Jueves, 09 de Octubre 2025
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XIV Domingo Ordinario

Jesús nos pide que adoptemos una actitud activa, que nos pongamos en camino: la misión no es sólo cosa de los apóstoles

Por: EL INFORMADOR

El cristiano debe llevar siempre un saludo de amor, una actitud de justicia, un deseo de verdadera paz. ESPECIAL /

El cristiano debe llevar siempre un saludo de amor, una actitud de justicia, un deseo de verdadera paz. ESPECIAL /

LA PALABRA DE DIOS

PRIMERA LECTURA
Lectura de la Profecía de Isaías (66,10-14)


“Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevásteis luto”.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la Carta de San Pablo a los Gálatas (6,14-18)


“La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios”.

EVANGELIO
Lectura del Evangelio según San Lucas (10,1-12.17-20)


“Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: “Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros”.

GUADALAJARA, JALISCO (03/JUL/2016).-
Ahora en el Siglo XXI urge llevar la cruz a los miles de hombres de la actualidad, que viven afanados en incontables pequeños y hasta a veces ridículos intereses. Son víctimas de la multiforme publicidad, están ante el escaparate de ofrendas atractivas para sus gustos, para su comodidad, para lograrlo todo con el menor esfuerzo —y a eso se le llama confort—, y para atizar las pasiones arraigadas siempre en el corazón del hombre: la soberbia, disimulada de dignidad o personalidad; la codicia, disfrazada de una seguridad para el futuro, y la lujuria, siempre atractiva.

Entonces el mundo de este siglo anda distraído. Además se siente confundido, porque así como son frecuentes los “baratillos” donde se puede encontrar de todo y con facilidad, también hay al alcance del hombre de hoy abundancia de ideas orientales y occidentales, filosóficas, políticas, sociales, económicas y morales, con validez muy discutible; y así se puede escoger, como en el “baratillo”, el pensamiento más adecuado a sus inclinaciones y gustos. Esto ha ocasionado en medio de la masa humana de la actualidad, un individualismo cerrado y una escala de valores no objetivos, sino en respuesta a las preferencias personales. Moral individual no es moral porque las leyes son algo externo y el legislador las ha grabado en el corazón del hombre —la ley natural— , o las ha promulgado para dirigir a los súbditos hacia el bien personal y común. El hombre no puede interpretar el color rojo para seguir y el verde para detenerse. Para iluminar a los ignorantes, para enderezar a los distraídos y para corregir a los que toman torcidos caminos, fueron enviados los discípulos, y ahora también son misioneros de la verdad, de la justicia, del amor.

Siempre está en juego la paz del mundo, quienes buscan solución en la economía o en las armas, no encontraran la paz. El futuro de la humanidad sólo puede construirse en una paz apoyada en la justicia y con mayor perfección en el amor. El cristiano debe llevar siempre un saludo de amor, una actitud de justicia, un deseo de verdadera paz.

José Rosario Ramírez M.

La nueva evangelización

La Iglesia se encuentra embarcada en un gran proceso de “Nueva evangelización”. No se trata sólo de repensar métodos y estrategias, sino sobre todo de meditar de nuevo sobre su propia misión, sobre la seriedad de la misma. Es que en ella decide la Iglesia su ser y su fidelidad a Jesucristo. El Evangelio de hoy nos ayuda a centrar esta meditación que nos incumbe a todos.

Destaca, en primer lugar, la inmensidad de la tarea. Jesús nos avisa de ello al recordarnos la abundancia de la mies. Se trata del mundo entero, de toda la humanidad, de este mundo y esta humanidad llenos de problemas, tensiones, desequilibrios, injusticias, amenazas, sufrimiento… Jesús mira al mundo preocupado, pero sin pesimismo, con esperanza: no es un campo de batalla, sino un campo sembrado de buena semilla y llamado a dar fruto. La semilla buena está por doquier, no se reduce a un grupo, por ejemplo, el de los creyentes en determinada fe. Todo el mundo está grávido de bien, pues todo él es obra del Dios que todo lo hizo, y vio que estaba bien.

Además están los obreros: son los que ven la semilla buena (pues miran al mundo con los ojos de Jesús) y tratan de que no se pierdan sus frutos. Aquí sí que podemos ver la misión de los creyentes: una misión al servicio de toda la humanidad en lo que se refiere a Dios. La inmensidad de la tarea significa que es una tarea de todos sus discípulos. Jesús nos llama a salir de la pasividad. Esto es esencial para que la nueva evangelización llegue a buen puerto. Nos pide, pues, que adoptemos una actitud activa, que nos pongamos en camino: la misión no es sólo cosa de los apóstoles (obispos, sacerdotes, también religiosos), sino de todos los que creen en él. Los 72 enviados son, podemos imaginar, un grupo heterogéneo de seguidores que habían asimilado el mensaje de Cristo lo suficiente como para convertirse en heraldos suyos. Toda la vida cristiana en todas sus vocaciones y estados de vida es misión, envío, preparación del camino por el que viene Jesús.

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