Cultura

Blas Galindo, 100 años después

Como servidor público, siempre estuvo convencido de la utilidad de la educación artística

GUADALAJARA, Jalisco.- El compositor, director de orquesta y profesor de música jalisciense Blas Galindo hubiera cumplido 100 años ayer, en caso de estar vivo. Como servidor público, siempre estuvo convencido de la utilidad de la educación artística. Durante 13 años fue director del Conservatorio Nacional de Música y contribuyó al apuntalamiento de las políticas culturales en la etapa del nacionalismo.

La efeméride del centenario del compositor de Sones de mariachi es aprovechada por su hijo, Carlos Blas Galindo Mendoza, director del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), para recordar que su padre “no se casó con el nacionalismo”. Señala, al hilo de esta cuestión, que “en los años sesenta se interesó por otros lenguajes musicales e incluyó, por ejemplo, cinta magnética grabada en una de sus obras.

También incursionó en las vanguardias y su léxico, para entonces, ya no tenía que ver con los nacionalismos. Al final de su vida, en los años ochenta, cuando ya la vertiente es de las posvanguardias, él hace una obra muy nacionalista, la Obertura Mexicana número 2”.

Galindo Mendoza destaca asimismo la importante contribución que, a pesar de no contar con muchos alumnos, hizo su progenitor en “edificar el gran andamiaje de la cultura artística, específicamente de la cultura musical de la primera mitad del siglo, y en eso se basó su trabajo. No perteneció a generaciones que se propusieran tener discípulos”.

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