Miércoles, 29 de Octubre 2025
Suplementos | Último domingo de adviento

''Ya llega el Señor''

Al tiempo de espera seguirá la fiesta. La iglesia orante canta en este cuarto y último domingo de adviento al salmo de la bienvenida.

Por: EL INFORMADOR

Tintoretto. Adoración de los pastores.  /

Tintoretto. Adoración de los pastores. /

LA PALABRA DE DIOS

• PRIMERA LECTURA:

Isaías 7, 10-14


“He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”.

• SEGUNDA LECTURA:

San Pablo a los romanos 1, 1-7


“Jesucristo, nació, en cuanto a su condición de hombre, del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, como Hijo de Dios”.

• EVANGELIO:

San Mateo 1, 18-24

“José, no dudes en recibir en tu casa a María, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús”.

GUADALAJARA, JALISCO (22/DIC/2013).- Alegría y esperanza han sido signos de este tiempo de preparación.

Profundo misterio en el que se juntan la divinidad y la humanidad, la eternidad y el tiempo, la omnipotencia y la flaqueza humana.

Ya en la proximidad de la fiesta, los ojos del pueblo cristiano buscan a la mujer por quien ha de llegar el salvador. Ya está fija la atención en María, la escogida, “Porque Dios ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde ahora, todas las generaciones me llamarán Bienaventurada”.

Siempre se manifiesta la voluntad de Dios de invitar, llamar y esperar respuesta. Las obras de Dios se manifiestan muchas veces en la cooperación del hombre.

Como José, todo creyente es llamado a cumplir una misión personal y única.

Con la fe, con la esperanza y con un amor realista, servicial y desinteresado, el cristiano vive su nueva condición de verdadero miembro del Reino y prolongación del misterio de la encarnación del mundo.

Quien así se esfuerza en los pequeños detalles de la vida cotidiana se santifica, y santifica su tiempo, su trabajo, y ante la mirada de Dios se convierte en un eficaz mensajero de amor,  de la justicia, de la libertad, de la paz.

José R. Ramírez M.

NACE JESÚS

La Navidad es la fiesta de un Niño, de un recién nacido. Por eso es nuestra fiesta, todos fuimos o somos niños. Es una fiesta que esperamos con gozo y la preparamos con alegría, contando los días, especialmente los más pequeños, que aguardan con admirable espera la fecha señalada, 25 de diciembre.

El trajín de estos días, idas y venidas, tiene como objetivo disponer todo para tan gran celebración, disponiendo hasta el más pequeño rincón, los nacimientos particularmente reconstruyen el clima y el ambiente en que nació el Salvador. Es precisamente el pequeño portal dispuesto en nuestros hogares, el que ocupa el lugar central, es el que aprisiona nuestras miradas, y llama la admiración de grandes y chicos, por su belleza artística, por su disposición bien lograda con todos los elementos, pero principalmente, por el acontecimiento salvífico al que nos remonta, Dios se ha hecho hombre y está con nosotros, es la noche del nacimiento de Jesús, el acontecimiento que ha marcado la historia, en un antes y un después.

Es la escena del nacimiento la que atrae nuestra atención, como atrajo a los magos de Oriente, quienes guiados por una estrella comprendieron la grandeza del misterio, los signos temporales los llevaron a la eternidad de Dios que ha tomado nuestro tiempo.

Toca ahora a nosotros también detenernos a contemplar el misterio, mirar al Niño que es Dios, puesto entre pajas, acompañado y custodiado por su Madre y san José; contemplar la Sagrada Familia nos ha de remontar a pensar también en la nuestra, por la cual cada uno de nosotros hemos venido al mundo, aquellos que procuraron el cuidado de nuestra vida. La contemplación de Dios me debe llevar al agradecimiento de lo que he recibido desde mi familia.

SIN JESÚS NO HAY NAVIDAD

Estos días tan especiales que se nos ofrece la oportunidad de reflexionar acerca  de lo que nos interesa verdaderamente para nuestro bien espiritual, muchas veces los dejamos pasar en superficialidad, en banalidades y en ruidos sin sentido.

Este es el tiempo oportuno para re conocer que Cristo Jesús está todavía presente entre nosotros, que ser manifiesta hoy como siempre, como  en el siglo pasado en tiempos en que nuestros antiguos hermanos no dudaban en reconocerle y hablar fuerte del nombre de Jesucristo como el centro de la vida y de la Historia, como el rey del universo y de cada corazón.

Eso es lo que vivían enserio nuestros hermanos cristeros… pero ahora hemos cambiado la figura que inspire ternura por la imagen de un gordo vestido de rojo que nada tiene que ver con lo que celebramos, sino más bien nos invita a comprar lo que nos quieren vender…

Y luego vemos a muchas personas que nada les alegra, que sienten esta tiempo cono fío y sin alegría, porque nada hay que pueda llenarles el vacío del corazón.

Por eso muchas personas incluso más pobres y más sencillas, que se encuentran con el Niño Jesús, viven la auténtica dicha de estos días aún en medio de carencias, de sufrimientos y de pobreza, pqa centran su esperanza en el Dios que viene a salvarnos y a darnos lo que verdaderamente hace falta al corazón.

Por eso podemos afirmar con certeza que Sin Jesús no hay Navidad.

ORACION

Señor Jesús que en cada Navidad nos recuerdas
que quieres vivir muy cerca, entre nosotros,
que nos quieres contigo, en tu grupo, en tu equipo,
para darnos alegría verdadera y llevarnos ´por caminos de paz
donde es más fácil encontrar la auténtica felicidad.

Concédenos hoy que tenemos la oportunidad
de vivir y recordar una vez más tu Navidad
el don de reconocerte en el centro de nuestro corazón
para hacerte presente en nuestro mundo tan vacío
y tan necesitado de tu gracia y de tu amor.

María Belén Sánchez, fsp

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