Miércoles, 22 de Enero 2025
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Poder de nueva generación

Son Aristóteles Sandoval, Enrique Alfaro, Hernán Cortés, Ricardo Villanueva, Clemente Castañeda, entre otros, que ahora toman las riendas de Jalisco

Por: EL INFORMADOR

En el Jalisco ''pos-transición'' una generación de políticos  tomará el control del Estado.  /

En el Jalisco ''pos-transición'' una generación de políticos tomará el control del Estado. /

GUADALAJARA, JALISCO (29/JUL/2012).- En el Jalisco “pos-transición” o “pos-bipartidista”, arriba una generación que representa, más que una ideología compartida o una forma de entender el quehacer gubernamental, la cúspide del nuevo pragmatismo político. No vienen de los mismos partidos políticos, tampoco optaron por las mismas vías de acceso al poder, pero de una u otra manera sus trayectorias los colocaron en una obra de teatro llamada elecciones 2012.

Ya sea desde los pasillos de la calle Vidrio, de Calzada del Campesino, de Florencia y López Mateos o de Pavo y Vallarta, lo cierto es que Jalisco electoralmente se recargó en una generación que no llega al poder por casualidad. Esta generación —integrada por hombres como Enrique Alfaro, quien fuera candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco; Tomás Figueroa, presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEPC) o Aristóteles Sandoval, gobernador elector del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura— le tocó vivir transiciones que marcaron el paisaje político que domina la Entidad.

A este grupo de coetáneos, que están en los finales de sus 30, hay que añadirles perfiles como el de los consejeros electorales Víctor Hugo el “Negro” Bernal y Juan Alcalá; el diputado electo por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Enrique Velázquez; el diputado electo y coordinador de la campaña al Gobierno de Jalisco, Clemente Castañeda; al representante de Movimiento Ciudadano (MV) ante el IEPC, Hugo Luna; y, por supuesto, a los priistas, Héctor Pizano (diputado electo y ex síndico de Guadalajara), y a Ricardo Villanueva, ex jefe de la Oficina de la Presidencia en Guadalajara y mano derecha del gobernador electo. En los rincones panistas, con la misma edad aunque lejano de este grupo de amigos o, mejor dicho, ex amigos, están Hernán Cortés y Miguel Ángel Monraz, quienes también representan a esta generación, aunque hay que decir que no formaron parte de la trayectoria que unió a los anteriores.

Esa estación llamada UdeG


Para todo ellos, la Universidad de Guadalajara (UdeG) es la primera estación realmente “política”. Aunque muchos de ellos provienen de familias vinculadas al quehacer político o a la actividad gubernamental, la casa de estudios fue su primera probada de lucha por el poder.

Las preparatorias son el corazón político de la universidad, es donde comienza la trayectoria política y partidista. Los cuadros, que en el futuro querrán ocupar los puestos de Gobierno a nivel local, estatal o nacional, se forman en las pugnas de preparatoria. En esa política “donde todo se vale”; en donde el futuro político se familiariza con los acarreos y la búsqueda de votos; donde se tejen alianzas con los directores y en donde la línea política es férrea y sin contemplaciones. Las preparatorias de la UdeG, por mucho tiempo, han servido como espacios aptos para la movilización, como reservas políticas que se activan en momentos cruciales para la casa de estudios. En esta jungla política, en este ambiente complejo y de desconfianzas, se formó una generación que, desde distintas posiciones, ahora ejerce y ejercerá poder de muchas estructuras políticas en la Entidad.

A diferencia de mediados de siglo pasado, el centro de gravitación de la política universitaria dejó a la Preparatoria Jalisco y a la “prepa” dos para trasladarse a planteles como la Preparatoria No. 5 o la Preparatoria No. 7. Y aunque “la Jalisco” continúo proveyendo de cuadros políticos que aspiraban a puestos altos en las estructuras juveniles universitarias, lo cierto es que la hegemonía política cambió hacia estos planteles. De la “Cinco” egresaron Enrique Alfaro, Clemente Castañeda, Víctor Hugo Bernal y Enrique Velázquez. Quitando a Alfaro, que por motivos políticos tuvo que estudiar en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), todos los demás encaminaron su apuesta universitaria hacia las Ciencias Sociales, particularmente a Derecho y a Estudios Políticos. Y es que la antigua facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara ha sido semillero de cuadros políticos durante más de 50 años, es raro encontrar a un gobernador que no haya egresado de esa carrera, particularmente en el periodo de hegemonía priista.

De la Prepa siete, por su lado, egresó la dupla que ahora muda sus esfuerzos al Palacio Estatal: Aristóteles Sandoval y Ricardo Villanueva; y el consejero electoral Juan Alcalá. Posteriormente, estudiaron la carrera de Derecho en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y construyeron una carrera política universitaria que los llevó a constituirse en altos mandos de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).

Y entrando de lleno a la FEU, se puede  negar que la relación con esta institución estudiantil de reciente creación, a inicio de los noventa, —cuando esta generación cursaba sus estudios de preparatoria— bifurcó caminos de manera notable.

