Cultura
Cultura incumple obligaciones en promoción literaria: De Aguinaga
Señala que la Dirección de Literatura tendría que funcionar más en la planeación de otras áreas que en la organización de sus propias actividades
GUADALAJARA, JALISCO (03/SEP/2012).- El desempeño de la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ) en materia de literatura es, básicamente, "mantener viva una vieja costumbre, la de los Miércoles Literarios, que ya ni siquiera significa lo mismo que hace veinte años", expresa el poeta Luis de Aguinaga.
De Aguinaga, quien también trabajó en la dependencia, señala que la Dirección de Literatura tendría que funcionar más en la planeación de otras áreas que en la organización de sus propias actividades. "Es decir, ser una dirección que orientara las decisiones de la Dirección de Bibliotecas y de Publicaciones, por ejemplo. Y servir, aunque sea un poquito, en la planeación de la educación artística. Pero no: a la Dirección de Literatura parece que le importa más tener su propio relumbrón, con esos premios y esas cátedras y ahora esa maestría que da risa. No me parece que la Secretaría de Cultura esté cumpliendo con sus principales obligaciones".
La principal obligación cultural de un estado, dice De Aguinaga, es impartir o asegurarse de que se se imparta una buena educación artística. "Organizar lecturas y presentaciones de libros o dar premios y becas está bien, pero no es lo más importante".
El editor del sello Arlequín, Felipe Ponce, señala que la SCJ en 20 años ha tenido con dos encargados de área y parece que "todo está sujeto a la improvisación, no hay planeación".
De la recién creada Maestría en Letras, considera que la formación es una labor de las universidades y "desconozco si la Secretaría de Cultura tiene las atribuciones" para hacerlo.
Ponce no duda de la calidad de los expositores, pero "sólo genera burocracia", advierte.
Para el sello Arlequín no es interesante presentar sus títulos en los espacios de la Dirección de Literatura, ya que no se han creado estrategias para generar nuevos públicos: "Son actividades pocas vistosas y las que lo son no son organizadas por la Secretaría".
El editor explica que "falta un replanteamiento del hacer y las nuevas tecnologías están totalmente ausentes". Felipe Ponce considera que la Dirección de Publicación sí ha avanzado, pero se "han publicado obras a capricho". Agrega que esta administración ha publicado títulos interesantes, pero "no hay un plan estructurado".
Otro acierto de la dependencia ha sido la creación de la Librería Mariano Azuela, que "sí funciona como apoyo para los editores independientes" y hace falta promoción, así como amplitud del horario de atención al público, dice el editor.
Para la también poeta Karla Sandomingo, el lado positivo es el de los creadores, quienes siguen creando, pero "también esperamos que el Estado nos dé todo y tampoco podemos sentarnos a extenderle la mano a SCJ. Me parece que ha faltado una política cultural, no es que haya una mala, es que creo que no la hay".
EL INFORMADOR / MAYRA TORRES DE LA O
De Aguinaga, quien también trabajó en la dependencia, señala que la Dirección de Literatura tendría que funcionar más en la planeación de otras áreas que en la organización de sus propias actividades. "Es decir, ser una dirección que orientara las decisiones de la Dirección de Bibliotecas y de Publicaciones, por ejemplo. Y servir, aunque sea un poquito, en la planeación de la educación artística. Pero no: a la Dirección de Literatura parece que le importa más tener su propio relumbrón, con esos premios y esas cátedras y ahora esa maestría que da risa. No me parece que la Secretaría de Cultura esté cumpliendo con sus principales obligaciones".
La principal obligación cultural de un estado, dice De Aguinaga, es impartir o asegurarse de que se se imparta una buena educación artística. "Organizar lecturas y presentaciones de libros o dar premios y becas está bien, pero no es lo más importante".
El editor del sello Arlequín, Felipe Ponce, señala que la SCJ en 20 años ha tenido con dos encargados de área y parece que "todo está sujeto a la improvisación, no hay planeación".
De la recién creada Maestría en Letras, considera que la formación es una labor de las universidades y "desconozco si la Secretaría de Cultura tiene las atribuciones" para hacerlo.
Ponce no duda de la calidad de los expositores, pero "sólo genera burocracia", advierte.
Para el sello Arlequín no es interesante presentar sus títulos en los espacios de la Dirección de Literatura, ya que no se han creado estrategias para generar nuevos públicos: "Son actividades pocas vistosas y las que lo son no son organizadas por la Secretaría".
El editor explica que "falta un replanteamiento del hacer y las nuevas tecnologías están totalmente ausentes". Felipe Ponce considera que la Dirección de Publicación sí ha avanzado, pero se "han publicado obras a capricho". Agrega que esta administración ha publicado títulos interesantes, pero "no hay un plan estructurado".
Otro acierto de la dependencia ha sido la creación de la Librería Mariano Azuela, que "sí funciona como apoyo para los editores independientes" y hace falta promoción, así como amplitud del horario de atención al público, dice el editor.
Para la también poeta Karla Sandomingo, el lado positivo es el de los creadores, quienes siguen creando, pero "también esperamos que el Estado nos dé todo y tampoco podemos sentarnos a extenderle la mano a SCJ. Me parece que ha faltado una política cultural, no es que haya una mala, es que creo que no la hay".
EL INFORMADOR / MAYRA TORRES DE LA O