Cultura
El lado más plástico de Alfonso Reyes
El Munal descubre la profunda relación que el autor mexicano mantuvo con las artes visuales
CIUDAD DE MÉXICO.- De las letras a las artes plásticas, y de allí de regreso a las letras… todo en torno a un personaje fundamental de la cultura y la literatura mexicanas del siglo XX. Así, entre analogías entre texto e imagen, transita la exposición Alfonso Reyes y los territorios del arte que acoge el Museo Nacional de Arte (Munal) de la Ciudad de México.
La muestra, organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes, se inscribe en el marco de los 120 años del nacimiento y 50 del fallecimiento del autor de Visión de Anáhuac (Monterrey, 1889-Ciudad de México, 1959) y promete ser “un recorrido visual que explora los ensayos, poemas, relatos, epistolarios y el Diario de Alfonso Reyes, sus relaciones con los artistas y las emociones estéticas que las obra plásticas le suscitaron”, ofreciendo la posibilidad de mirar un capítulo de la vida del escritor hasta ahora poco conocido.
A pesar de que el mismo Reyes desconfiaba de la crítica de arte -considerada como un género literario por la curaduría-, a lo largo de sus textos se mostró cuidadoso observador, ensayista lúcido y coleccionista que registró los valores estéticos de su tiempo.
Rico legado
La exposición reúne 182 obras, entre pinturas, dibujos, grabados, esculturas, libros, revistas, periódicos y cartas referenciadas por Alfonso Reyes. Una parte de las piezas exhibidas en el Munal ha sido prestada por la Capilla Alfonsina, recinto que ofreció su apoyo condicional para la investigación y la consulta de archivos, y otras provienen del Museo Nacional de San Carlos, la Colección Blaisten y el Museo Casa Diego Rivera. Nueve obras pertenecen a colecciones extranjeras del Museo de Arte de El Salvador, The Hispanic Society of América, la Royal Society y el MoMA.
“Gracias a esta muestra hoy comprobamos que Reyes mantuvo una profunda relación con el arte a lo largo de toda su vida y que esta faceta forma parte imprescindible de su legado. Las artes plásticas y visuales, como el cine, son en esta muestra el hilo conductor por las diferentes etapas de su vida”, ha señalado Teresa Vicencio, directora general del INBA.
El recorrido está articulado a partir de las impresiones estéticas de Alfonso Reyes en diferentes etapas de su vida (entre 1908 y 1959) y en distintos lugares (México, Europa y Sudamérica), integrando los testimonios del literato y otros intelectuales contemporáneos. La muestra expone la dimensión material de las opiniones del escritor regiomontano sobre el arte mexicano y universal, reconstruidas a partir de su producción ensayística y de su Diario. En sus páginas, lo mismo que en las salas del Museo Nacional de Arte, pasean Ángel Zárraga, Manuel Rodríguez Lozano, Diego Rivera, Angelina Beloff, Gregorio Prieto, José Moreno Villa, Roberto Montenegro, Héctor Xavier, Daniel Vázquez Díaz, Antonio Rodríguez Luna, Carlos Bracho, Robert Delaunay, Toño Salazar, Goya, Caravaggio, Vermeer, Velázquez, El Greco, Zuloaga, Matisse, Modigliani, Picasso, El Bosco y Rembrandt, entre otros.
“En el hecho de crear, Alfonso Reyes fue excepcional”, afirma Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico del Conaculta. “Decía Paul Valéry que los hombres crean tanto como respiran, que todo ser humano crea en el momento que empieza a vivir -recuerda-. Alfonso Reyes tuvo una conciencia clara para hacer creaciones en todo lugar donde ponía la vista y la mente. Esta exposición es un motivo de fortalecimiento espiritual”
“Albores”
El recorrido por la exposición comienza propiamente con el ensayo Julio Ruelas subjetivo, publicado en la Revista Moderna en 1908. Este primer apartado recibe el título de “Albores. Los modernistas del Ateneo” y explica la manera en que, a la luz del espíritu de modernidad y del surgimiento del grupo también conocido como la Generación del Centenario, se conformaron las relaciones de Alfonso Reyes y otros intelectuales en el México de principios del siglo XX.
“Lejanías”
La segunda sección, “Lejanías. Estampas de París y Madrid”, está dedicada a las actividades de Alfonso Reyes en el extranjero, las cuales se conocen gracias a su epistolario, su Diario y los libros que escribió por aquella época.
“Cuadros”
“Cuadros. El cine que vio Fósforo” es el título del tercer núcleo, dedicado a la crítica del séptimo arte. En él se da cuenta de la labor que -bajo el seudónimo de Fósforo- realizaran en ese campo Alfonso Reyes y Martín Luis Guzmán en diferentes publicaciones españolas, entre 1915 y 1918.
“Latidos”
El cuarto apartado está dedicado a Latidos. Los fuegos de la razón y en él se exhiben las obras de una artista que provocó una de las más grandes emociones estéticas de Alfonso Reyes: Francisco de Goya y Lucientes. El Munal propone, en el caso de esta sección, que el visitante pueda interactuar con los textos de Reyes y la obra plástica de Goya, a través de sus propias emociones y sensaciones.
“Andanzas”
El quinto núcleo, “Andanzas, Monterrey en Sudamérica”, está dedicado al desempeño de Alfonso Reyes como promotor e interlocutor cultural en Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Fue amigo de pintores como Cándido Portinari, Emiliano de Cavalcanti, Cícero Días, Ismael Nery, Tsugouharu Foujita, Dimitri Isvailovitch y Rafael Barradas, adquiriendo algunas obras de ellos.
“Transparencias”
Finalmente, el último apartado de la exposición se titula “Transparencias. La tierra de Anáhuac”. En él, se presentan testimonios de la vida cultural mexicana a partir e 1939, año en el que Alfonso Reyes regresó definitivamente al país.