Por un lado se encuentra a aquellos como Enrique Velázquez del PRD, Aristóteles Sandoval y Ricardo Villanueva del PRI, que abrazaron la nueva institución que sustituyó cupularmente a la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Tras el estallido del conflicto por el control político de la UdeG —cuando Raúl Padilla López rompe con el liderazgo de la familia Ramírez Ladewig, que había controlado políticamente a la institución durante décadas— la FEU significa la primera pieza de construcción del capital político interno de Raúl Padilla, quien en aquellos momentos era rector de la casa de estudios.

Durante años, la FEG y la FEU se disputaron la hegemonía de la representación estudiantil plantel por plantel, aula por aula, turno por turno y facultad por facultad. El inicio de los noventa significó el rompimiento con las viejas estructuras, y la FEG materializaba esa cultura vandálica y agresiva que caracterizó a la representación estudiantil de la UdeG durante muchos años. Así, de poco en poco, la FEU se fue adueñando de espacios políticos de representación y con el apoyo total de las autoridades universitarias, sin embargo la fueron marginado de las sociedades de alumno. Y aunque debilitada, la FEG siguió pataleando, y actualmente tiene influencia en algunos turnos de preparatorias, donde no ha podido ser erradicada por completo.

Sin embargo, no todo se definió en esa dicotomía FEG-FEU. También existieron liderazgos al interior de las facultades que se negaron a reconocer en la FEU al interlocutor legítimo de los estudiantes. Desconfiaban de la estructura centralizada de la nueva representación estudiantil y prefirieron abrir caminos con planillas autónomas que no estaban registradas en el espiral político de la FEU.

Clemente Castañeda y Tomás Figueroa son los ejemplos más palpables del rompimiento con la estructura de representación estudiantil “oficial” de la casa de estudios. Tanto en Derecho, como en Economía, Filosofía o Estudios Políticos, los “autónomos” decidieron emprender proyectos políticos distintos, que no entraban en la lógica cotidiana de transmisión de poder de la FEU. Sin embargo, a pesar de no adherirse a la jerarquía de organizaciones de la FEU, todos ellos continuaron sus estudios en la universidad e incluso son académicos de ésta, como es el caso de Clemente Castañeda, quien da clases en el Departamento de Estudios Políticos y de Gobierno.

Así, una generación que en las preparatorias hicieron alianzas para llevar candidatos comunes e incluso pactaban asociaciones políticas, iniciaron su gradual proceso de separación en la Facultad, cuando los caminos los llevaron a senderos opuestos. Esta es la primera semilla de aquellos liderazgos que decidieron marchar con el amparo del grupo político de la UdeG y aquellos que optaron por una vía alternativa, lo cual no significa que los caminos no tengan puntos de encuentros y coincidencias.

La vida más allá de la Universidad

Y como los buenos tiempos, la preparatoria y la facultad se acabaron; y los caminos comenzaron a bifurcarse. Unos optaron por ceñirse a la izquierda política, que de poquito en poquito, construía una plataforma conjunta tras las elecciones de 1988. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue la primera plataforma para gente como Enrique Alfaro o Aristóteles Sandoval. El primero bajo el amparo de la trayectoria política de su padre, Enrique Alfaro Anguiano, quien fue rector de la UdeG y un personaje de mucho peso político en la Entidad; y en el caso de Aristóteles su puerta de entrada fue la representación política estudiantil, su fuerza electoral en la UdeG.

Clemente Castañeda, Hugo Luna y Enrique Velázquez, cosecharon políticamente desde la izquierda, ya sea desde el Partido de la Revolución Democrática (PRD) o desde Movimiento Ciudadano, como sucedió con los primeros dos en la elección de 2012. Pero los tres tuvieron mucha relación al interior del PRD defendiendo expresiones distintas. Velázquez siempre fue leal al grupo político en el cual ascendió, el grupo político de la UdeG. Clemente Castañeda, Enrique Alfaro y Hugo Luna, también pertenecieron a las filas del Sol Azteca, aunque tomaron distancia con respeto al liderazgo de Raúl Padilla.

Sin embargo, aunque la relación nunca fue buena entre las dos expresiones más importantes de la izquierda partidista, el vínculo fue razonablemente bueno hasta 2009, cuando Enrique Alfaro se postula como candidato de la alianza de partidos de izquierda a la presidencia municipal de Tlajomulco.

El conflicto escaló a tales niveles que pocos meses después de asumir la alcaldía del municipio, ubicado al Sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), decidió romper relaciones con Raúl Padilla y declarar al municipio libre de la influencia del líder político de la UdeG: puso de “patitas en la calle” a todos los cuadros vinculados a Padilla en el Ayuntamiento, empezando por Enrique Velázquez, quien fuera secretario de desarrollo social y ocupara la posición más alta del grupo universitario en el organigrama de Tlajomulco.

