Después del gasolinazo de enero de 2017, que provocó el aumento de hasta 20% en los combustibles, el Gobierno de Jalisco aplicó un plan de austeridad que dejó cifras positivas en el cierre anual.En 2016, 25 áreas de la administración central del Gobierno consumieron 22.8 millones de litros de combustibles; sin embargo, durante el año del gasolinazo la cifra se redujo a 19.2 millones. Esto significa 3.6 millones de litros menos, según la Subsecretaría de Administración.La baja en el consumo se traduce en alrededor de 64.8 millones de pesos de ahorros, si consideramos que el litro cuesta en promedio 18 pesos.La primera instrucción, explica el subsecretario Mauricio Gudiño, fue reducir a la mitad los gastos para funcionarios administrativos. Por ejemplo, las Unidades Administrativas de Apoyo gastaron un 71% menos de litros en 2017. Y la Secretaría de Cultura bajó 59 por ciento. Incluso, las áreas operativas como la Fiscalía y la Secretaría de Movilidad generaron ahorros.El funcionario explica que como promedio general, la reducción en litros es del 19% (una quinta parte) en relación con lo que el Gobierno consumió en 2016.“Hubo varias estrategias para generar ahorros. La primera fue empezar a dar de baja vehículos que no tenían una actividad preponderante o prioritaria, e hicimos varias subastas. Además, todas las dependencias se pusieron a economizar su gasolina”.Por eso considera un “éxito” la estrategia aplicada, pero no se compromete para una nueva meta este año. “No sé (si se pueda mejorar), pero el esfuerzo que hicimos en 2017 sí fue bastante grande (…) vamos a seguir apretando. Se compró un número no tan relevante de vehículos híbridos, pero seguimos viendo estrategias”.Aunque en la orden de ahorro en combustible que dio el gobernador Aristóteles Sandoval a inicios de 2017 excluyó a las instancias de corte operativo, la Fiscalía del Estado generó ahorros notables en su consumo. Mientras en 2016 se consumieron 17.4 millones de litros, el año pasado fueron sólo 15.5 millones.La cifra es importante, porque todas las dependencias de la administración central del Gobierno de Jalisco gastaron el año pasado 19.2 millones de litros en combustibles. En otras palabras, la Fiscalía registró el mayor consumo, pero logró el mayor ahorro para las arcas siguiendo tres principales rutas: una reorganización en las zonas de vigilancia para generar menos recorridos; lograr convenios con más gasolineras para cargar en zonas más cercanas a las áreas de operación y la desincorporación de sus unidades más viejas.A eso, explica el coordinador de Administración y Profesionalización de la dependencia, Bernardo Arzate Rábago, se suma una compra de vehículos nuevos que generan más ahorros, una reducción de al menos un 50% en el combustible autorizado para las áreas administrativas y una nueva agenda de entregas de notificaciones.La Fiscalía es la dependencia de la estructura gubernamental que generó más ahorros.“Se disminuyó el 10% del parque vehicular obsoleto. Siempre estamos en una constante búsqueda de vehículos antiguos que nos generen un mayor consumo de combustible. Se hace un estudio y se van dando de baja. En lo administrativo se redujo la dotación de combustible en litros y, por indicaciones del Gobierno del Estado, optimizar lo más que se pueda”.Los notificadores, añade, recibieron una motocicleta, lo que además de reducir consumo de combustible mejoró los tiempos de entrega. Además, se trazaron rutas para entregar un paquete de notificaciones en un solo viaje sin necesidad de regresar a la Fiscalía por otro. Aunque hay excepciones si la notificación es urgente.Las nuevas bases regionales son otro añadido que genera ahorros. Ahora los oficiales de la corporación reducen sustancialmente sus desplazamientos en el interior del Estado al tener un sitio al cual llegar para hacer los cambios de turno.En la metrópoli, el Gobierno del Estado logró más convenios con los empresarios gasolineros para que les permitieran cargar con tarjetas prepagadas. El acuerdo consiste en permitir más gasolineras para evitar más gasto de combustible desde el punto en el que se realizan los operativos hasta el sitio en el que está autorizado cargar combustible.