Respeto a los ancianos

El Sr. Parker, un octogenario canadiense, llegó a Guadalajara con el propósito de valorar la conducta de los pobladores, en relación a sus ancianos.

Comenzó por observar si existían lugares de estacionamiento especiales para personas con discapacidades, si en las esquinas podían cruzar en sillas de rueda, si en los supermercados hay carritos eléctricos, pero en especial la actitud y la atención de los ciudadanos.

Fue muy grata la sorpresa, todo lo que esperaba existía en la mayoría de los lugares turísticos a los que asistió. Lo que más le impresionó, fue que la población es muy sensible y perceptiva, para acudir de inmediato a dar apoyo y auxilio a las personas con discapacidad y en la tercera edad.

Además del clásico dar el brazo a la viejita para que cruce la calle, la gente está dispuesta a atenderlos en sus necesidades, como es el no alcanzar un producto en un estante elevado de una tienda, cargar los bultos, abrirles la puerta de un automóvil, cederles el lugar en un transporte público, acompañarlos a su domicilio, etcétera.

Las grandes ciudades del mundo se caracterizan por su frialdad, su desinterés por el otro, su egoísmo y descuido hacia el vecino. Los otros no importan. De la gente hay que desconfiar. Que cada quien se encargue de resolver sus problemas, es la ley de la autonomía completa.

De hecho muchos turistas se sorprenden de esa actitud cuando perciben el desempeño, casi automático de la gente en su trajinar cotidiano. Ni siquiera te voltean a ver, si te pasa algo, a nadie le importa.

Por eso la gente en Guadalajara ya tiene ganada una positiva fama, pues a pesar de ser una gran metrópoli, sus habitantes no han perdido ese toque de calidez y aprecio por el otro. Somos aun sensibles a las necesidades y sufrimientos de los demás. Existe disponibilidad para voltear a ver al que está junto a ti y poderlo ayudar.

Eso vale mucho. Hay que conservarlo y mantenerlo activo.

El Sr. Parker se fue gratamente impresionado.

Todavía hay ciudades sensibles a los ancianos.

Hasta la próxima