Aristóteles Sandoval y Ricardo Villanueva siguieron rumbos similares. Desde que el segundo fue presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), posición a la cual no pudo llegar Aristóteles, el vínculo entre ellos trasciende lo político o lo estrictamente profesional. Villanueva, quien llegó a ser, digamos, “jefe político” de Aristóteles, se convirtió en su “mano derecha”, en el hombre confiable del gobernador electo. Desde la alcaldía de Guadalajara, Aristóteles le creó una súper-secretaría con capacidad de interlocución a todos los puntos cardinales de la estructura gubernamental. Se convirtió, de facto, en su coordinador de campaña, su portavoz y uno de sus estrategas predilectos. Juntos desde la preparatoria (como es el caso de Castañeda y Alfaro), sus andanzas los han llevado a los mismos senderos: FEU, PRI, Guadalajara, Jalisco.

Del otro lado están los consejeros electorales quienes también provienen de la misma cuna y en el mismo periodo. Tanto Figueroa como Bernal pasaron por la Preparatoria No. 5. En el caso de Juan Alcalá, de familia política, su padre es un hombre muy poderoso en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), egresa de la Preparatoria No. 7 y llega al Consejo General del IEPC tras la elección de 2009 y tras la salida de algunos consejeros electorales. En los casos particulares de Figueroa y Bernal, su relación con Enrique Alfaro siempre fue muy buena, incluso pertenecieron junto a Castañeda a la línea de renovación de dirigencias estudiantiles “no oficial”. A Aristóteles lo conocen hasta la Facultad de Derecho, donde rivalizan en las elecciones juveniles. Los caminos se entrecruzan. Como hemos escuchado y leído en las últimas declaraciones de Enrique Alfaro, la cuerda de unión entre el consejero presidente, Tomás Figueroa, y el ex candidato a la gubernatura, está prácticamente rota.

En el sendero panista, los cruces de caminos no son tan claros. Tanto Monraz (presidente estatal del PAN) como Cortés Berumen (diputado electo) egresaron de la Facultad de Derecho en los mismos años que los antes mencionados, a mediados de los noventa, sin embargo su relación fue poca. Y es que en aquellos años no se usaba que los panistas tuvieran mucha actividad política al interior de la universidad, lo que provocaba aislamiento o que trabajaran en otros proyectos políticos fuera de las aulas.

Los tiempos han cambiado y parece que la renovación de los poderes públicos ha empoderado a una generación de jóvenes pragmáticos que han vivido coyunturas que transformaron la vida política del Estado. Más que un grupo cohesionado, que opere bajo una lógica común y articulada, la generación que alcanza el poder en Jalisco acarrea una serie de diferendos, traiciones y reclamos que han separado sus caminos en los últimos años. Desde el Congreso, desde el Gobierno del Estado o desde los partidos, no queda duda, que el rostro generacional de la política jalisciense ha cambiado.

Miguel Monraz (1)


Es egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara. Actualmente es el presidente de Partido Acción Nacional (PAN) en Jalisco.

Hernán Cortés (2)

El panista es diputado electo, estudió en la Preparatoria No. 7 y la carrera de Derecho en la Universidad de Guadalajara. También se desempeñó como presidente estatal del PAN.

Juan Alcalá (3)

Es consejero electoral del IEPC y es uno de los egresados de la Preparatoria No. 7.

Ricardo Villanueva (4)

Es uno de los egresados de la Preparatoria No. 7, fue presidente de la FEU y estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Guadalajara. Fue jefe de la Oficina de la Presidencia con Aristóteles.

Tomás Figueroa (5)

El actual consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, realizó sus estudios de bachillerato en la Preparatoria No. 5 para después continuar su preparación en la Universidad de Guadalajara, donde estudió la Licenciatura en Derecho.

Enrique Alfaro (6)


El ex candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano estudió en la Preparatoria No. 5, para luego continuar su preparación en el ITESO, donde se graduó como Ingeniero. Inició en el PRI, continuó en el PRD, bandera con la que llegó a la presidencia de Tlajomulco; al romper, compitió por la gubernatura de Jalisco de la mano de otros partidos de izquierda.

Aristóteles Sandoval (7)

Es el gobernador electo de Jalisco. Es egresado de la Preparatoria No. 7 y estudió Derecho en la UdeG. Siempre ha militado en el PRI, con el que ha desempeñado los cargos de regidos y diputado, además algún tiempo se encargó del bufete jurídico de la UdeG.

Clemente Castañeda (8)

El consejero electoral estudió Derecho en la Universidad de Guadalajara y como muchos de sus coetáneos es egresado de la  Preparatoria No. 5.

Enrique Velázquez (9)

Estudió en la Preparatoria No. 5 y la Licenciatura en Estudios Políticos en la Universidad de Guadalajara. Militó en el PRD y participó en Movimiento Ciudadano, con el que el pasado 1 de julio fue elegido como diputado.

Hugo Luna (10)

Es diputado electo por el PRD, del que fue secretario general. Estudió en la Preparatoria No. 5 y Derecho en la Universidad de Guadalajara.

Héctor Pizano (11)


El priista es diputado electo y fue ex síndico de Guadalajara.

Víctor Hugo Bernal (12)

Es egresado de la Preparatoria No. 5, estudió Derecho en la Universidad de Guadalajara. Actualmente es representante de Movimiento Ciudadano ante el Instituto Electoral. Es parte del círculo cercano de Enrique Alfaro.

Tapatío

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