“En esta reorganización de la Fiscalía, la indicación es tener mucho ojo en los consumos y checar. Se compraron vehículos de cuatro cilindros y motos para los notificadores. Hicimos un plan para que no estemos todo el día en la calle. Todo esto en conjunto con la Sepaf (Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas)”.En 2017, la Fiscalía se despidió de 300 unidades que les generaban esos gastos.No obstante, debido a los incrementos en los combustibles, no hay un compromiso de reducir aún más el gasto durante este 2018. “Sí tenemos muchas ganas y la intención de un ahorro sustancial, pero el tema de la volatilidad nos impide una proyección… pero con estas metas y acciones creemos que podemos lograr un ahorro; por lo menos, mantenernos”.Prometieron un ahorro de, al menos, el 20% en gasolina debido a la contingencia del inicio de 2017, pero ninguno lo cumplió de ese tamaño. Los órganos del Poder Judicial de Jalisco aún mantienen su gasto acostumbrado en la partida de los combustibles, los lubricantes y los aditivos.Durante el año pasado, el Supremo Tribunal de Justicia erogó 3.7 millones de pesos no sólo para llenar el tanque de los ocho vehículos que tiene asignados, sino para la entrega de vales a sus trabajadores. Esa cifra está sólo 28 mil 554 pesos debajo de lo erogado un año atrás. Sin embargo, ese “ahorro” (0.8%) es lo más destacable del esfuerzo presupuestal que se hizo entre las instancias del Poder Judicial.Por otra parte, el Tribunal de lo Administrativo del Estado (TAE), que sólo tiene dos vehículos asignados, erogó otro millón de pesos, lo que significa un gasto promedio de dos mil 700 pesos diarios.Con esa realidad, el TAE defiende una disminución de cuatro mil 230 litros entre 2016 y 2017 (es la única dependencia del Poder Judicial que informa su gasto en litros y no en pesos), que equivalen a un 6.5% menos respecto a la gasolina cargada en 2016.El Consejo de la Judicatura respondió que “los montos erogados por concepto de consumo de combustible anualizados se encuentran publicados en la página de internet”, pero en el apartado de transparencia no tiene las cifras de 2017.Además, en los años anteriores tampoco desagregan el gasto específico en combustible. El desembolso realizado en 2016 (3.1 millones) se extrajo de una solicitud de transparencia realizada a principios del año pasado (folio: 10/2017), a la cual sí respondió como se le requirió.Hace un año, este medio publicó que los jueces y magistrados de Jalisco gastan más en gasolina que el personal operativo de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos. En 2017, el gasto de dos de las tres dependencias del Poder Judicial analizadas fue de 4.8 millones de pesos, tan sólo 92 mil pesos debajo de lo que erogaron los bomberos.Eso, sin contar la erogación realizada por el Consejo de la Judicatura, que aún no hace pública esa información.Tribunal ElectoralEntre 2014 y 2017, el Tribunal Electoral de Jalisco erogó 1.8 millones de pesos en cargar combustible. Sin embargo, la dependencia gastó un 25% menos entre 2016 y 2017, al bajar de 246 mil a 183 mil 500 pesos. Es el único órgano judicial del Estado que sí generó ahorros en el año del “gasolinazo”.GUÍAEn enero de 2017, el gobernador Aristóteles Sandoval anunció una reducción del 50% en el presupuesto para gasolina en vehículos oficiales de Gobierno, exceptuando las unidades operativas: patrullas y ambulancias. También dejó en claro que se retirarían los vehículos de alto cilindraje para los funcionarios que tuvieran asignados, pero no para desempeñar una labor operativa.Entre 2013 y 2017, los partidos políticos de Jalisco gastaron 22.9 millones de pesos en combustibles. Y sólo el desembolso del Partido Acción Nacional (PAN) representa el 41.8% de ese total, con 9.6 millones erogados en los últimos cinco años. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se encuentra en el segundo lugar del ranking, con 7.1 millones, y la tercera posición la ocupa el Partido Movimiento Ciudadano (MC), con 3.2 millones.Durante los primeros meses del 2017, partidos políticos e instituciones públicas por igual anunciaron medidas ante el incremento del 20% en los precios de los combustibles. Los representantes priistas se arroparon en la tercera estrategia sugerida por el gobernador: menos financiamiento a partidos, para sugerirle que éste se eliminara por completo.Por su parte, los representantes de MC pidieron eliminar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas, una petición que meses después fue