Cultura

Expone en México el boliviano José Rodríguez Sánchez

En sus acuarelas aparece siempre un horizonte lleno de luz que sólo se logra con un excelente manejo de la técnica

CIUDAD DE MÉXICO.- Obras del pintor boliviano José Rodríguez Sánchez se exhiben a partir de hoy y hasta el 4 de octubre en el Museo Nacional de la Acuarela, de esta ciudad, en la muestra "Bicentenario de la Libertad. Conmemoración".  

En el acto, el embajador de Bolivia en este país, Jorge Mansilla Torres, elogió la obra de su compatriota, quien, aseguró, "está escribiendo una gran crónica de la vida boliviana. Su periodismo de formas y colores es testimonial de su tiempo y de su pueblo, de los pueblos de todos los tiempos".  

En su oportunidad, el embajador de la República de Ecuador, Galo Galarza Dávila, resaltó los valores plásticos de la obra de Rodríguez Sánchez y su gran cercanía con Ecuador, durante muchos años país de residencia de este artista.   

Además de la exposición, fue presentado el libro "33 años de actividad artística", en el que se puede apreciar un recorrido por los diferentes estilos del pintor.  

La historiada de Arte Ana Meléndez, encargada de presentar el tomo, recordó que "Rodríguez ha logrado tal dominio cromático de la acuarela que su fuerza lumínica es una explosión imposible de eludir, sea el simbolismo de la nevada inmensidad andina, de la figuración del alma y la lucha indígena".  

La obra de Rodríguez Sánchez no sólo recoge el paisaje de Bolivia y Ecuador, sino que presenta gigantes trashumantes que cargan iglesias, paisajes, capítulos históricos, sueños y tristezas.   

También crea palomas que transmutan para convertirse en cuerpos de hojas de periódicos. Los seres habitan varias dimensiones de la realidad misma que es comunicada con gran maestría y claridad por este artista boliviano, añadió la especialista.  

En su oportunidad, Beatriz Gaminde, directora del Museo Nacional de la Acuarela, consideró que la pintura del invitado "lleva a reflexionar sobre la naturaleza humana desde el aspecto social e individual; algunos personajes llevan a cuestas su pasado, su religión, su cultura, sus costumbres ancestrales".   

En sus acuarelas aparece siempre un horizonte lleno de luz que sólo se logra con un excelente manejo de la técnica y la composición hacia donde se dirigen migrantes y procesiones, añadió. 

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