“Alfonso Reyes tuvo una conciencia clara para hacer creaciones en todo lugar donde ponía la vista y la mente”
Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico del Conaculta.
La muestra, organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes, se inscribe en el marco de los 120 años del nacimiento y 50 del fallecimiento del autor de Visión de Anáhuac (Monterrey, 1889-Ciudad de México, 1959) y promete ser “un recorrido visual que explora los ensayos, poemas, relatos, epistolarios y el Diario de Alfonso Reyes, sus relaciones con los artistas y las emociones estéticas que las obra plásticas le suscitaron”, ofreciendo la posibilidad de mirar un capítulo de la vida del escritor hasta ahora poco conocido.
A pesar de que el mismo Reyes desconfiaba de la crítica de arte -considerada como un género literario por la curaduría-, a lo largo de sus textos se mostró cuidadoso observador, ensayista lúcido y coleccionista que registró los valores estéticos de su tiempo.
Rico legado
La exposición reúne 182 obras, entre pinturas, dibujos, grabados, esculturas, libros, revistas, periódicos y cartas referenciadas por Alfonso Reyes. Una parte de las piezas exhibidas en el Munal ha sido prestada por la Capilla Alfonsina, recinto que ofreció su apoyo condicional para la investigación y la consulta de archivos, y otras provienen del Museo Nacional de San Carlos, la Colección Blaisten y el Museo Casa Diego Rivera. Nueve obras pertenecen a colecciones extranjeras del Museo de Arte de El Salvador, The Hispanic Society of América, la Royal Society y el MoMA.
“Gracias a esta muestra hoy comprobamos que Reyes mantuvo una profunda relación con el arte a lo largo de toda su vida y que esta faceta forma parte imprescindible de su legado. Las artes plásticas y visuales, como el cine, son en esta muestra el hilo conductor por las diferentes etapas de su vida”, ha señalado Teresa Vicencio, directora general del INBA.
El recorrido está articulado a partir de las impresiones estéticas de Alfonso Reyes en diferentes etapas de su vida (entre 1908 y 1959) y en distintos lugares (México, Europa y Sudamérica), integrando los testimonios del literato y otros intelectuales contemporáneos. La muestra expone la dimensión material de las opiniones del escritor regiomontano sobre el arte mexicano y universal, reconstruidas a partir de su producción ensayística y de su Diario. En sus páginas, lo mismo que en las salas del Museo Nacional de Arte, pasean Ángel Zárraga, Manuel Rodríguez Lozano, Diego Rivera, Angelina Beloff, Gregorio Prieto, José Moreno Villa, Roberto Montenegro, Héctor Xavier, Daniel Vázquez Díaz, Antonio Rodríguez Luna, Carlos Bracho, Robert Delaunay, Toño Salazar, Goya, Caravaggio, Vermeer, Velázquez, El Greco, Zuloaga, Matisse, Modigliani, Picasso, El Bosco y Rembrandt, entre otros.
“En el hecho de crear, Alfonso Reyes fue excepcional”, afirma Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico del Conaculta. “Decía Paul Valéry que los hombres crean tanto como respiran, que todo ser humano crea en el momento que empieza a vivir -recuerda-. Alfonso Reyes tuvo una conciencia clara para hacer creaciones en todo lugar donde ponía la vista y la mente. Esta exposición es un motivo de fortalecimiento espiritual”
“Albores”
El recorrido por la exposición comienza propiamente con el ensayo Julio Ruelas subjetivo, publicado en la Revista Moderna en 1908. Este primer apartado recibe el título de “Albores. Los modernistas del Ateneo” y explica la manera en que, a la luz del espíritu de modernidad y del surgimiento del grupo también conocido como la Generación del Centenario, se conformaron las relaciones de Alfonso Reyes y otros intelectuales en el México de principios del siglo XX.
“Lejanías”
La segunda sección, “Lejanías. Estampas de París y Madrid”, está dedicada a las actividades de Alfonso Reyes en el extranjero, las cuales se conocen gracias a su epistolario, su Diario y los libros que escribió por aquella época.
“Cuadros”
“Cuadros. El cine que vio Fósforo” es el título del tercer núcleo, dedicado a la crítica del séptimo arte. En él se da cuenta de la labor que -bajo el seudónimo de Fósforo- realizaran en ese campo Alfonso Reyes y Martín Luis Guzmán en diferentes publicaciones españolas, entre 1915 y 1918.
“Latidos”
El cuarto apartado está dedicado a Latidos. Los fuegos de la razón y en él se exhiben las obras de una artista que provocó una de las más grandes emociones estéticas de Alfonso Reyes: Francisco de Goya y Lucientes. El Munal propone, en el caso de esta sección, que el visitante pueda interactuar con los textos de Reyes y la obra plástica de Goya, a través de sus propias emociones y sensaciones.
“Andanzas”
El quinto núcleo, “Andanzas, Monterrey en Sudamérica”, está dedicado al desempeño de Alfonso Reyes como promotor e interlocutor cultural en Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Fue amigo de pintores como Cándido Portinari, Emiliano de Cavalcanti, Cícero Días, Ismael Nery, Tsugouharu Foujita, Dimitri Isvailovitch y Rafael Barradas, adquiriendo algunas obras de ellos.
“Transparencias”
Finalmente, el último apartado de la exposición se titula “Transparencias. La tierra de Anáhuac”. En él, se presentan testimonios de la vida cultural mexicana a partir e 1939, año en el que Alfonso Reyes regresó definitivamente al país.
“Alfonso Reyes tuvo una conciencia clara para hacer creaciones en todo lugar donde ponía la vista y la mente”
Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico del Conaculta.