rechazada en la Cámara de Diputados.Sin embargo, en el año del gasolinazo, el PRI y MC gastaron 817 mil y 801 mil pesos en combustibles, respectivamente. Y aunque para el partido tricolor esa cifra significó un 37% menos de gasto en este rubro respecto a su año anterior, el partido naranja erogó un 10 por ciento más entre un periodo y otro.La fuerza política que más ahorró en el año del gasolinazo fue el Verde Ecologista, pues gastó sólo cuatro mil 881 pesos, cuando en 2016 su desembolso fue de 13 mil 577. En contraste, el Partido de la Revolución Democrática fue la instancia pública que más creció su erogación: mientras en 2016 gastó 61 mil 200 pesos, en 2017 fueron 197 mil 822 pesos: más del triple.De acuerdo con las encuestas del observatorio ciudadano “Jalisco Cómo Vamos”, los partidos políticos son las instituciones públicas con la menor credibilidad. Apenas cinco de 100 tapatíos expresan que hay confianza en ellos, por lo que sus niveles de aceptación están por los suelos.Ante el gasolinazo del año pasado, los municipios metropolitanos aseguraron que reducirían sus gastos en combustible, aunque advirtieron que no perjudicarían las labores operativas en servicios médicos y seguridad. Pese a ello, la cifra en el Área Metropolitana de Guadalajara por lo que ve a la compra de combustible es mayor al incremento que se registró a inicios de 2017.De acuerdo con las unidades de transparencia de seis ayuntamientos (Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco y El Salto), durante el año pasado ninguno gastó menos en su partida de combustibles en relación con el 2016.La localidad que menos erogó fue El Salto, que durante el 2017 pagó 22.7 millones en combustibles, cuando en 2016 reportó 19.7 millones (14.3% de más).En contraste, Tlaquepaque fue el Ayuntamiento que más gasto reporta, con 51.1 millones el año pasado contra los 28.2 millones de 2016. Casi el doble en su partida de combustibles, lubricantes y aditivos.El promedio de incremento en las seis localidades en cita es del 31.5 por ciento.Para sumarse a las medidas de austeridad durante el inicio de 2017, Zapopan, anunció que habría un cambio en el parque vehicular para ahorrar combustible. Se “apretarían el cinturón” y desincorporarían 450 vehículos del padrón municipal, darían de baja 251 unidades de ocho cilindros y reducirían a la mitad el gasto para 481 vehículos administrativos de cuatro cilindros. El Ayuntamiento pronosticó un gasto de 136 millones; al final se erogaron 168.7 millones.En Guadalajara se sugirieron mesas de trabajo en las que se analizarían las medidas de austeridad y auguraron ahorros por más de 45 millones. Pero en 2017 se gastaron 20.5 millones más que en 2016 (el desembolso durante el año pasado fue de 101 millones de pesos).Un tanque menosSi existe un Ayuntamiento en el Área Metropolitana de Guadalajara que generó ahorros por compra de combustible, es el de Zapotlanejo, pues gastó 556 pesos menos en combustibles en 2017, con relación al gasto ejercido en el mismo concepto durante el año anterior.Hace dos años, Zapotlanejo erogó 10 millones 185 mil 864 pesos, pero el anterior destinó 10 millones 185 mil 308 para mantener en circulación su flotilla vehicular. El ahorro fue de apenas un tanque para vehículo pequeño.CLAVESAlza sin frenoTELÓN DE FONDOEl cuarto día de 2017, el Presidente Enrique Peña Nieto dirigió un mensaje a la Nación, en el que se dijo comprensivo de la “molestia y enojo” que había causado el incremento en el precio de los combustibles. Pero defendió, al mismo tiempo, que de no haber aplicado el incremento, que calificó como una “medida responsable”, las consecuencias serían “más graves y delicadas”.A su vez, rechazó que el aumento fuera consecuencia de las reformas energética o fiscal, y lo adjudicó al incremento de los precios internacionales de la gasolina. Y en ese contexto, afirmó que no permitiría que se cometieran abusos de quienes “injustificadamente” pretendan crecer los precios de otros productos a partir de este aumento en gasolinas.“No hay mayor costo para una sociedad que no ser responsables en cuidar la estabilidad de nuestra economía. Es por ello que todos debemos asumir el reto de este ajuste para salir adelante”.Sigue: #DebateInformador¿En cuáles dependencias del Gobierno podría ahorrarse más en combustibles?Participa en Twitter en el debate del día @informador