Barcha y sus dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, donde escribió guiones, así como las novelas “El coronel no tiene quien le escriba”, “La mala hora” y el libro de relatos “Los funerales de la Mamá Grande”. En 1967 llegó “Cien años de soledad”.
En 1999 le detectaron cáncer linfático que superó escribiendo sus memorias “Vivir para contarla” (2002).
Bien lo dijo en su libro “Noticias de un secuestro”: "A mí me hubiera gustado morirme por mi cuenta, pero si mi destino era ese yo tenía que asumirlo." Gabriel García Márquez falleció, su corazón dejó de latir.
Fuentes: El País y EFE
ENTRE HOJARASCAS Y PEREGRINOS
Libros inolvidables
García Márquez ha vendido más de 40 millones de ejemplares en más de 30 idiomas.
Novelas: “La hojarasca” (1955), “El coronel no tiene quien le escriba” (1957), “La mala hora” (1961), “Cien años de soledad” (1967), “El otoño del patriarca” (1975), “Crónica de una muerte anunciada” (1981), “El amor en los tiempos del cólera” (1985), “El general en su laberinto” (1989), “Del amor y otros demonios” (1994) y “Memorias de mis putas tristes” (2004).
Grandes reportajes: “Relato de un náufrago” (1970), “Noticia de un secuestro” (1996), “Obra periodística completa” (1999). Primer tomo de sus memorias, “Vivir para contarla” (2002).
Cuentos: “Ojos de perro azul” (1955), “Los funerales de la Mamá grande” (1962) y “La irresistible y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” (1972)
REACCIONES
Reflexiones ante la pérdida
“Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua. Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier”.
Mario Vargas Llosa (escritor peruano)
“Es lamentable el fallecimiento de un personaje cuya escritura ha sido tan importante para una generación como la mía que creció leyendo a García Márquez y otros autores del ‘boom’ latinoamericano; a veces se olvida que fue, ante todo, un cronista, y hay que resaltar la importancia literaria de su obra como tal”.
Jorge Díaz (editor de Libros Invisibles)
“Uno realmente debería ir atrás en el tiempo hasta Dickens para encontrar a un escritor (como García Márquez) de la más alta calidad literaria y que ejerciera tan extraordinaria influencia sobre comunidades enteras”.
Ian McEwan (escritor británico)
• Opinan en twitter
La comunidad intelectual y cinematográfica de México reaccionó ante la muerte del escritor Colombiano
Consuelo Sáizar @CSaizar
La Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes publicó: “En medio de mariposas amarillas, y letras y música, adiós Gabo”.
Guillermo Arriaga @G_Arriaga
El escritor de cine y director comentó: “Ha muerto un gran escritor Gabriel García Márquez. Una pérdida enorme para la literatura universal. El homenaje mayor será releerlo”.