Cultura

Escapar de la realidad para crear un “instante subjetivo”

La muestra está integrada por 93 piezas de la autoría de Saturnino Herrán

GUADALAJARA, JALISCO (18/FEB/2011).- El cine y la pintura convergen en la cabeza calva de este hombre que se dice nieto de uno de los pintores más reconocidos que tuvo este país. Cuando el nieto habla la cara se le transforma, pero casi grita cuando piensa que México es una crujía de violencia, donde la sangre puede desbordarse por los poros de una sociedad aterrada. Ese es el panorama del México de hoy, pero también fue el panorama de México de hace 100 años, cuando Saturnino Herrán -el abuelo de este hombre- encontró en la pintura una manera de encontrarse a sí mismo con la tranquilidad, las artes plásticas lo convirtieron en el pionero del muralismo mexicano.

Hoy por la noche, el Museo de las Artes (Musa), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), recibe la exposición Instante subjetivo, del pintor Saturnino Herrán, una muestra procedente del Palacio de Bellas Artes, lugar que dio asilo a las piezas durante el año del Bicentenario, y motivo por el cual la directora del Musa, Suny Ramírez, no escatima en asegurar que será “una maravilla que le vamos a regalar a Jalisco”.

La exposición, compuesta por 23 óleos, 22 dibujos, 16 acuarelas, cuatro fotos, 27 impresos y un grafito, compone el 70% de la obra que Herrán pudo realizar en los 10 años que pintó antes de su muerte. Su nieto, quien además es el curador de la muestra, Saturnino Herrán Gudiño, explica: “Mi abuelo fue un hombre que siempre vivió consternado por lo que México vivía, pero no se quedó con eso. Trato de encontrar una explicación por medio del arte” .

El periodo en el que el pintor dedicó su vida a la plástica fue de 1908 a 1918, año en que murió víctima de un problema gastrointestinal. Su nieto recuerda que “mi papá conoció a Saturnino muy poco, sólo recuerda que un día lo subió a la azotea para ver un incendio que se estaba perpetrando en la calle. Mi abuelo murió a los 31 años; qué no hubiera dibujado si no se hubiera enfermado”.

La muestra, que será exhibida de manera gratuita hasta el 3 de abril, comprende seis núcleos, uno de ellos dedicado especialmente al erotismo. “Saturnino pensaba lo que años después Fromm diría que es la filosofía de la vida, o eres biocrológico o necrológico, o ves la vida como la vida misma o tu pensamiento va encaminado a la muerte. Esta sala, llamada El Universo en el balneario interminable, que es una frase de Ramón López Velarde, un hombre contemporáneo y gran amigo de Saturnino, está dedicada a eso. A la vida, a la belleza, al erotismo, la sensualidad”.

En otro cuadro, una mujer de espaldas, postrada y abrazada consigo misma, muestra las arrugas de la edad en una técnica llamada carbón frotado: “Saturnino confirma que en este desnudo de la vieja, la edad no pierde sensualidad”, apunta el nieto que se forjó en el cine.

En la sala que compone El universo en el balneario interminable hay varios cuadros de mujeres con el dorso descubierto  y la mirada provocativa, cuando el nieto presenta en un recorrido guiado la obra del abuelo recuerda que “en una ocasión Carlos Fuentes, al ver esta obra dijo que ‘Saturnino le quita los olores de la carroña a la vida’, y yo creo que estaba en la correcto. Si nos ponemos a recordar, esas pinturas se crearon con una guerra como inspiración, de ahí la vigencia de traer esta obra a Guadalajara”.

El padre de Saturnino Herrán Gudiño tenía tres años cuando el pintor  perdió la batalla en una sala de operaciones. El nieto, que hoy está feliz de poder presentar esta muestra “en una ciudad que empieza a complicarse”, nunca lo conoció, “pero creo que era un buen hombre, aquel que se apasiona por el arte no puede ser malo”. Dice un hombre que suelta tantas frases que no hay cuaderno que lo soporte.

Saturnino sabe que haciendo lo que hace es feliz: “rescatamos estas obras porque estaban arrumbadas en las bodegas de Bellas Artes, mi abuelo retrató gente que murió días después como en su cuadro, o el de los ciegos que retrata la vida interior de uno de ellos. Él pensaba en la dignidad de las personas, para él lo más importante era la dignidad humana”.

Perfil

El creador

Saturnino Herrán nació en Aguascalientes en 1887. Su producción artística sólo se dio de 1908 a 1918, año en el que murió en una sala de operaciones a los 31 años. Es el precursor del muralismo mexicano y su obra está marcada especialmente por el movimiento revolucionario de la época.

Aquél que se apasiona por el arte no puede ser malo

Saturnino Herrán Gudiño, nieto del pintor y curador de la exposición.

Numeralia
93 obras en la muestra
23 Óleos
22 dibujos
16 acuarelas
4 fotos
27 impresos
1 grafito

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