Viernes, 10 de Octubre 2025
Suplementos | Dinámica Pastoral UNIVA

Primer domingo de Cuaresma

Hace cuatro días dimos inicio al tiempo litúrgico de la Cuaresma, es un tiempo para decidir, para optar por Dios

Por: EL INFORMADOR

Este tiempo es para hacer un alto en nuestra ajetreada vida y reflexionar sobre lo verdaderamente importante. ESPECIAL /

Este tiempo es para hacer un alto en nuestra ajetreada vida y reflexionar sobre lo verdaderamente importante. ESPECIAL /

Primera lectura

Lectura del Libro del Deuteronomio (26,4-10):

“Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios”.
Evangelio

Segunda lectura

Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos (10,8-13):

“La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón”.

Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (4,1-13):

“No sólo de pan vive el hombre”.

GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2016).-
El hombre no sólo es un ser que existe, sino un ser que piensa, ama, crea, construye y actúa libremente. El hombre piensa lo que es, quién es. El hombre es un ser que tiene la capacidad de conocerse, de reconocerse; que tiene el don de aprobar o no aprobar el sentido que lleva su vida; que puede ratificar su manera de ser, o rectificar si reconoce. El hombre sabe que es caminante porque va en el tiempo. Un día empezó y sabe que lo que viene en el tiempo termina. Por eso es capaz de decidir la dirección de su propia vida. Por eso en la Cuaresma hay un signo, la ceniza: “Acuérdate hombre, de que polvo eres y en polvo te convertirás”.

Cuaresma, tiempo de reflexión. Si el hombre reflexiona, no es solamente para crear todos esos prodigios con que ha deslumbrado, singularmente en el siglo XX y lo que va del XXI. Cada día surgen nuevos inventos, nuevas máquinas, nuevos portentos de la inteligencia humana, pero el negocio más importante del hombre es contestarse a sí mismo: ¿Yo para dónde voy? ¿Cuál es el sentido que debe tener la vida en orden hacia el más allá?. Por eso la Cuaresma invita a hacer un alto.

¿No valdrá la pena buscar en esta Cuaresma el tiempo oportuno de reflexión? ¿No será oportuno que además de las preocupaciones cotidianas: el sustento, las relaciones, la vida social, la vida política y la familiar —todas esas cosas que ocupan el tiempo de cada día— se piense en que “yo, que ahora estoy, un día dejaré de estar, yo, que un día me tendré que encontrar con mi final ¿Cuál es la dirección? ¿Cuál es el sentido? ¿Qué debo hacer? Tener presente que la Cuaresma es un  tiempo para reflexionar. El Señor Jesús inició este santo tiempo de Cuaresma antes de su vida pública, voluntariamente guiado por el Espíritu Santo, se retiró al desierto 40 días y 40 noches de silencio, de oración y penitencia. Él como Hijo de Dios, no necesitaba de penitencia, sino que la hizo por los demás hombres. Él da ejemplo de comunicación con Dios y enseña que en el silencio se escucha mejor la voz de Dios. El mundo de ahora está lleno de ruidos externos: las máquinas, los automóviles, los aparatos de sonido, tan útiles, pero que a veces por estruendosos alteran el ritmo de la vida. Pero hay otros ruidos, los que llevamos dentro: los ruidos de las pasiones, la codicia, el afán de poder, el afán de placeres.

Es tiempo de aplacar esos ruidos internos, para que en el silencio se deje escuchar la voz de Dios.
Cuaresma, tiempo de oración ¿Qué es orar? Orar hace al hombre grande; hace al hombre humilde.
Grande, porque hace entrar al hombre, la criatura, en comunión con su creador. Humilde, porque siente su pequeñez y siente que por si sólo nada puede hacer. Al orar la criatura se encuentra ante su Creador que lo ha creado por amor. La Cuaresma es tiempo de renovación, de dejarse envolver por la luz de quien hace nuevas todas las cosas, es descubrirlo todo con los ojos de Dios y amarlo todo como Dios lo hace.

La renovación implica esfuerzo, decisión, entrega y generosidad. Hoy es necesario encontrar el camino que lleva al Padre, el camino de retorno. Y tener presente siempre: Cuaresma, tiempo de gracia.

José Rosario Ramírez M.

Hay trenes que pasan sólo una vez

Hace cuatro días dimos inicio al tiempo litúrgico de la Cuaresma, es un tiempo para decidir, para optar por Dios. El encuentro es en el desierto,  es decir,  un lugar donde encontrarse con uno mismo, un lugar donde saber qué es lo que se quiere hacer. Es tiempo de decidir, de la acción. Es tiempo de coherencia. Porque cuando realmente lo consigas tendrás algo que te distinga.

La Cuaresma pasa todos los años, con la misma duración, siempre 40 días de preparación en torno a la primavera para preparar la Pascua. En cada Cuaresma se nos invita al cambio y a la conversión.

Hay trenes que pasan sólo una vez. Sólo una vez tendrás la edad que tienes, y sólo ésta vez puedes estar seguro de que tienes la oportunidad de subirte al tren. Puede que otro año no estés, o estés más distraído, o quizá, no lo quiera Dios, sea demasiado tarde.

La Cuaresma es un tren con destino: la Pascua. El acontecimiento más trascendental de la historia. Alguien ha muerto por ti. Ese Alguien es todo un Dios que sigue amándote y dando la vida por ti. Un Dios que resucitó a su hijo para que tu vida jamás pierda el sentido. La Pascua es la estación de destino porque en ella encontramos el verdadero rostro de Dios. Mirándole cómo nos ama, descubrimos de verdad quienes somos: alguien por quien todo un Dios elige morir.

La Cuaresma es un tren con etapas. A través de sus cinco domingos se nos va a ir llamando la atención sin contemplaciones. El mundo, la injusticia, los pobres no esperan. Nuestra conversión es urgente porque hay una parte de mundo que depende de nosotros. Y la palabra de Dios nos lo va a señalar con claridad y sin contemplaciones: ¡conviértete! Pero, a la vez, la Palabra es consuelo y esperanza. Y a lo largo del itinerario cuaresmal se nos brinda la posibilidad del perdón y del amor gratuito. La conversión surge precisamente de esta convicción de ser amado sin merecerlo. Este es el itinerario cuaresmal: ¡Es el tiempo! ¡Es la hora! ¡Viajeros al tren!

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones